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María Ester Sánchez: "El streaming de hoy es lo que fue Juan Alberto Badía con la radio y la televisión"

Recibimos en MDZ a María Ester Sánchez, locutora, una gran mujer de radio que honra la memoria de su mentor, Juan Alberto Badía, a 13 años de su partida.

María Esther Sánchez

María Esther Sánchez

Agustín Tubio / MDZ.

El nombre de Juan Alberto Badía es sinónimo de una de las figuras con mayor creatividad en la historia de la radio y la televisión. Impulsor de figuras como Marcelo Tinelli, difundió el rock nacional en sus programas de televisión, algo que no era tan común en la década del ‘80.

Falleció el 29 de junio de 2012, por eso a 13 de su partido, en una nueva entrevista MDZ, nos visita María Ester Sánchez, locutora, docente, entre otras profesiones, para honrar a través de una entrevista, la memoria de quién ella considera, su gran maestro, el Beto Badía.

-Bienvenidos a una nueva entrevista. MDZ. Tenemos el gran gusto de estar con María Ester Sánchez. Es locutora, es presentadora, es docente y formadora de futuros locutores y también actriz y cantante. Primero locutora y después actriz y cantante. ¿Cómo te presentas?

-Primero locutora pero también actriz y cantante también, aunque vinieron después con distintos aprendizajes, en mi esencia, desde pequeña siempre estuvo primero la actriz y la cantante. La locución fue una cuestión familiar, de mi padre porque siempre tuve buena voz, buena dicción y entonces cantaba folklore en Chacabuco, Provincia de Buenos Aires.

Siempre me gustó la actuación, aunque todavía no había hecho nada ni aprendido. Entonces me dijo mi papá que necesitaban una locutora. Todavía no estaba conformada como radio, se llamaba publicidad. Era la la radio con los parlantes en las casas, el dueño tenía una disquería la "Martini". Fui y me presenté y empecé ahí con 17, 18 años. Ni pensaba venir a estudiar a Buenos Aires. Chacabuco es la sede nacional de la Fiesta del Maíz.

Contratan a Juan Alberto Badía para hacer la animación de la noche central del festival y a mí como su locutora. Ahí nos conocimos y Juan Alberto fue quien me dijo que yo tenía condiciones. "¿Por qué no vas a estudiar a Buenos Aires?". Ese fue el puntapié inicial, de mi venida a Buenos Aires, de estudiar, de rendir examen. Si supieras lo que eran los exámenes en mi época ni te imaginabas la historia que te esperaba. Siempre sorpresa tras sorpresa. Con piedras en el camino, como nos tocan a todos, por supuesto.

Siempre fui de ir hacia adelante. Entonces, reunión familiar, mis padres, yo única hija, mira, no querían saber nada de que yo viniera sola a Buenos Aires. Así que tan sola no vine, con mi novio, quien fue después mi marido, con papeles. Rendí examen en los dos únicos institutos que había en aquel entonces. ISER y Cosal. El último examen me lo tomó Juan Ramón, el papá de Juan Alberto Badía.

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Juan Alberto Badía.

Juan Alberto Badía.

-Fue todo relacionado con los Badía, sin quererlo.

-Venía con esa inocencia pueblerina, por así llamar, del interior del país. Y el último examen, que era de práctica de radio, ISER no tenía estudios, el examen fue donde era Radio El Mundo, en Maipú 555, donde está Radio Nacional. Dan las notas, como era un solo examen, te daban las notas en el momento de la más baja a la más alta y la mía no aparecía. Estaba con un nudo en la garganta. Y dice Juan Ramón: "¿Falta alguien?", levanto la mano y digo: "yo Señor". "Cómo se llama usted?", María Esther Sánchez. "¿Usted es la señorita de Chacabuco?", sí, señor. "Quiero decirle que usted tiene la nota más alta, que no necesitaría hacer la carrera, pero tiene que hacerla igual". Fueron tres años maravillosos, de mucho esfuerzo, me mantengo solita desde los 14 años, fue buscar trabajo, conocer la ciudad y a trabajar y estudiar.

-Cuando te recibís y tenés el carnet de locutor nacional y decís, ¿y ahora? a empezar a trabajar inmediatamente.

-Me llamaban de todos lados, sobre todo con suplencias porque era la época que por vacaciones o por enfermedades, enseguida nos llamaban a los locutores suplentes.. Radio y televisión eran las dos cosas, pero radio y así empecé en Radio El Mundo "Charlando en las noticias" con Luis Garibotti.

