Polémica

La dura respuesta del abogado de la monja Kumiko

Carlos Varela Álvarez, abogado de la monja Kosaka Kumiko, detenida desde el 2017 en el marco de la causa por los abusos en el instituto Próvolo, salió al cruce de los dichos de su colega Sergio Salinas,&nbsp;uno de los abogados de la querella. Este letrado había criticado en <b>MDZ Radio</b> duramente el accionar de la defensa de la monja y las expresiones de la religiosa, quien a través de un video insistió con su inocencia y el pedido de "un juicio justo".&nbsp; &nbsp;

martes, 9 de abril de 2019 · 19:57 hs

En un comunicado que tituló "A propósito de Ética y Hética", el abogado defensor de la religiosa Kosaka Kumiko, Carlos Varela Alvarez, salió a responder las críticas de su par, Sergio Salinas, uno de los letrados de la querella.

El texto es el siguiente:

"Respondo a un cuestionamiento que uno de los abogados de los denunciantes de Kumiko Kosaka ha realizado en este medio a raíz del video que muestra a esta persona dando su opinión sobre la acusación que hay contra ella.

El abogado afirma que se han superado todas las barreras éticas al haberlo difundido porque sus palabras no contienen lo que él cree que es su verdad.

Olvida que Kosaka es aún a pesar de su voluntad, inocente, no hay sentencia firme contra ella, por tanto lo que está proclamando es nada más que su punto de vista y pidiendo por un juicio justo.

Es totalmente aceptable que una persona, abogados, acusados, denunciante o víctima, expresen su posición, son las reglas del juego, que parece no se aceptan.

Hay que recordar que todos los detalles de este caso y en especial contra esta persona se han dado a conocer a la prensa hasta en sus más mínimos detalles, el contenido de informes periciales oficiales, etcétera, es sabido lo escabroso vende y entretiene. 

La acusaron de estar prófuga, lo que fue desmentido por el fallo de la Primera Cámara del Crimen y hasta de haber causado la muerte de una ex alumna cuando se le concedió la prisión domiciliaria, lo que por suerte una familiar de la ex estudiante desmintió.

No ha sido la defensa la que ha hecho esto y no acuso a la querella de hacerlo, pero quien lo hizo sólo ha servido para martillar sobre la responsabilidad de la religiosa. El último espectáculo fueron las cartas que recibía uno de los curas acusados, donde incluso se burlaban de mi clienta entre ellos.

La entonces Primera Cámara del Crimen cuando confirmó la prisión preventiva de Kumiko Kosaka ordenó a la Procuración que investigara cómo se habían permitido las filtraciones y sobre todo las que afectaban a mi defensa para denostar su imagen. Nada se sabe de esas investigaciones, como de las denuncias que se han realizado sobre la labor de los peritos forenses e intérpretes, no sólo por esta defensa sino por la noble defensa oficial, a pesar que un Juez, Marcos Pereyra, ordenó su investigación. Buena pregunta para los fiscales Ticheli y Nazar que las guardan debajo de sus cómodos almohadones.

Nuestra prueba pericial tanto de psiquiatras, psicólogos e intérpretes de señas e innumerables testimonios dan fortaleza para nuestros los argumentos respecto de la manipulación, tergiversación y contaminación de los relatos traducidos, por lo que no tenemos temor a juicio oral, ni a las quejas infundadas que sólo buscan rédito para su causa.

No nos olvidamos que el dictamen del órgano del Ministerio de Justicia de Derechos Humanos de la Nación especializado en discapacidad auditiva, ADAJUS, analizó decenas de cámaras Gesell advirtiendo lo que luego confirmaron nuestros especialistas. Sólo el miedo a la verdad como justificativo ha impedido que los funcionarios públicos que realizaron ese informe declaren en Mendoza.

Es sólo frente a la justicia donde las pruebas se pesarán y donde un tribunal confirmará o no la validez de ellas, de las que ofrezcan acusados y acusadores.

Es extraño que el nerviosismo aparezca cuando se alza otra voz que ponga en tela de juicio el proceso, las pruebas, los relatos. Son gestos sólo gestos de una impostación.

Kumiko Kosaka es inocente y también Asunción Aquino, a pesar de la discriminación, su persecución implacable, la denegación de pruebas y su hoguera mediática.

Al menos el Fiscal Stroppiana esta vez en sus declaraciones ha entendido, aunque no esté de acuerdo, que las declaraciones de un acusado siempre está dentro del derecho de defensa.

Ética es una palabra sencilla pero nombrarla es una cosa y ser parte de ella es otra, no es sólo una letra de más, la que sobre es parte de la parodia de un ideal.