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La torre más alta de Sudamérica: datos clave para mendocinos que viajan a Santiago de Chile

MDZ visitó la Gran Torre Costanera, el rascacielos más alto de Sudamérica, una parada casi obligatoria para los mendocinos que viajan a Santiago de Chile.

La Gran Torre Costanera domina el skyline de Santiago, a orillas del río Mapocho y junto al centro comercial Costanera Center.

La Gran Torre Costanera domina el skyline de Santiago, a orillas del río Mapocho y junto al centro comercial Costanera Center.

Shutterstock

La arquitectura monumental no es solo una expresión artística: también funciona como un lenguaje que comunica ideas, valores y poder. Cada gran edificio dice algo sobre la época que lo vio nacer, sobre quién invierte, qué se quiere mostrar al mundo y qué huella pretende dejar una ciudad en la memoria de quienes la visitan. Cruzando la cordillera, Chile viene siendo desde hace más de dos décadas uno de los modelos regionales, con un PIB per cápita entre los más altos de Latinoamérica y un desarrollo humano (IDH) en la franja superior de la región. A eso se suman un desempeño de elite en las pruebas PISA y niveles de pobreza por ingresos en mínimos históricos (CASEN 2022: 6,5%).

Ese telón de fondo también se refleja, aunque no se trate de una construcción pública, en la Gran Torre Costanera de Santiago, un edificio que sorprende y que MDZ pudo visitar gracias a una invitación de Sernatur.

La historia de esta emblemática torre comenzó en 2006. Se esperaba su término para 2009 y el inicio de su funcionamiento en mayo de 2010; sin embargo, debido a la crisis económica de 2008-2009 las obras se demoraron más de lo previsto. El 17 de diciembre de ese mismo año se reactivaron los trabajos y, en 2012, la estructura alcanzó su altura máxima de 300 metros, convirtiéndose entonces en el edificio más alto de Sudamérica.

Embed - Así es la Gran Torre Costanera

Visitar esta torre es una parada casi obligatoria para los mendocinos que viajan a la capital chilena. No solo ofrece vistas 360° a 300 metros de altura sobre la ciudad y los cerros que rodean a Santiago de Chile, sino que en la planta baja funciona un mall con tiendas muy buscadas por quienes vivimos de este lado de la cordillera.

El recorrido empieza en el nivel de ingreso, donde se abona la entrada por persona, y continúa hacia los ascensores que llevan al mirador. La imponente altura regala panorámicas únicas: el cerro San Cristóbal, el río Mapocho y las barriadas coloridas por un lado; el moderno barrio financiero y la cordillera de los Andes, por el otro.

Requisitos y precios para ingresar al mirador más impresionante de Sudamérica

Los precios para adultos (mayores de 12 años) son de 20.000 pesos chilenos, mientras que los niños de 4 a 12 años pagan 6.000 pesos chilenos y hasta los 3 años la entrada es gratuita. Una vez comprados los tickets comienza la fila hacia el ascensor. Hay escaleras, pero no es lo recomendable: un bombero entrenado puede subir en unos 16 minutos, mientras que una persona común puede tardar entre 40 minutos y una hora y media en llegar a la cima por esa vía.

Otro detalle a tener en cuenta es que hay varios elementos prohibidos para acceder al edificio más alto de Sudamérica: no se puede ingresar con armas de fuego, objetos punzantes o con filo, sustancias químicas o tóxicas, explosivos, objetos contundentes, líquidos, geles, aerosoles ni herramientas. Desde MDZ recomendamos subir con lo justo y necesario para evitar contratiempos en el control de seguridad.

Después de pasar el escáner, el recorrido continúa hacia el elevador, que sorprende porque sube los 62 pisos de la torre en apenas 51 segundos. La velocidad es tal que muchos sienten un leve mareo y se tapan los oídos, como cuando se maneja en la altura de la cordillera de los Andes.

gran torre costanera, chile
Vista de Santiago desde casi 300 metros de altura: avenidas, edificios y barrios que se extienden hasta la cordillera.

Vista de Santiago desde casi 300 metros de altura: avenidas, edificios y barrios que se extienden hasta la cordillera.

