Reclaman medidas: fuerte protesta en los techos de una cárcel bonaerense

Los presos de Melchor Romero (La Plata) levantaron la protesta. Para cuando tomaron esa decisión, las imágenes de los internos en los techos del penal ya surcaban las redes sociales. Es porque la pandemia de coronavirus introduce inquietudes en la vida carcelaria y los detenidos reclaman medidas de higiene y -en algunos casos- hasta la libertad.

El conflicto se desató en la Unidad 10 de ese penal bonaerense, que aloja a 150 personas que cumplen el último tramo de sus condenas. En la mañana, varios sujetos iniciaron una medida de fuerza pidiendo beneficios como salidas transitorias y el paso a domiciliaria. Según sostienen, la pandemia justificaría ese cambio en su situación.

Los videos muestran a decenas de hombres subiendo a los techos y gritando. Más tarde llegaron a ese edificio -ubicado en 176 y 519- autoridades del Servicio Penitenciario Bonaerense (SPB), la Defensoría General de La Plata y la Comisión Provincial por la Memoria (CPM). Se entabló un diálogo y se logró desactivar el conflicto.

Una de las negociaciones giró en torno a la recuperación de las salidas laborales, que quedaron interrumpidas ante el riesgo de contraer el virus. Asimismo, se supo que los detenidos están redactando un petitorio detallando sus demandas. Se quejan, por ejemplo, de que las causas están "dormidas" ante la actividad limitada que hay en Tribunales. El escrito será presentado en el Poder Judicial. Otra de las quejas se vincula a las medidas de higiene, que algunos detenidos consideran insuficientes.

Contexto complejo

El uso de celulares en algunas instituciones penitenciarias hace que la difusión de estos actos se produzca de manera especialmente rápida, al igual que la coordinación entre diversas unidades, por lo que da la impresión de que las quejas se extienden con más facilidad que antes.

El fin de semana pasado se conoció que ya había un caso de covid-19 dentro de los penales argentinos. Julián Arakaki, que cumple cadena perpetua en el penal de Florencio Varela y dio positivo en los tests, está aislado; al igual que algunos de sus compañeros y al menos 10 agentes penitenciarios.

Como dato anecdótico, cabe destacar que cerca de la Unidad 10 de Melchor Romero está la Alcaidía 3, donde se alojan los ocho rugbiers detenidos por el crimen de Fernándo Báez Sosa.