Sospechas

La causa más caliente de la Justicia Federal ya tiene quien la investigue

Una investigación policial reveló posibles lazos entre funcionarios federales de la provincia y delincuentes que habrían pagado para salir en libertad o modificar sus imputaciones. En las últimas semanas, tres fiscales y un juez se abrieron de la causa. ¿Hay temores? ¿Cómo sigue la historia?

Jorge Caloiro y Facundo García domingo, 8 de noviembre de 2020 · 08:44 hs
La causa más caliente de la Justicia Federal ya tiene quien la investigue
Diálogos El teléfono de Bardinella Donoso tendría algunas conversaciones comprometedoras. Imagen ilustrativa. Foto: ALF PONCE MERCADO / MDZ

El domingo pasado, MDZ reveló que se había abierto un expediente para investigar los posibles “tongos” entre funcionarios de la Justicia Federal de Mendoza y presos que habrían pagado para conseguir libertades, domiciliarias, sobreseimientos y cambios de carátula. La noticia de esta semana es que Dante Vega, fiscal general de la Cámara Federal de Apelaciones, decidió tomar el caso y en breve podría abrirse una instrucción para ver si existe esa mafia

La causa es impactante por más de un motivo. El más notable es que en los últimos días -y por diversas razones- tres fiscales y un juez decidieron abrirse de esta verdadera “papa caliente”. Por hache o por ve, el expediente 13.854/2020 ha rebotado cual pelota de pinball de oficina en oficina.

Como si su contenido anticipara problemas. Como si lo que aparece entre esas fojas fuera especialmente delicado

Chispa

El primer chispazo se produjo en marzo de este año, cuando la Policía detuvo en Guaymallén a quien por entonces era uno de los hombres más buscados del país: Walter Bardinella Donoso (40). Al capturar al fugitivo -hoy preso por una causa de narcotráfico, la 1015/C-2014- los investigadores secuestraron su teléfono. Y los diálogos que Bardinella Donoso mantenía en sus chats encendieron la alarma.

Hay alarmas contra incendio, antirrobo, para despertarse en la mañana. Esta es una alarma institucional. Según pudo saber este diario, el detenido habría discutido sobre posibles liberaciones, cambios en expedientes, etc. Dicho en idioma de la esquina: se sospecha que operaba -y opera- un camino paraestatal para resolver causas a cambio de dinero. Con el agravante, además, de que se trata de asuntos federales, donde se persiguen delitos como secuestros, trata de personas, contrabandonarcotráfico

Los peces más gordos, eso sí, apenas se mueven. Incluso trascendió que a uno de ellos le llaman, con reverencia un tanto hilarante, “el Gran Jefe”

¿Quién hace la operatoria, entonces? Se cree que la organización se maneja con punteros que concretan el contacto con los imputados, les marcan el “camino alternativo” y luego los invitados deciden. O enfrentan el peso de la Ley, o pagan y su panorama legal se allana. Todo esto, obviamente, entra en el terreno de la hipótesis y deberá ser demostrado en Tribunales, si es que la causa no termina en el fondo de un archivo.

—A mí me llamaron para que entre todos los imputados juntáramos 200.000 dólares— admitió días atrás a MDZ un detenido que no pagó y fue condenado, aunque jura ser inocente.

Otro ámbito a investigar es el de Aduana. Se cree que cuando algún camión queda trabado en el ingreso al país por venir flojo de papeles, hay ciertas personas capaces de facilitar ese ingreso. Previo pago, obvio.

¿Quién agarra?

Bardinella Donoso fue detenido; su teléfono analizado. Cuando los efectivos policiales remitieron esa presunta carga probatoria que había en el celular al fiscal federal Fernando Alcaraz, este se excusó, ya que -según señalaron fuentes- él mismo estaba mencionado en los diálogos.

Cuidado: que esté mencionado no implica que haya tenido que ver con la transa, pero sí lo pone en una posición incómoda a la hora de la instrucción, ya que alguien podría aducir que se investiga a sí mismo.

Van cuatro funcionarios federales que se excusan de agarrar el expediente

Alcaraz se abrió, pues. A continuación también se excusó el juez Marcelo Garnica. En esta oportunidad, la razón fue que había juzgado previamente a Bardinella Donoso -dos causas: en una lo procesó y en otra dictó falta de mérito-. A los ojos del magistrado, ese antecedente podía comprometer su imparcialidad

Y de ese modo la causa recaló en Eduardo Puigdéngolas, juez federal de primera instancia de San Rafael, quien debió hacerse cargo en virtud de una resolución de la Presidencia de la Cámara Federal de Apelaciones, con la firma de su Presidente, Juan Ignacio Pérez Cursi.

Ahora bien: para que se dispare la investigación el juez necesita de un fiscal que le eleve el requerimiento de instrucción. Excusado Alcaraz, la pelota pasó a la Fiscalía Federal 1, a cargo de María Alejandra Obregón. Y al igual que los demás, ella se excusó.

Parece broma, pero ahí no terminó la serie. El fiscal de San Rafael Ignacio Ariel “Nacho” Sabás recibió una notificación en la que le indicaban que el temita quedaba a su cargo. A esta altura, el lector puede completar solo lo que ocurrió luego.

La verdad

Efectivamente, Sabás se excusó. Con él ya son cuatro los funcionarios federales que se abren del expediente. Pero hace pocas horas el mismísimo fiscal de Cámara Dante Vega decidió agarrar la papa caliente: no tiene motivos para excusarse y confía en que podrá actuar de forma imparcial. Vega ya tiene experiencia en investigar a funcionarios del Poder Judicial, particularmente a jueces. 

O se investiga o se archiva la causa, that is the question

Habrá que definir. Una opción es que Vega eleve al juez Puigdéndolas el requerimiento de instrucción. A partir de ahí se avanzaría en la pesquisa. La otra es que opte por archivar la causa. Aún se desconoce cuáles son las pruebas concretas que se están manejando. De su contundencia podría depender lo que venga de aquí en más.

La clave, como en muchos casos, estará en el contenido del teléfono. No está de más recordar que en el caso Aliaga, en el que se mencionan a vuelapluma posibles contactos con funcionarios federales, el celular del ex despachante de aduana asesinado nunca apareció. Tal vez no aparezca nunca.

¿Y qué hay en el “teléfono de Pandora” que llevaba Bardinella Donoso? ¿Qué dicen esos audios y mensajes? ¿Pagó alguien para recibir beneficios? Si se demuestra que hay elementos sólidos, sería un despropósito no ir hasta el fondo de la trama. Un despropósito y una injusticia.

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