Fui locutora de Canela, entré en Radio Rivadavia con relación de dependencia en AM y FM con Omar Cerasuolo. Fui suplente de Rina Morán y Beba Vignola, de Rapidísimo amiga de Susi Deval, la locutora de Antonio Carrizo, Los veranos en Mar del Plata con Sergio Velasco Ferrero, éramos las dos locutoras. La "grande", Rina Morán y la nena. yo. Salíamos a caminar por las calles de Mar del Plata. Eran otras épocas donde tenías te pagaban, pasaje, el hotel, la comida, era un placer. Entonces se hacía pasar como si fuera mi mamá.

Al poco tiempo Radio Rivadavia lanza FM R Frecuencia Modulada, Rivadavia y lo contratan a Juan Alberto Badía y ahí yo comienzo con él y Marcelo Tinelli también, claro, porque Marcelo era el chico de la Oral Deportiva.

Juan Alberto Badía

Juan Alberto Badía

-Abramos el capítulo. Juan Alberto Badía en tu vida, ¿cómo fueron los comienzos con él?

-Piedra Libre se llamaba el programa que hacíamos en Radio Rivadavia, porque a partir de esa época comienzo a hacer otras tareas donde yo era la locutora de Juan Alberto y además hacía las tandas de Rapidísimo, eran unas carpetas donde se leían avisos en vivo. Él me observaba mucho, una virtud que tenía Juan Alberto Badía, entre otras, una gran generosidad.

-Vos disfrutaste de un Juan Alberto, enormemente generoso, sensible.

-Se guardaba mucho también porque era una época donde no se expresaba tanto y claro, sentía por ahí las mujeres un poco más, pero el hombre entonces era el conocimiento, porque al estar tantas horas con él en la radio, ya con una mirada, sabías lo que le gustaba y lo que no, el humor que tenía con Marcelo Tinelli, que lo amaba porque fue como un hijo para él. Era la época de Badía y compañía cuando empezamos en la FM de Radio Rivadavia, entonces fui a hacer un móvil de espectáculos, descontracturado, con Patricia Sosa en el Samba del Parque Interama, era muy creativo y diferente. Así que maravilloso. Al tiempo me dijo que tenía una noticia para darme y una propuesta. y por primera vez Juan Alberto fue a mi casa. Yo nerviosa, qué será. Era el proyecto de Imagen de Radio. Que lindo que fue llevar la radio a la televisión hoy dicen que él fue bueno en todos los aspectos.

-Un paso adelantado siempre.

-El streaming de hoy es Juan Alberto con la radio y la televisión, solo que bueno, en lugar de hacerlo en un estudio de radio era todo montado. Empezamos en la mañana en Canal 13, luego pasamos a ATC, después hubo un impasse y terminamos de hacerlo en cable satelital. Paralelo a esto, Juan Alberto comienza a hacer su radio "Estudio Playa", en Pinamar. El primer verano fue una explosión maravillosa con Graciela Mancuso era llevar la radio ahí, como él decía, el pelo del agua, cerquita estaba Bunge y el mar primero no fue en Bunge, fue en otro balneario y después él con un como si fuera un motor enorme en la playa, ahí en Bunge y el mar hizo su radio. Entonces los veranos eran de radio en Estudio Playa, así que fue mucho y maravilloso.

-Fue muy importante en tu vida, ¿no?.

-Sí, porque él me descubrió, por él vine a estudiar, crecí y es más bien la parte artística también, porque hacer los móviles de espectáculos, me dió esa parte así latente. Un día voy a hacer la nota a Pepe Cibrián y me enamoré de la comedia musical porque reúne todo, canto, actuación, baile y entonces le pregunto a Pepe si yo, que tenía 30 años, todavía podía estudiar comedia musical. Fue también un despertar de todo, porque yo siempre muy tapadita.

Nunca me destacaba en cámara. Entonces me puse una malla enteriza negra, que la había usado este para los cursos antes del embarazo de mi hija. Miraba cómo fue evolucionando la situación que Juan estaba en Badía y compañía y de sorpresa él no sabía que yo iba. Va Pepe Cibrián con su truco. Juan no lo sabía y voy con unas calzas negras, pero una malla enteriza como si fuera un dálmata porque era blanco con negro, siempre hice este tipo de cosas. Juan Alberto Badía fue un descubridor de talentos, respetuoso. Llevar a todos los músicos, todos los estilos, jamás hicieron playback con Juan Alberto, hasta en la radio iban con un pianito o una guitarra en vivo. Era el programa de los sábados por excelencia a la tarde y fue el descubrimiento de tantos artistas y bueno, y tantos comencé tantos con él. Así que bueno, ahí estamos.

Su experiencia con el cáncer de mama

Su experiencia con al cáncer de mama

-María Esther, ¿cómo estás en esta etapa de la vida, la docencia? Enseñarla a todos los alumnos y contarle todo lo que vos viviste.

