San Artémides Zatti: obreros recibieron una reliquia de primer grado del santo en la Catedral de Buenos Aires
El padre Russo explicó el valor de la reliquia de Artémides Zatti recibida por la Federación de Círculos Católicos de Obreros y repasó el legado de Federico Grote.
San Artémides Zatti.
Archivo MDZEn la Catedral de Buenos Aires, la Federación de Círculos Católicos de Obreros (FCCO) celebró su misa jubilar en coincidencia con la fiesta de la Dedicación de San Juan de Letrán. La institución recibió una reliquia de primer grado y abrió una etapa de renovación espiritual y social. El padre Russo detalló el sentido de la reliquia y la colocó en el centro de una tradición que une memoria, identidad e impulso misionero.
Qué se entregó y por qué importa
Según la enseñanza católica, las reliquias de primer grado corresponden a fragmentos del cuerpo de un santo y poseen un vínculo directo con su testimonio de vida. Las de segundo grado son objetos personales, como prendas o partes del ataúd. Las de tercer grado son elementos que estuvieron en contacto con la tumba o con signos vinculados al culto, como los palios arzobispales. La entrega de una reliquia de primer grado a una institución laica, como la FCCO, subraya la relevancia del gesto y expresa estima hacia su misión comunitaria.
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La celebración se integró al horizonte del Año Santo, con la mirada puesta en la Basílica de San Juan de Letrán, catedral del Obispo de Roma y símbolo de unidad eclesial. El padre Russo destacó esa referencia como criterio de comunión y de verdad de fe, e invitó a orientar la vida institucional hacia una conversión del corazón que sostenga toda obra de servicio.
La misa jubilar en coincidencia con la fiesta de la Dedicación de San Juan de Letrán.
La Federación y Federico Grote
La FCCO remonta su origen a 1892, cuando el padre Federico Grote, misionero en Buenos Aires y hoy en proceso de canonización, impulsó los Círculos Católicos de Obreros en diálogo con la encíclica Rerum novarum (1891) de León XIII. Desde sus inicios, el carisma se centró en la dignidad del trabajador, la promoción social y la difusión de valores. Aquel impulso se tradujo en acompañamiento a sindicatos inspirados en la Doctrina Social de la Iglesia y en la ampliación de iniciativas con alcance nacional.
El camino institucional integró, con el paso del tiempo, comunicación, formación y servicio. El diario “El Pueblo” se convirtió en tribuna de ideas y catequesis social. Luego llegó una expansión hacia obras de salud y asistencia, siempre con el objetivo de fortalecer a las familias trabajadoras y de sostener la vida comunitaria.
Las reliquias de primer grado corresponden a fragmentos del cuerpo de un santo y poseen un vínculo directo con su testimonio de vida.
Obras y un llamado a una nueva etapa
Dentro de ese desarrollo, la federación consolidó proyectos como el Instituto de Servicios Sociales Cardenal Copello y el Sanatorio San José. Sumó espacios de formación técnica y sanitaria, como la escuela de enfermería que honra a San Artémides Zatti, y otras propuestas educativas de nivel superior. La red de círculos extendió su presencia a lo largo del país y mantuvo una cooperación estable con la arquidiócesis de Buenos Aires.
El jubileo actual plantea un doble desafío: custodiar la herencia y, al mismo tiempo, abrir caminos con creatividad. La misa en la catedral porteña fijó ese rumbo. La reliquia de primer grado ofrece una referencia concreta de santidad y anima un programa que vuelve al origen para proyectarse hacia el futuro. La FCCO, la institución más antigua de la arquidiócesis, reafirma así su identidad: servicio al trabajador, formación de conciencia social, vida sacramental y compromiso con los más vulnerables.
Padre Federico Grote.
Con la reliquia como signo, el horizonte queda definido por tres verbos: recordar, para no perder la raíz; discernir, para leer el presente con la Doctrina Social de la Iglesia; y actuar, para sostener obras eficaces que respondan a nuevas necesidades. La federación inicia su nueva etapa con una consigna clara: poner la mano en el arado y mirar hacia adelante.




