Presenta:

Sunsets, electrónicas y juntadas: cómo cambió la noche mendocina en la última década

La noche mendocina dejó atrás sus clásicos boliches para abrir paso a sunsets, fiestas electrónicas y reuniones en casa que ganan cada vez más terreno.

Las fiestas electronicas le ganan terreno a los boliches en Mendoza

Las fiestas electronicas le ganan terreno a los boliches en Mendoza

Marcos Garcia/MDZ

En 2025, la noche mendocina parece haber perdido esa iconicidad que la definía. Los nombres ya no perduran ni generan la misma identificación. Hoy los boliches son, para muchos, un lugar de paso en los primeros años de mayoría de edad; después, el interés se diluye.

La vida nocturna local supo tener momentos brillantes, con lugares que marcaron una época durante los ‘80, los ‘90 y la primera década del 2000. Boliches y bares emblemáticos fueron el centro de una movida que convocaba a jóvenes y a no tan jóvenes a noches que se extendían hasta bien entrada la madrugada.

“Antes salíamos desde muy chicos, antes de ser mayor de edad. Las chicas no pagábamos en ningún lugar. En Chacras podías ir de un boliche a otro para ver cuál se ponía mejor. La previa era en la Arístides porque en los bares también se podía bailar y después la noche seguía en el boliche. Me acuerdo de salir y que el sol me diera en la cara”, recordó Mariela, de Luján en dialogo con MDZ.

El boliche Al Diablo era uno de los más convocantes de Mendoza
Así se encuentra hoy el boliche Al Diablo, uno de los más convocantes de Mendoza durante muchos tiempo.

Así se encuentra hoy el boliche Al Diablo, uno de los más convocantes de Mendoza durante muchos tiempo.

Al Diablo, Cacano Bar, Wish, Iskra, Scanner, Olimpo, Cemento, Apeteco. Nombres que todavía resuenan entre los mayores de 30 y 40, que recuerdan aquellas salidas como rituales sociales. No solo eran puntos de encuentro: allí nacieron historias fugaces, parejas duraderas y hasta familias, todo bajo luces estroboscópicas y pistas abarrotadas.

“Había boliches para ir cada día del fin de semana y los de trampa. La noche se fue moviendo, en una época fue El Challao, después Chacras, en una época era la San Martín Sur. Ahora los +40 también tenemos lugares con onda a dónde ir y que se escucha música piola”, agregó Mariela.

En paralelo, vale recordar que los boliches de antes ofrecían una movida muy distinta. En el centro mendocino, por ejemplo, eran furor los locales de música tropical como Patio de Tango, Torbellino, Radio Punta o Treinta y Pico. Otro estilo y con gran convocatoria tenían lugares icónicos como Queen, Estación Miró o La Reserva, que marcaron una época y algunos hoy continúan siendo concurridos.

La noche mendocina en 2025: lugares que no trascienden

bosco mendoza sunset noche boliche fiesta
Bosco Sunset es hoy una de las opciones más populares entre los jóvenes adultos de Mendoza.

Bosco Sunset es hoy una de las opciones más populares entre los jóvenes adultos de Mendoza.

Algunos lugares lograron sostenerse una temporada, pero ninguno alcanzó la mística de otros tiempos. Grita Silencio fue furor cuando abrió en donde funcionaba el antiguo Óptimo, pero perdió fuerza. Jagger, con actividad intermitente, tiene sus picos, pero no es una cita obligada. Incluso Wabi, que parecía imbatible, fue apagando su brillo sábado a sábado.

En cambio, otros espacios como El Roble Wake Complex o El Bosco en el Club de Golf ganaron popularidad, tanto entre jóvenes como adultos. Lo llamativo es que no se extienden más allá de las 2 de la mañana. Para la historia bolichera de Mendoza, una noche corta es casi una anomalía.

Hoy la oferta es más diversa que nunca. Basta abrir Instagram para ver decenas de historias, flyers y eventos distintos: boliches que cambian de nombre, fiestas electrónicas, propuestas de cachengue, sunsets, hoteles, bodegas y eventos temáticos. Lo curioso es que, entre tanta variedad, no hay un punto de encuentro común que concentre multitudes como antes.

De "cerrar boliche" al plan tempranero

La juntada con amigos o pareja amiga se volvió un lujo por la suba de alimentos y bebidas Foto: INV
Menos boliche y más living: la noche mendocina mutó y los jóvenes de hoy buscan experiencias distintas a las de hace 20 años.

Menos boliche y más living: la noche mendocina mutó y los jóvenes de hoy buscan experiencias distintas a las de hace 20 años.

