Investigan si hay arreglos para liberar presos en tribunales federales

A principios de este año, la lista de los prófugos más buscados de la Argentina incluía a un narco con raíces mendocinas, Walter Bardinella Donoso (41). La Policía le había echado el ojo por varias causas: el 6 de marzo, el tipo subió a su camioneta VW Amarok y salió a andar por Guaymallén. Sin embargo los investigadores ya lo tenían en la mira.

Lo apresaron en Las Cañas y 25 de mayo. Y quedó tras las rejas, acusado de liderar una banda que había intentado pasar cientos de kilos de marihuana hacia Neuquén en un camión, allá por 2015. En esa causa -expediente  1015/C-2014- ya había cuatro detenidos. Donoso era el quinto.

Como suele hacerse en estos casos, se secuestró el teléfono del involucrado y se lo perició. Se sabe: la vida cotidiana de todos -no solo de los imputados- pasa hoy por el celular. De modo que los efectivos de Científica revisaron mensajes, llamadas, etc.

Y lo que encontraron les dejó los ojos como platos.

Contactos

Según comentaron fuentes judiciales a MDZ, en esos intercambios había diálogos más que sospechosos, en los que Bardinella se habría referido a diversos tipos de negociados que algunas personas hacían con determinados jueces, fiscales y abogados de la provincia. El tema movilizó a todos en Tribunales Federales. Tanto, que la Cámara Federal lo tomó para pedir que se inicie una investigación en lo que es una causa que quema. 

Vale destacar que en el fuero federal se tramitan no solo los casos de narcotráfico, sino también los de contrabando, secuestros y trata de personas, entre otros delitos.

De acuerdo a lo que empezaron a intuir los investigadores, entre el mar de secretos que guardaba aquel teléfono flotaban excarcelaciones, domiciliarias y posibles cambios de carátula para imputados por delitos federales. Según las sospechas, claro, serían favores realizados a cambio de dinero. La hipótesis es que el acusado abonaba “el servicio” y como por arte de magia se le allanaba el panorama.

Ante esa sospecha, los investigadores de la Policía de Mendoza decidieron pasarle toda esa información a un fiscal federal. El hombre recibió las pruebas, las hojeó -tal vez levantó un poco una ceja- y derivó el material aportado por los efectivos a un juez.

Pero a la hora de investigar, el fiscal se excusó: él mismo aparecía mencionado en los mensajes comprometedores.

Secretos

Quizá a esta altura algún lector haya tenido la sagacidad de descubrir un detalle: Walter Bardinella Donoso también se menciona -aunque muy por arriba- en la causa que investiga el secuestro de Diego Aliaga, el ex corredor de aduana desaparecido en julio y hallado muerto en un campo de Costa de Araujo (Lavalle) el pasado 10 de septiembre.

En efecto, durante una etapa de aquella pesquisa se ubicó a Bardinella entre los sospechosos. En alguna declaración se llegó a sugerir que Walter -que para entonces, mediados de 2020, ya estaba preso- podría  haber organizado un ataque a Aliaga tras efectuarle un hipotético pago y no recibir ningún beneficio.

Es más: hasta le allanaron la celda y secuestraron otro de sus celulares. “Ese otro aparato de Bardinella Donoso todavía no se ha podido analizar -contó a este diario una fuente-. Pero si lo desbloqueamos, podría ser otra caja de Pandora”.

Un familiar de Aliaga deslizó la posible existencia de esos contactos: “Otro que tiene problemas con Diego es Walter (Bardinella). A este tipo lo conozco en persona. No sé dónde vive, pero sé que estuvo en el penal. Lo molestaba a Diego porque era su amigo; le pedía plata para salir de la cárcel (…) Supuestamente lo había amenazado. La verdad es que Diego le hizo el aguante a Walter y lo sacó en domiciliaria”. La declaración está en el expediente.

¿Qué significa “Diego le hizo el aguante y lo sacó en domiciliaria”? ¿Cómo se hacía para conseguir esas mejoras con los presos federales? ¿Se sabrá algún día?

Papa caliente a la mendocina

Pero volvamos a la primera causa mencionada aquí; la que se abrió tras revisar el teléfono que Bardinella Donoso portaba aquel 6 de marzo, cuando lo capturaron mientras él circulaba distraído en su 4x4. El asunto de los posibles “tongos” entre presos con plata y algunos funcionarios.

Como se señaló, el fiscal al que le tocó el caso no lo quiso agarrar porque él mismo aparecía mencionado en los mensajes, y eso lo ponía en riesgo de auto-investigarse, lo que tornaba insostenible la situación.

Van tres funcionarios federales que deciden abrirse de la causa

Luego, el juez al que le cayó el expediente también se excusó, aduciendo que había tenido a cargo causas en las que se había juzgado a Bardinella -en una lo había procesado y en otra había dictado una falta de mérito-.

Y así siguió su derrotero esta verdadera “papa caliente” de las instituciones. Finalmente, el expediente 13.854/2020 terminó en el despacho del Juez Federal de primera instancia de San Rafael, Eduardo Puigdéngolas, quien -según pudo saber este diario- debió hacerse cargo en virtud de una resolución de la Presidencia de la Cámara Federal de Apelaciones, con la firma de su Presidente, Juan Ignacio Perez Cursi.

¿Y la pesquisa? Hasta hace pocas horas todo el contenido del primer “teléfono de Pandora” -capturas, pericias, audios, etc.- se encontraba en la oficina de otra fiscal… que también se excusó. Con ella, van tres funcionarios federales que deciden abrirse de la causa.

Da la impresión de que el expediente quema. La última información a la que accedió MDZ confirma que está en manos del fiscal federal de San Rafael. Y hasta donde alcanza la vista, aún no hay requerimiento de instrucción para que se investigue esta presunta telaraña de negociados que hace transpirar a algunos de los sujetos mejor perfumados de Mendoza ¿Quién se anima?

• ¿Aportes? ¿Comentarios? Puede escribir a fgarcia@mdzol.com