Los fundamentos por los que Greenpeace se niega a la reforma de la Ley de Glaciares
Greenpeace detalla los peligros de la modificación de la Ley de Glaciares y advierte que "desprotege áreas periglaciares y viola el principio precautorio constitucional".
Especialistas alertan sobre la reforma a la Ley de Glaciares. Matías Arrigazzi, de Greenpeace, advirtió en MDZ Radio que el proyecto oficial ataca la "raíz" de la ley pionera de 2010 y "desprotege reservas hídricas estratégicas, transfiriendo la decisión de qué proteger a criterios administrativos provinciales en lugar de técnicos".
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"Es un proyecto de ley que viene a modificar una ley que fue pionera, que fue modelo, fuimos pioneros en el mundo", indicó Arrigazzi al inicio de su exposición. En ese sentido, afirmó que la ley vigente "ahora se ve seriamente amenazada por unas modificaciones que atacan directamente a la raíz de la ley".
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Entre los cambios sustanciales, el especialista destacó que los "grandes cambios apuntan a dejar de tener presupuestos mínimos a nivel nacional para que ahora quede al criterio de cada una de las provincias, qué es lo que hay que proteger y qué es lo que no". Este nuevo enfoque, según su análisis, implica que "el criterio pueda ser administrativo en lugar de técnico. Ahora habilita que una decisión política, una decisión administrativa, determine qué es prioritario para conservar y qué no o qué tiene valor hídrico y qué no y qué se puede tocar y qué no".
Sobre la justificación del proyecto, que plantea actuar "cuidando al agua", Arrigazzi manifestó una contradicción fundamental: "Lo que dice es que va a desproteger las áreas de valor hídrico y las que tienen reservas de agua que afectan a siete millones de personas en nuestro país. Entonces es muy curioso cómo se apunta a proteger algo desprotegiéndolo o cuidar desprotegiendo. Ese es el gran problema".
La polémica por las zonas periglaciares
Uno de los ejes de la reforma se centra en las áreas periglaciares, aquellas que rodean a los glaciares. Arrigazzi explicó que ambos componentes forman un sistema integrado. "Ambas cumplen funciones", sostuvo, y advirtió que el proyecto no solo afecta a los glaciares, que "también se pueden retirar del inventario", sino que el ambiente periglacial "queda claramente desprotegido, desconociendo la función que tiene".
El especialista profundizó en el rol clave de estas zonas: "Es un ambiente regulador y es un ambiente que además se maneja de manera estacional [...] Cae la nieve y después se derrite y eso lo que hace es alimentar y dosificar el agua que se va por los cursos de río, que alimentan a todo el país, a buena parte del país". "Lo que se está desconociendo es ese poder regulador. Si nosotros perdemos el regulador de los glaciares, lo que estamos haciendo es poner en riesgo todo el agua, incluyendo el agua de los glaciares, por supuesto", afirmó.
Frente a los argumentos oficiales que califican a la ley actual como "severamente restrictiva", Arrigazzi cuestionó: "¿Qué significa severamente restrictiva? Porque protege 'demasiado'". Y reforzó su postura con datos contundentes: "Sabemos que de todo el planeta, un porcentaje muy chiquitito que no llega al 3% es de agua dulce. Y casi todo ese porcentaje, el 70% de la mayoría, está en glaciares y casquetes polares. Entonces significa que la importancia es vital, porque sin eso se pone en riesgo la vida".
Además, recordó que la ley original "resalta que hay que cuidar el agua, primero, porque sin agua no hay vida, pero segundo, porque es la que permite que se desarrollen muchas de las actividades económicas y mucha de la producción de alimentos".
Cuestionamientos de constitucionalidad y falta de diálogo
El representante de Greenpeace elevó el tono de la crítica al señalar aspectos jurídicos. "Esto es inconstitucional, está claro, porque es un retroceso, es una regresión ambiental y la constitución no lo permite", aseveró. También lo consideró "violatorio de acuerdos internacionales como el acuerdo de Escazú". Explicó que, mientras la Constitución y los principios ambientales establecen que "ante la duda no se toca", en este proyecto "ponemos en duda lo que está protegido para poder tocarlo, entonces por eso decimos que es tan peligroso".
Consultado sobre si existe diálogo con el Gobierno nacional, Arrigazzi respondió: "Lo que no tenemos es contacto con el gobierno, sencillamente porque no se da la oportunidad, porque no hay diálogo". Aclaró que, desde la organización, están "recurriendo a todas las herramientas posibles" y haciendo "un llamado a los legisladores, que tienen una oportunidad". "Ahora se va a discutir en el Congreso, es el lugar, es el sitio donde debemos debatir y donde debemos argumentar", sostuvo.
Al proyectar el debate parlamentario, el especialista expresó su esperanza de que "realmente se discuta" un modelo de desarrollo. "No es que se esté discutiendo la actividad en sí, sino que lo que se está discutiendo es este tipo de modelo que nos están proponiendo, porque no es sostenible en el tiempo", argumentó. Y concluyó con una advertencia final: "Lo que puede ser un aparente crecimiento hoy, está amenazando el futuro y la seguridad de las generaciones siguientes [...] para entender lo esencial y lo importante que es cuidar al agua, teniendo en cuenta que sin agua no hay ningún tipo de desarrollo posible, es tan sencillo como eso".

