"Me torturan todos los días"

Pereg por fin habló y su defensa pidió el sobreseimiento

En la tarde de este miércoles, Nicolás Gil Pereg habló después de mucho tiempo. Dijo que está en huelga de hambre porque en la cárcel lo maltratan. Su defensa fue más allá: pidió el sobreseimiento y la nulidad de la investigación que hicieron los fiscales. Arde la causa.

Facundo García
Facundo García miércoles, 26 de febrero de 2020 · 22:33 hs
Pereg por fin habló y su defensa pidió el sobreseimiento
Pereg Gil Pereg sigue sosteniendo que es un gato salvaje. Pero esta vez dialogó con el juez. Foto: Télam

Una de las novedades de este miércoles fue que Nicolás Gil Pereg entró sin maullar a la sala 4 de Tribunales. La otra, que se cambió la remera después de varios meses. La tercera, que -según dice- ha iniciado una huelga de hambre porque "quiere morir". Tres noticias que, sin embargo, no agotan la cantidad de cosas que se vieron en la audiencia que presidió el juez Sebastián Sarmiento y que calentó el antagonismo entre las partes hasta generar un clima francamente tenso.

Así entraba Pereg a Tribunales

"Hace dos semanas que no como. Si llego a morir porque no me alimento, si termino en el cementerio, no sé que tipo de valor tendrá esta audiencia", arrancó el diálogo Gil Pereg, que lucía apagado pero se expresó durante unos cuantos minutos, lejos de los maullidos que suele soltar ante las cámaras.

"No quieren entender que soy un gato"

"Todo el día me están golpeando, de la mañana a la noche, de lunes a domingo. No tengo paz. Me escupen la comida. Me agarran del pelo, me intentan cortar el pelo y la barba a la fuerza, me lastimaron el cuello", prosiguió el detenido en su relato. "No quieren entender que soy un gato".

 Video: Pereg denunció que lo están torturando.

El relato impacientó a los fiscales, quienes recordaron que Pereg ha pasado por 50 entrevistas de control en 400 días, más pericias psicológicas y psiquiátricas. Para corroborar si las heridas que asegura tener son auténticas, el Fiscal en Jefe de Homicidios, Fernando Guzzo, pidió que se derive al detenido al Cuerpo Médico Forense; a lo que la defensa respondió solicitando que el informe incluya también nuevos estudios psicológicos

Hasta ese punto la tarde venía tranquila. El fuego cruzado vino después.

Los que lo defienden

La semana pasada, el Ministerio Público Fiscal solicitó al elevación a juicio de la causa. Pero la defensa respondió este miércoles reclamando directamente el sobreseimiento debido a que, a su criterio, el acusado es un enfermo mental y por lo tanto no puede hacerse cargo de sus actos. A esto le añadió un pedido de nulidad de la investigación realizada por los fiscales y su pretendida elevación a juicio, al considerar que "no se han cumplido" algunos requisitos legales.

La defensa de Pereg pidió el sobreseimiento.

Para los defensores Maximiliano Legrand, Lautaro Brachetta y Marcos Segovia, la investigación que encabezó la fiscal Claudia Ríos tiene errores. Y sus críticas son múltiples. Por un lado, cuestionan que se hayan utilizado contra Pereg algunas entrevistas y declaraciones que hizo antes de quedar preso.

"Esas declaraciones que realizó el detenido ya fueron calificadas como nulas y no obstante se colocan como prueba", enfatizó Legrand, antes de resumir su postura: "elementos como ese vician de nulidad todo el proceso".

Otro de los argumentos de la defensa tiene que ver con la presunción de inocencia. Para Legrand y su equipo, uno de los objetivos de la investigación de los fiscales consistía en determinar si Pereg era o no consciente en el momento del crimen. Algo que, según repiten, no ha sido demostrado. Legrand: "los informes dicen que nuestro defendido puede haber tenido brotes psicóticos antes y después del hecho. ¿Cómo saber si estaba lúcido cuando se produjo el incidente del que se lo acusa?". En ese sentido, el letrado sostuvo que "la duda no puede usarse en contra del imputado".

Los que lo quieren preso

Enseguida, la voz del Fiscal Fernando Guzzo dejó entrever su enojo. "Resulta que hoy Pereg no maulló. A lo mejor porque en el pasillo no había cámaras", disparó. "Además, nos dice que está comiendo mal. Se queja. No se entiende cómo este gato salvaje se ha adaptado tan bien a las costumbres de la burguesía".

Para Guzzo, la defensa no tiene estrategia. "Hemos aceptado incluir todos los informes que pidieron. ¿Sabe por qué, señor juez? Porque no les van a servir para nada, ya que no tienen una teoría del caso. El Ministerio Público Fiscal sí la tiene, y está fundada en las pruebas de que Pereg mató a su tía y a su madre", profundizó.

En la audiencia, Guzzo volvió a referirse a las "actuaciones" de Pereg como un capítulo de Tomy y Daly -la caricatura que miran los Simpsons-. Es más: llegado un punto de su argumentación, se refirió a la otra parte como "Don Gato y su pandilla". Señal de que hace rato que los fiscales perdieron la paciencia ante las maniobras dilatorias.

Frente a esta retórica, la defensa de Pereg anticipó que pedirá la compulsa de Guzzo; es decir, intentará que se revise su comportamiento en el caso "por haber faltado al decoro que requiere la presencia en la sala".

El juez Sarmiento optó por tomarse un cuarto intermedio para fallar sobre la elevación a juicio. En breve podría conocerse su decisión. Las pruebas de uno y otro lado están sobre la mesa. Las miradas se afilan y se chocan. Lo que resta -anticipan en los pasillos de Tribunales- será digno de ver.

El caso del "hombre gato"

El israelí Nicolás Gil Pereg llegó a la Argentina en 2009. Se dedicó a diversos negocios hasta que recaló en un predio de Guaymallén ubicado justo frente al Cementerio Municipal.

Pereg a poco de llegar a Mendoza.

En enero de 2019 denunció la desaparición de su madre y su tía, que lo habían venido a visitar desde el extranjero. Poco después, los cuerpos de las dos mujeres fueron descubiertos dentro del predio que habitaba el hombre. Los cadáveres estaban atravesados por hierros de construcción y enterrados a un metro y medio de profundidad, en una habitación cerrada.

Con Pereg preso, empezaron los maullidos. Incluso en un momento pidió que lo metieran en una jaula del zoológico junto con sus gatos. La metamorfosis felina se fue ampliando al ritmo de la causa, que ya cuenta con 14 cuerpos y 3187 fojas

El proceso legal no ha sido sencillo. La defensa hace lo posible por evitar que Pereg enfrente el veredicto de un jurado, esgrimiendo la tesis de que está loco. E incluso si el juez aprueba la elevación a juicio, todavía existe la posibilidad de presentar más recursos.

 

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