"Servicio cerrado": así es el modelo que busca bajar la alta tasa de cesáreas en Mendoza
Mientras la Organización Mundial de la Salud dice que el rango normal de partos por cesárea debería estar entre el 10 y 15%, en Mendoza, los nacimientos por cesárea alcanzan el 80% en el sector privado.
Los partos por cesárea han crecido considerablemente en todo el mundo y Mendoza no es la excepción.
matasanos.orgPor factores médicos, sociales, económicos y percepción de seguridad, la cantidad de cesáreas ha crecido considerablemente en todo el mundo, superando en ocasiones al parto natural.
Mientras que la Organización Mundial de la Salud (OMS) advierte que el rango normal de partos por cesárea debería promediar entre el 10 y 15%, en Mendoza, los nacimientos en el sector privado por cesárea alcanzan el 80%, y en el sector público el 40%. Una tasa muy encima por lo deseable.
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Según los expertos, si bien la cesárea es una práctica necesaria en determinadas ocasiones, muchas veces su indicación no tiene justificación biológica.
Para la madre, la cesárea sin indicación médica puede implicar mayor riesgo de infección, hemorragia y tromboembolismo; lesiones quirúrgicas y complicaciones anestésicas; una recuperación más lenta y limitaciones funcionales; más riesgo en embarazos futuros. En el recién nacido, por su parte, hay mayor probabilidad de dificultad respiratoria y transición pulmonar tardía; mayor ingreso a neonatología y un impacto negativo en el microbioma asociado a alergias, asma y obesidad.
"La cesárea salva vidas cuando corresponde, pero sin indicación médica aumenta riesgos. Queremos un sistema que acompañe nacimientos más seguros, respetados y humanizados", indicaron desde el Ministerio de Salud de Mendoza.
Para reducir cesáreas sin indicación médica válida, el Gobierno presentó días atrás la "Estrategia Provincial para la Reducción de Cesáreas Innecesarias en el Sector Privado". Una política que da un giro en el modelo de atención: los nacimientos ya no serán atendidos por el obstetra que siguió a la mujer durante su embarazo, sino por equipos de obstetricia de guardia.
La estrategia para reducir la cantidad de cesáreas
"Cuando vos haces 8 de cada 10 cesáreas, estás programando muchísimas cesáreas que no tendrías que hacer, porque médicamente debería ser 1 de cada 10. Entonces, hay 7 partos que se están haciendo por cesárea, que no deberían ser por cesárea", dijo Rodolfo Montero, ministro de Salud, en exclusiva con MDZ.
Y agrego: "No es cierto que todas las mujeres quieren ir a cesárea. La mayoría entra diciendo que quiere parto natural y termina en cesárea".
El aumento obedece a múltiples causas como la comodidad de los médicos o la idea de que en el sector privado se paga más una cesárea, factores culturales vinculados al aumento de la edad en la que la mujer es madre, miedo al dolor o preferencia de la madre que desea planificar la fecha de nacimiento.
Con base en lo explicado por Montero, la estrategia del Gobierno para reducir la cantidad de cesáreas se sustenta en una intervención multimodal, recomendada por la OMS y la Organización Panamericana de la Salud (OPS) para países con tasas elevadas de cesáreas, e incluye lo siguiente:
- Cambios en la modalidad de pago a prestadores, eliminando incentivos que favorezcan la cesárea sin indicación.
- Incentivos económicos diferenciados por prácticas obstétricas seguras y basadas en evidencia.
- Conformación de servicios obstétricos organizados, con equipos dedicados y guardias activas.
- Gestión del cambio cultural, campañas públicas y formación continua.
- Protocolos estandarizados, auditorías e indicadores de calidad.
Servicio cerrado
Contar con un staff obstétrico organizado, con equipos dedicados y guardias activas; esto es un servicio cerrado, una de las principales estrategias que se aplica en Argentina y en el mundo para disminuir la cantidad de cesáreas.
En un servicio cerrado la mujer tiene al bebé con el médico que está de guardia, no con el obstetra que la acompaño durante todo el embarazo. Es decir, las mujeres ya no deben estar junto a sus obstetra en el parto a menos que por decisión propia este decida presentarse.
Mientras que en el sistema abierto se "paga el parto" y las clínicas privadas se convierten en una especie de "sitio de alquiler" de quirófano, en el sistema cerrado hay un staff médico que presta el servicio obstétrico, sin que sea necesaria la presencia del obstetra de cabecera.
"El derecho prioritario es el de las mujeres y sus hijos a un nacimiento seguro, respetado y de alta calidad, independientemente del profesional que acompañe el parto", indicaron.
Que cambiará en las maternidades privadas de Mendoza
Días atrás, el Gobierno de Mendoza firmó un acuerdo con las maternidades privadas que incluye una nueva forma de pago por derivación, en la cual todas las clínicas cobrarán el mismo honorario por parto, y además, también será la clínica la encargada de pagarle los honorarios al médico, que cobrará por derivar a su paciente, sin necesidad de presenciar el parto.
Actualmente, la asociación de Obstetras Unidos de Mendoza (OBUM) centraliza los cobros: ellos cobran a las obras sociales y luego le pagan al médico, quedándose con un 10% de todos los partos de la provincia, explicó Montero.
A partir de julio de 2026, cuando entre en vigencia la nueva política del Gobierno, el pago será directo a las clínicas, sin la mediación de OBUM. En tanto, el valor quedará equiparado en 1.300.000 pesos por parto, que incluye el uso del quirófano, la internación preparto y el honorario médico.
A cambio de cobrar la derivación, el obstetra tendrá que retribuir con una guardia de 8 a 12 horas por semana.
"Los obstetras estarán mejor pago y más ordenados", resaltó el ministro de Salud.
Entre los principios del acuerdo entre el Gobierno de la provincia y las maternidades privadas, figura lo siguiente:
- Los nacimientos serán atendidos por equipos de obstetricia de guardia, no por un único profesional en forma individual.
- Se garantizará neonatología 24 horas, anestesia disponible, analgesia continua, monitoreo fetal basado en evidencia y partería activa.
- Las clínicas deberán realizar inversiones en infraestructura, equipamiento y fortalecimiento de servicios.
- El seguimiento prenatal y la atención del parto se integrarán bajo un esquema de remuneración profesional justa, transparente y orientada a la calidad.
- Se asegurará que las mujeres reciban información clara y uniforme desde la primera consulta, conforme a la Ley 26529 y la Ley de Parto Humanizado.
- La transición hacia este modelo se desarrollará durante seis meses, con acompañamiento técnico del Ministerio.
El mensaje a las mamás
El actor principal, que es la mamá junto a su bebé, es la que paga en costo de esta política, ya que ahora no estará acompañada por su obstetra durante el parto.
Frente a esta realidad, Montero reconoció que puede ser "duro" para las mujeres, pero asegura que mejorará su seguridad.
"La seguridad te la da la clínica, el anestesista que esté a la hora del parto, que haya un neonatólogo, un médico, una enfermera, una licenciada en obstetricia, una neonatología en condición; eso da la seguridad en un parto. Tenemos que hacer primar el derecho a la seguridad, a la calidad y la protección del niño. Si sacrificamos la presencia del obstetra que te siguió en tu embarazo, un montón de mujeres no tendrán que pasar por una cesárea, poniendo en riesgo su vida o la de su bebé", detalló el ministro.
Y concluyó: "Puede ser una política dura en un principio, pero mejora tu seguridad".
Cabe aclarar que si bien el obstetra no tendrá la obligación de estar en el parto de la mujer que acompañó durante su embarazo, en el caso de que desee hacerlo, podrá ingresar a la sala de partos.