Para los jóvenes de 25 a treinta y pocos, las salidas ya no se definen por el clásico “boliche hasta que amanezca”. Desde los veranos posteriores a la pandemia, se popularizaron los sunsets: espacios que arrancan temprano, a veces con cena incluida, y se vuelven bailables hasta no más de las 2. Una tendencia parecida a la que se instaló en la playa de Reñaca, Chile, y que poco a poco se apropió de la escena local.

“Hace 10 años más o menos nos quejábamos de que cuando íbamos a vacacionar a Chile no existía noche como la que había acá en Mendoza y que la fiesta terminaba temprano. Hoy acá pasa lo mismo: preferimos los lugares donde antes de las 3 ya estamos de vuelta en casa”, contó a MDZ Juan Manuel, mendocino de 32 años.

Otra de las razones por las que muchos jóvenes optan hoy por planes que concluyen antes de la madrugada es la búsqueda de un mejor equilibrio con su rutina. Dormir temprano les permite levantarse al día siguiente en mejores condiciones, seguir con sus compromisos y actividades sin sentir el peso de la trasnochada. A diferencia de las largas noches de boliche (que muchas veces terminaban con despertares al mediodía, cansancio acumulado y la famosa resaca), estas salidas más breves dejan menos secuelas y permiten disfrutar sin pagar un precio tan alto al día siguiente.

wabi fun club mendoza boliche noche
Los boliches como Wabi siguen reuniendo a una gran cantidad de público, pero la escena claramente esta mutando.

Los boliches como Wabi siguen reuniendo a una gran cantidad de público, pero la escena claramente esta mutando.

“Los boliches como tal han quedado para los más jóvenes, sub 20 o apenas por encima de esa edad. Los más grandes bancamos más los sunsets y, si no, alguna fiesta de cachengue o sunsets en bodegas que también se han puesto de moda”, sumó Juan Manuel.

El boom de la electrónica y los festivales

Parte de la explicación puede estar en las fiestas electrónicas, que cada vez ganan más terreno y seducen a un público más heterogéneo. Muchos prefieren reservar energías y presupuesto para esos eventos, en lugar de salir todos los fines de semana. La noche pasó a ser un plan de ocasiones especiales, no un hábito.

Además, estos eventos no solo convocan a mendocinos, sino que también atraen a gente de otras provincias e incluso del extranjero. De a poco, Mendoza se ha impuesto como un destino dentro del circuito electrónico, con propuestas que van desde fiestas privadas hasta festivales de renombre.

arcana (51).JPG
Arcana se ha vuelto uno de los festivales con mayor tracción de público a nivel local.

Arcana se ha vuelto uno de los festivales con mayor tracción de público a nivel local.

Desde Europa hasta Mendoza, el fenómeno creció al punto de instalarse como un estilo de vida. Muchos prefieren esperar la fecha de un DJ favorito antes que salir por salir. El caso de Hernán Cattáneo en Potrerillos ya es un clásico.

Estas experiencias también incluyen a grandes festivales que han tomado fuerza en Mendoza, como La Folk o Arcana, con figuras como Michael Bibi. Eventos que muchas veces se extienden durante toda la jornada, desde la tarde hasta la medianoche, pero que no necesariamente implican seguir bailando hasta el amanecer. Este formato diurno o vespertino mantiene la energía alta y concentra la experiencia en un horario que permite volver a casa en horas razonables. Incluso cuando se trata de DJs de renombre internacional, la tendencia sigue siendo comenzar temprano, reforzando este nuevo paradigma nocturno.

Cambio de época y un estilo más casero

Cuando no salen, muchos jóvenes prefieren planes más tranquilos: quedarse en casa a comer algo, abrir un vino, preparar un vermut o el infaltable fernet. La noche se convierte en una ronda de cartas, charlas largas o un fuego encendido que dura hasta el amanecer. Estas llamadas ranchadas ganan cada vez más terreno frente a los boliches y bares, consolidándose como una opción social tan válida como salir, pero en claro contraste con el desgaste que genera la pista la música y el boliche en general.

asado parrilla asadores
Los planes cada vez más se asocian a un asado u otra comida acompañada de alguna cerveza o un vino para compartir con amigos desde la tranquilidad y lejos de las luces estroboscópicas de los boliches.

Los planes cada vez más se asocian a un asado u otra comida acompañada de alguna cerveza o un vino para compartir con amigos desde la tranquilidad y lejos de las luces estroboscópicas de los boliches.

La noche mendocina no es lo que era, pero tampoco es menos: es distinta. Se transformó, se diversificó y dejó de ser rutina para volverse experiencia. El interrogante es si esa mística perdida podrá volver, o si ya estamos frente a un nuevo capítulo, con otras reglas, otros tiempos y otros protagonistas.