Arriba, las vistas se despliegan de manera impresionante. Hay pantallas informativas y áreas de descanso que permiten apreciar la ciudad en distintos momentos del día (especialmente al atardecer), cuando Santiago se baña con los últimos rayos de sol.

El mirador se puede visitar de lunes a domingo, de 10 a 22, aunque el último ascenso es a las 21. Una de las mejores franjas horarias para subir es un rato antes del atardecer: hay suficiente luz para descubrir los rincones de Santiago y luego, con el sol ocultándose hacia el oeste, el paisaje se transforma en uno de los mejores atardeceres de Chile.

Cómo es posible semejante construcción en un país tan sísmico

En el ascensor, MDZ pudo hablar con una trabajadora local, que contó que solo el mirador recibe a unas 2.000 personas por día. Y, frente a semejante flujo de visitantes, muchos se preguntan cómo se mantiene una torre así en uno de los países más sísmicos del planeta.

Torre costanera chile
Atardecer sobre Santiago visto desde el Sky Costanera, con el sol escondiéndose detrás de los cerros que rodean la ciudad.

Atardecer sobre Santiago visto desde el Sky Costanera, con el sol escondiéndose detrás de los cerros que rodean la ciudad.

Eso fue lo que nos explicó Cristopher, uno de los guías que Sernatur puso a disposición: "A la hora de crear esta torre se tuvo en cuenta todo: los vientos y los movimientos telúricos. Estamos en un país en donde los terremotos son comunes, entonces se necesitó hacer un agujero de unos 50 metros de profundidad para construir una base firme y a la vez flexible, de modo que el edificio no sea demasiado rígido y pueda oscilar con los movimientos. De hecho, cuando ha temblado se siente más en las plantas bajas que en los pisos de arriba".

Esta obra de arquitectura e ingeniería, ideada por el argentino César Pelli, ha demostrado su eficacia: ha resistido múltiples sismos y vientos de hasta 122 km/h. La combinación de tecnología antisísmica, cálculo estructural y diseño hace que la torre no solo sea un ícono visual, sino también un ejemplo de cómo se construye en una de las zonas sísmicas más activas del planeta.

costanera center, chile
El cartel de neón de Sky Costanera, uno de los rincones más fotografiados del mirador en la torre más alta de Sudamérica.

El cartel de neón de Sky Costanera, uno de los rincones más fotografiados del mirador en la torre más alta de Sudamérica.

Qué hacer luego o durante las vistas

Arriba del mirador no se trata solo de mirar Santiago desde 300 metros. El Sky 300 Bar & Coffee funciona como un restaurante completo. En la carta hay desayunos (como huevos benedictinos o los famosos chorizos ahuevados), opciones para compartir tipo tapeo (rolls de salmón, crocantes rellenos de queso, pulpo, tartar de salmón), tablas mediterráneas de fiambres y quesos y una sección de platos más contundentes con carnes, salmón, anticuchos y pastas. Se suman postres clásicos (tres leches, torta de chocolate, maracuyá) y una barra extensa de coctelería, vinos, cervezas y destilados.

Algunos precios de referencia ayudan a dimensionar la propuesta: un espresso, un cortado o un americano cuestan 2.800 pesos chilenos, mientras que un capuccino figura a 3.900. Las gaseosas en lata (Coca, Sprite, Fanta y sus versiones zero) rondan los 2.900, y las aguas parten de 2.900 (botella de 330 ml) y llegan a 5.300 en presentación de 750 cc. Entre los platos para compartir, el Sky Roll de salmón y camarón se ofrece a 9.900; el pulpo Takolivo, a 18.900, y el tataki de atún, a 19.900, con tablas mediterráneas que van desde 23.900 la media hasta 39.900 la versión completa.

Agregar un título

Mirar Santiago desde la Gran Torre Costanera, con la ciudad a los pies y la cordillera de los Andes de fondo, es también leer un mensaje: en Chile, la arquitectura no solo dibuja el skyline, también cuenta una historia de ambición, desarrollo y ganas de mostrarse al mundo.