¡Pobre de mí! No hay más pobres que los que empobrecemos
Cada domingo es un viaje y llega "Arte que motiva", la columna que refleja nuestra vida y nuestra pobreza, con el estilo particular de Juan Barros.

Creer en el camino nos abre la vida
Ilustración de Lisandro RuizEl lugar del otro nos evidencia. Nos empobrece como nos empobrecemos… Lo que valemos es tal como valemos prójimo. Hay tanta pobreza sin reconocernos pobres … La pobreza es lo que no hacés por el otro. León XIV, en su reciente exhortación apostólica así da expresión a la vida.
«Te he amado» (Ap 3,9), dice el Señor a una comunidad cristiana que, a diferencia de otras, no tenía ninguna relevancia ni recursos y estaba expuesta a la violencia y al desprecio.
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Por esta razón, en continuidad con la encíclica Dilexit nos, el Papa Francisco estaba preparando, en los últimos meses de su vida, una exhortación apostólica sobre el cuidado de la Iglesia por los pobres y con los pobres, titulada Dilexi te, imaginando que Cristo se dirigiera a cada uno de ellos diciendo: no tienes poder ni fuerza, pero «yo te he amado» ( Ap 3,9).
No hay gestos insignificantes.
El consuelo es inclusivo. Un alivio que es el desahogo de tantas almas…
El sentido nos personaliza la vida
¿Para erradicar la pobreza hay que erradicar la riqueza?
¿Ya nos acomodamos?
Hay tantos enmascarados y no son superhéroes…
Nuestra mirada los enmascara.
La interpretación es evitativa.
El trato es nuestra desnudez.
Jesús se acerca tal como necesitamos acercarnos unos a otros. Para acercarnos a sí mismos…
La cercanía es nuestra visión. Y nos da la sensibilidad…
La libertad nos libera tal como nos implicamos.
Tal como Dios nos ama nos hace libres…
La libertad es tal como asumimos.
Miramos tal como asumimos…
¡sos mi predilección!
¡A procurar el lugar del otro!
El prójimo es el único espejo fiel.
Lo que mirás es como te mirás.
Trascendemos prójimo…
Es nuestro oficio de vivir.
“Se recomiendan las obras de misericordia, como signo de la autenticidad del culto.
La relación con el Señor, que se expresa en el culto, pretende también liberarnos del riesgo de vivir nuestras relaciones en la lógica del cálculo y del interés, para abrirnos a la gratuidad que circula entre aquellos que se aman y que, por eso, ponen todo en común. La caridad no es una vía opcional, sino el criterio del verdadero culto”
Sos como me hacés amarte.
No hay mucho más que entender que amar.
Nos miramos tal como nos necesitamos.
Podemos Ver tal como podemos creer…
Dios nos ofrece vivir tal como nos ama.
Tal como abrazás te sincerás…
Te conocés tal como abrazás…
* Juan Barros, energizante natural. Apto para todo público.