¿Qué dice?

Abuso de la joven venezolana: el acusado dice que "fue sexo consentido"

Esa es la versión que dio el abogado de la defensa. El presunto agresor dice que la chica le pidió alcohol y que él trajo vodka con naranja. Después cuenta que tuvieron sexo consentido. En tanto, la madre de la chica exige justicia e insiste en que fue una violación. Detalles.

MDZ Policiales
MDZ Policiales lunes, 1 de febrero de 2021 · 17:40 hs
Abuso de la joven venezolana: el acusado dice que "fue sexo consentido"
Reclamo "Escuche al país", dicen desde el entorno de la joven. Foto: Luciano Thieberger.

Días atrás se conoció el caso de una joven venezolana de 18 años que fue a su primer día de trabajo en un comercio de ropa del barrio porteño de Balvanera y fue presuntamente drogada y abusada por su empleador, Ireneo Humberto Garzón Martínez

Ahora, el abogado que defiende al hombre, Edgardo Cantore, aseguró a la prensa que el sujeto "ni drogó ni violó" a la chica. Para él, se trató de un acuerdo; y es lo que intentará demostrar en la causa en la que el sospechoso está imputado por abuso sexual agravado por acceso carnal.

El letrado afirma que la joven y el hombre venían conversando por Whatsapp y que ella le enviaba "corazoncitos" (sic), lo cual para él sería indicio de algún tipo de vínculo. "Él le dio alcohol porque ella le pidió", relató Cantore. Y detalló: "tomaron jugo de naranja con vodka".

Es más: para la defensa, la adolescente le solicitó dinero al empleador a cambio de tener sexo con él y, cuando llegó la Policía -dice- "quizá fingió que estaba inconsciente". Aclaración: el argumento toca punto por punto los lugares comunes de la justificación machista ante episodios como este.

Mareada

Hasta hoy, Garzón se había negado a hablar, pero en las últimas horas trascendió que declarará a través de una videoconferencia y desde su casa frente a la fiscal Silvana Russi y la jueza Karina Zucconi

La madre de la presunta víctima difundió un mensaje condenatorio: "Señora jueza, escuche a las víctimas, escuche a la Argentina y a todos los países que se han unido en esta lucha de justicia. Hoy es por mi hija que pudo hablar, y por tantas otras que tuvieron miedo”.

El hecho se produjo el sábado 23 de enero. Esa mañana, la muchacha fue hasta un local de venta de uniformes creyendo que se presentaba a su primer día de trabajo.

De acuerdo con el testimonio de su hermana, al rato la chica le escribió diciendo que "el dueño le había dado una droga y se sentía mareada". Atemorizada, compartió con ella la dirección donde se encontraba, lo que permitió dar las coordenadas al 911. Cuando los efectivos se presentaron en el lugar, vieron que tenía las persianas bajas.

La muchacha dice que tras informar lo que ocurría a su hermana, comenzó a sentirse más mareada. Los efectivos la sacaron de ahí en aparente inconsciencia, entre gritos y lamentos.

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