-También hoy es complicado. Porque después de tantos años cambió tanto, tanto la radio como la televisión que contarles historias. A veces me miran como diciendo ah, eso existió. Yo he sido docente y ahora lo digo. He sido porque hace muy poquito, una semana, que soy una joven jubilosa de ISER. Cuando llega la jubilación docente ya no podés seguir trabajando. Pero sí continuó la docencia en la Universidad de La Matanza, en la UNAM, que es la misma carrera y la misma cátedra que doy práctica integral de radio para los alumnos de tercero y después. Soy locutora comercial en Radio del Plata y hago espectáculos como hace muy poquito. Me encanta mi profesión, amo mi profesión y a mi ángel, como digo yo que Juan siga estando presente.

-Dos preguntas que tienen que ver con esto que estás contando. La primera es ¿cómo te llevás con el paso del tiempo?

-Ahora que me llegó la jubilación, es como un sacudón. porque todos me admiran, todos me quieren todo, pero nadie contrata. Entonces cuando veo la tele o gente que bueno, disminuye, el vocabulario, la presencia, tantas cosas que no se cuidan. Me duele porque en el paso del tiempo yo tengo una trayectoria, pero además un saber, un decir, un vocabulario, un respeto por el otro que cuesta. Los grandes artistas que no están, que no tienen cabida. Por ejemplo, mi amigo el Tano Piero es maravilloso en Colombia y Ecuador, con 80 años, sigue allá y a los niños les enseñan sus canciones y las canciones del álbum de los chicos que hizo y muchos les pasa lo mismo y acá son presentaciones esporádicas para gente como uno.

-Si uno recorre tu historia podemos apreciar que tu vida para nada fue fácil en muchos aspectos y que sin embargo saliste adelante y hoy lo contás de una manera tan linda y además sos una gran mujer de fe y me consta ¿la fe te salvó?.

-Siempre, estoy contando cosas nada fácil, como un cáncer de mama hace 15 años. Y antes de eso, mi hija era chiquita, yo trabajaba en Radio Rivadavia, vivía a unas cuatro o cinco cuadras, me había mudado precisamente para estar cerca de la radio y un día entro en el edificio con ella, que estaba en el cochecito. Le había sacado a pasear a la horario de la siesta. Creo que esa historia no la conoces, y aparece un hombre bien vestido, estaba en la puerta y yo le pregunto, ¿entrás? y me dice, si, y pensé será alguien que va a otro piso. Cuando entramos al ascensor, saca un arma, y me dice, "¿Dónde vas?" yo con la nena. Yo claro, entra en el departamento conmigo, lo único que pensé, Virgen mía, que no nos pase nada ni a la nena, ni a mí ni.

Me encomendé totalmente, aunque las piernas me temblaban, porque hizo bueno que le entregue las cosas que tenía. Poné la nena en la cuna, y desvestite antes de eso, porque yo creo, soy de fe, pero la fe, como yo digo, está en todo, porque no nos vamos a salvar solo en los que creamos en Dios, en lo que creas. Vos andá, entonces me voy a la cocina y digo "ay, perdón, tengo que darle una pastillita a la nena" pero Dios me guiaba, te digo porque yo no pensaba, claro, y yo había visto que en la mesada había una cuchilla y sobre la cuchilla un bol. Agarro la cuchilla y le digo "Te vas de acá".

Abrí la ventana y empecé a los gritos. ¡Socorro, socorro! 6.º C. El tipo entró en pánico y se fue. Era tanta mi locura que al toque entró el portero y me sostuvo la mano porque yo ya no veía yo nada. No nos pasó nada. Y la radio, que era mi casa. Después de esto me pagaron y me fui un fin de semana a un hotel famoso de Mar del Plata. Todo pago con mi nena. Yo me quería ir, yo no me quedo más en Buenos Aires, me vuelvo a Chacabuco. Tómate unos días tranquila.

-¿Y la otra?

-Cuando de la nada, siendo una mujer completamente sana, me hago la mamografía. La primera. No, una segunda. No, una tercera. ¿Qué pasa? Me lo dijeron con una brutalidad, hay unas células cancerosas. Usted tiene cáncer de mama. Bueno, hice todo lo que había que hacer este y a su vez encomendarme a Dios y la oración. Nunca dejé de trabajar cuando tenía las sesiones de quimio y demás, y que no estaba la tecnología tanto como ahora. Yo escuchaba a mis alumnos todo y después les daba la devolución por teléfono y no se salvaban.

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Entrevista completa a María Esther Sanchez

-Que linda, María Ester, qué gran placer escucharte. Gracias por visitarnos.

-Muchísimas gracias, Gracias a vos y gracias a todos y bendiciones para todos.