"No pude internar a mi hijo y terminó suicidándose": se reaviva el debate por la Ley de Salud Mental
Tras el intento fallido en la Ley Bases, el Gobierno insistirá en modificar la Ley de Salud Mental en 2026. Las historias detrás de familiares que piden cambios urgentes.
El Gobierno nacional insistirá en modificar la Ley de Salud Mental.
ShutterstockLa internación contra la voluntad de la persona sólo puede hacerse cuando el equipo de salud determina que hay una situación de riesgo cierto y cercano para ella o para terceros, indica la Ley de Salud Mental.
La normativa vigente ha sido cuestionada en numerosas oportunidades por familiares de personas con padecimientos mentales o uso problemático de drogas, al asegurar que la Ley 26.657 no protege a las personas con trastornos mentales o a quienes tienen adicciones, y tampoco protege a los ciudadanos.
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En esta línea, el Gobierno nacional intentó avanzar en modificaciones a la Ley de Salud mental en el proyecto original de la Ley Bases, pero fracasó. Sin embargo, insisten en la necesidad de implementar cambios. Por esto, en marzo buscarán debatir nuevamente el tema cuando inicien las sesiones ordinarias en el Congreso.
El objetivo es claro: modificar el artículo que habilita las internaciones involuntarias para que, en determinadas ocasiones, los jueces puedan autorizar la hospitalización. Al mismo tiempo, se planea avanzar en la creación de centros especializados para la atención de pacientes con patologías severas.
El drama y el desamparo de convivir con un adicto
Stella Maurig es psicoeducadora en salud mental, consejera especializada en adicciones y presidenta de la Asociación Civil La Madre Marcha, que impulsa cambios urgentes en la asistencia, legislación y asistencia a las familias.
En 2019, su hijo menor David se quitó la vida tras años de consumo problemático y un padecimiento psiquiátrico. Tras una batalla silenciosa con el peor final, Stella insiste en la necesidad de aplicar cambios en la Ley de Salud Mental.
"Yo no pude internar a mi hijo y terminó suicidándose. Como mi caso, hay miles", inicia su relato.
David empezó a consumir cuando tenía 14 años. Durante años tuvo múltiples crisis, se le diagnosticó bipolaridad y Trastorno Límite de la Personalidad, y estuvo preso tres veces. El 16 de julio de 2019, a sus 31 años, se suicidó.
"Mi hijo estuvo 10 meses preso. Cuando va a salir, me llama el abogado defensor para pedirme si podía venirse conmigo. Le dije que sí, pero le pedí por favor que dejara asentado por escrito que necesitaba tratamiento para las adicciones porque sino sale y vuelve a entrar. Me dijo que me quedara tranquila, que lo iba a presentar a la Justicia, y que cualquier cosa, si a mí no me escuchaban, que lo buscara. Salió mi hijo y nunca más me atendió el teléfono", contó Stella a MDZ Radio.
Y agregó: "Ahí de das cuenta de la burla a las madres, padres, familiares, a la gente que hoy transita los pasillos de los juzgados pidiendo por favor que se haga algo".
Críticas a la Ley de Salud Mental
La historia de Maurig es tan solo uno de los casos que representa lo que deben atravesar familiares de personas con patologías mentales o adicciones. "Cada vez hay más muertos, más familias sin esperanzas de recuperar al ser querido porque no pueden hacer nada. Lo que las madres queremos es salvar la vida de nuestros hijos", asegura.
"Es una burrada pretender que cuando un enfermo, adicto, está tomando por la sustancia, decida si internarse o no. Es una burrada. Los padres tenemos, y los familiares en general, tenemos que tener el derecho de velar por la salud de nuestros hijos", sumó.
Quien también se expresó a favor de las modificaciones a la Ley de Salud Mental fue Marina Charpentier, madre del famoso cantante Chano. En una jornada de reflexión en el Senado de la Nación en 2024, pidió aplicar cambios a la Ley 26.657.
La Ley de Salud Mental fue sancionada en el año 2010. Familiares de personas con adicciones o patologías mentales luchan para los mismos puedan ser internados con la orden de un juez, a pesar de no contar con su consentimiento; uno de los puntos que genera mayor controversia. A través de las modificaciones, también se pretende cerrar los hospitales psiquiátricos o centros de internación de salud mental para reemplazarlos por centros de salud especializados.
“Una persona adicta tiene su voluntad tomada por la sustancia y no puede decidir con su sano juicio qué es lo bueno y lo malo para él. ¿Qué orden de allanamiento debo tener para salvarle la vida a mi hijo?”, dijo en aquel entonces Charpentier.
"Es una ley vieja para la salud mental. Con todo el avance que hay en medicina, drogas nuevas, intervenciones nuevas. Ahora cada vez más jóvenes consumen, pibes de 9 años que ya están consumiendo, madres embarazadas. No hay derecho de que esta ley se lleve la vida de nuestros hijos", cerró por su parte Maurig.



