Mendoza ya tiene su avión hidrante para la temporada de incendios: cómo es y cómo opera
Se trata de un avión hidrante Air Tractor AT-802 del Servicio Nacional de Manejo del Fuego. Será la aeronave base para combatir incendios en esta temporada.
El avión hidrante transporta 3.000 litros y funciona como complemento; su efectividad depende de viento, combustible y coordinación en tierra.
Alf Ponce Mercado / MDZEn la mañana de este miércoles aterrizó en el Aeroclub La Puntilla el LV-JGK, un Air Tractor AT-802 especialmente equipado para combatir incendios forestales. El arribo marca, como cada año, la temporada alta de peligro de incendios en Mendoza, que suele extenderse desde noviembre hasta marzo.
El avión llega en el marco del Servicio Nacional de Manejo del Fuego (SNMF), dependiente del Ministerio del Interior, que asiste a las provincias con aeronaves, pilotos, brigadistas, logística, camiones de abastecimiento y capacitaciones. En los últimos años, el organismo entrenó a más de 7.000 agentes en todo el país.
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El Aeroclub Mendoza como base clave
Aunque muchos mendocinos desconozcan su rol, el Aeroclub Mendoza de La Puntilla es una pieza indispensable en el combate de incendios de la región. Allí operan históricamente los aviones hidrantes, ya que, según explican los especialistas, estas aeronaves no pueden trabajar desde el aeropuerto El Plumerillo, principalmente por cuestiones operativas y de cercanía a las zonas de riesgo.
“Los aviones siempre han operado desde acá, porque es la única base cercana para apagar incendios en esta zona”, explicó a MDZ Matías Orduña, presidente del aeroclub. En octubre de 2023, por ejemplo, un avión hidrante trabajó intensamente para controlar un foco detrás del barrio Dalvian.
Durante toda la temporada, suele haber un avión “en guardia” con un camión cisterna listo para cargarlo. Cuando la magnitud del incendio lo exige, pueden sumarse dos o tres aeronaves provenientes de otras provincias.
Cómo funciona la aeronave y cuándo se decide usarla
En diálogo con MDZ, Diego Martí, coordinador del Plan Provincial de Manejo del Fuego, detalló las características del avión que acaba de llegar: “Este avión tiene en la trompa una tolva con capacidad para 3.000 litros, unos 800 galones. Se carga desde abajo, donde se acopla la manguera del camión hidrante que bombea el agua”, explicó.
“No existe un cálculo de cuánta superficie puede apagar. Depende totalmente del tipo de incendio, del combustible vegetal, del viento y de la gente que trabaja abajo. El avión es un complemento, no funciona solo”, aclaró Martí respecto a su efectividad.
¿Cuándo se envía un avión hidrante?
Según Martí, enviar un avión hidrante a un foco de incendio no es una decisión automática ni unsa solución mágica. “Primero evaluamos la seguridad para el piloto, los obstáculos aéreos, la distancia a la pista y la hora del día. Si no hay personal capacitado abajo que pueda advertir sobre cables, torres o riesgos, no se lo despacha”, detalló.
También explicó que el avión pierde efectividad si la distancia entre recargas es demasiado larga. “Si la cadencia entre un disparo y otro se estira, el efecto se pierde. Por eso en Aeroclub La Puntilla es una base estratégica, ya que en aproximadamente siete minutos se puede estar en el pedemonte”, concluyó.
Una tarea que no se improvisa
Ignacio, piloto del Air Tractor, compartió su experiencia con MDZ: “Nos habilitan específicamente para combate de incendios. No somos bomberos, pero recibimos formación para saber cómo tirar, en qué dirección y cómo trabajar con la gente de tierra. Ningún incendio es igual a otro”, aclaró sobre su función.
“Siempre trabajamos con un director de tiro. Él nos marca los obstáculos, el tipo de descarga que se necesita. Es decir, si más larga, más penetrante o tipo lluvia y, también, hacia qué zona quiere frenar el avance”, explicó el piloto sobre cómo es la coordinación durante un operativo.
En cuanto a la vida del piloto que opera el avión hidrante, Ignacio detalló: “Estoy acá durante mi guardia. Después viene otro piloto. El avión puede quedarse meses o puede ser trasladado a otra provincia según lo decida Nación”, explicó.
Además, Martí se expresó sobre el mito que rodea a los aviones “canadienses” (Canadair CL-215, CL-415 o DHC-515). En contraposición a que muchas personas piden por la adquisición de aviones más grandes para enfrentar los incendios, Matí aseguró: “No sirven en Mendoza. Necesitan un oleaje menor a 20 o 30 centímetros para cargar. En Patagonia, por el viento, eso casi nunca ocurre”, desmintió.
También dio su opinión como coordinador del plan provincial y enfatizó en que: “Prefiero tres aviones como este antes que uno grande por lo que son más versátiles y permiten armar una mejor cadencia de descarga”, sentenció.




