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Un municipio mendocino impulsa una novedosa quimioterapia para no perder el cabello

Vecinos e instituciones de General Alvear lanzaron una colecta para adquirir cascos fríos que ayudan a prevenir la caída del cabello en la quimioterapia.

El proceso de la quimioterapia implica una serie de cambios que impactan en la autopercepción de los/las pacientes. 

El proceso de la quimioterapia implica una serie de cambios que impactan en la autopercepción de los/las pacientes. 

Imagen ilustrativa

En Mendoza, General Alvear comenzó una campaña solidaria para recaudar fondos destinados a la compra de cascos fríos, una tecnología que ayuda a los pacientes con cáncer a reducir la caída del cabello durante los tratamientos de quimioterapia. La iniciativa reúne a instituciones locales, profesionales de la salud y vecinos que buscan sumar esfuerzos.

Los cascos fríos funcionan con un sistema de enfriamiento que se coloca en la cabeza antes, durante y después de cada sesión. El frío contrae los vasos sanguíneos del cuero cabelludo y disminuye la cantidad de droga que llega a los folículos, protegiéndolos del daño.

¿Cómo funciona este artefacto en los tratamientos de quimioterapia?

  • Reducción del flujo sanguíneo: el frío produce vasoconstricción en el cuero cabelludo.
  • Menor absorción del medicamento: al circular menos sangre, llega menos quimioterapia a los folículos.
  • Protección de los folículos: el enfriamiento baja la actividad capilar y disminuye el daño.
  • Uso en tres etapas: se colocan antes, se mantienen durante y se prolongan después de la quimioterapia.
  • Requiere recambio: cada casco mantiene el frío unos 30 minutos, por lo que deben renovarse varias veces por sesión.
cascos frios general alvear (2)
Los cascos fríos necesitan renovarse en cada sesión, lo que implica una gran inversión. En Alvear lanzaron una colecta comunitaria.

Los cascos fríos necesitan renovarse en cada sesión, lo que implica una gran inversión. En Alvear lanzaron una colecta comunitaria.

Desde el Hospital Enfermeros Argentinos explicaron que cada paciente con cáncer necesita entre seis y ocho cascos por sesión, los cuales se renuevan cada media hora. Esto representa una inversión significativa, ya que cada pack de gel cuesta entre 13 y 15 mil pesos y solo alcanza para un casco.

La campaña fue presentada por referentes de distintas organizaciones. Desde ALCEC (Asociación de Lucha contra el Cáncer) remarcaron la importancia de acompañar a quienes atraviesan la enfermedad y señalaron que la pérdida del cabello tiene un fuerte impacto emocional, especialmente en las mujeres.

También se sumó la Sociedad Española, que brinda apoyo económico, espacios para encuentros y gestiona vínculos con empresas locales para ampliar las donaciones. La idea es aumentar la cantidad de cascos disponibles y garantizar que más pacientes tengan acceso al método.

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Silvia Vega, Analía Tumas del ALCEC y Amalia LLopis de la Sociedad Española impulsan la iniciativa de los cascos fríos en Alvear.

Silvia Vega, Analía Tumas del ALCEC y Amalia LLopis de la Sociedad Española impulsan la iniciativa de los cascos fríos en Alvear.

En palabras de las impulsoras, no se trata solo de un beneficio físico sino también de un sostén en la autoestima, en un proceso donde los cambios en la imagen personal afectan la vida cotidiana. En otros centros de Mendoza y del país ya se utiliza esta técnica, pero en Alvear es la primera vez que se implementa.

Los organizadores destacaron que la solidaridad de la comunidad es fundamental para sostener el proyecto. Actualmente, los cascos disponibles alcanzan para apenas un grupo reducido de pacientes, mientras que la demanda es mucho mayor.

Quienes deseen colaborar pueden hacerlo a través de transferencias a la cuenta de Liliana Elizabeth Cucatto (alias: quimioconcabello, CVU: 0000003100028408283223). Cada aporte contribuye a que más personas puedan atravesar su tratamiento con un acompañamiento integral.