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Habló el joven que denunció abusos en el Cristo Orante: "En la Iglesia tratan de callarte"

Nicolás Bustos Norton, el joven de 27 años que denunció haber sufrido abusos sexuales durante su paso por el Monasterio del Cristo Orante de Tupungato, rompió el silencio y contó lo que vivió junto a los monjes acusados. "Sigo vivo porque quiero justicia", señaló.

martes, 9 de abril de 2019 · 13:08 hs

Nicolás Bustos Norton, el joven de 27 años que denunció haber sufrido abusos sexuales durante su paso por el Monasterio del Cristo Orante, en el departamento de Tupungato, rompió el silencio y contó lo que vivió junto a los acusados: los monjes Diego Roqué Moreno y Oscar Portillo.

"Marcelo Mazzitelli, actual arzobispo auxiliar, me dijo que era momento de que pasara a otra cosa, que esta no podía ser mi vida. En la Iglesia tratan de callarte cuando se trata de estos temas", señaló Bustos Norton en diálogo con La Nación. 

En octubre de 2018, Bustos Norton radicó la denuncia penal contra los acusados, quienes están con prisión preventiva domiciliaria. Portillo está imputado por abuso sexual simple y Roqué Moreno, por abuso sexual con acceso carnal. Sin embargo, desde la Iglesia aseguran que el joven no se ha presentado en numerosas ocasiones ante la Justicia para ratificar sus dichos.

"Creo que sigo vivo porque quiero justicia, quiero que esto se sepa y no pase más", aseguró Bustos Norton.

El monasterio, ubicado en el Valle de Uco, ahora está cerrado por orden del Arzobispado de Mendoza. Era un espacio para el rezo y la reflexión y además funcionaba como una atracción turística que recibía a miles de visitantes.

Bustos Norton destacó la importancia del caso Próvolo como antecedente para que su denuncia fuera tomada en serio. "Ese fue un caso que marcó un antes y un después. Creo que, en parte, gracias a este antecedente, la Justicia actuó de manera muy eficiente cuando yo fui a denunciar", aseguró.

Con respecto a los abusos que sufrió, el joven recordó que en un principio, el trato cotidiano y los primeros abusos habrían sido por parte de Roqué. "Enseguida trató de generar una relación. Me manipulaba, controlaba todo lo que hacía. A mí me gustaba otro monasterio, que está en Córdoba, y Roqué me decía que el Cristo Orante era el único lugar en el que podía estar. Yo tenía 17 años y me dejó en claro que no había otro lugar para mí. Eso es lo que la Iglesia llama abuso de conciencia. Sin violencia física logró hacerme sentir que yo no existía y hasta me puso en contra de mi familia. Me tenía totalmente manipulado", resaltó.

Un tiempo antes de que Bustos Norton ingresara en el monasterio, Roqué lo pasaba a buscar cuando iba a hacer compras con el argumento de hablar acerca de cuestiones relacionadas con la vida monástica: "En esos viajes intentó tocarme y hasta me quiso dar un beso. La situación fue empeorando paulatinamente", recordó el joven.

Oscar Portillo era el que dirigía el monasterio. Según relata Bustos Norton, él se encargaba de las sesiones de cuatro horas diarias de abuso de conciencia: "Me hablaba durante horas todos los días. Me decía que lo tenía que dejar entrar en mi corazón y que si no lo hacía no iba a poder sanar las partes de mi corazón que estaban podridas".

Los abusos por parte de Portillo habrían comenzado cuando el monje se obsesionó con la idea de que el joven se había enamorado de él: "Empezó con el planteo de que si alguna vez me había fijado en un hombre, y yo le dije que no. Entonces me empezó a decir que yo estaba enamorado de él y luego de eso hubo cuatro o cinco episodios de abusos sexuales".

En 2015, Bustos Norton se enfermó y regresó a su casa. A los pocos días le contó a su padre lo que había pasado con Portillo e hicieron la denuncia en sede canónica, cuando el obispo de Mendoza era Carlos María Franzini, que murió en diciembre de 2017.

"Denuncié solo a Portillo. Pensaba que él era el malo y Roqué, el bueno. Tardé más tiempo en poder ir a denunciar a Roqué. Me di cuenta de que él también abusó de mí gracias a mi actual pareja, Guadalupe. Ella me ayudó mucho a desbloquearme", completó Bustos Norton.

Bustos Norton agregó que, como primera medida, Franzini le comunicó que iba a trasladar a Portillo a San Luis, algo que efectivamente sucedió, pero estuvo en esa provincia durante un mes y luego volvió al monasterio. La segunda promesa fue cerrar el lugar, clausura que se concretó recién en 2019.

Una noche, en marzo de 2018, Bustos Norton se enteró por Facebook de que dos chicos iban a ingresar en el Cristo Orante: "Pensé que les podía pasar lo mismo que a mí". Entonces decidió ir nuevamente al arzobispado y le dijo al obispo auxiliar, Mazzitelli, que quería denunciar a Roqué.

"Un tiempo después, tuve que ir a ratificar mi denuncia. Los notarios leían el informe y me preguntaban frase por frase si ratificaba mis dichos. Estuve más de cuatro horas ratificando cada parte del texto. Fue muy desgastante y evidente el manejo de la Iglesia. La consigna es bajar la cortina y no hablar más", cerró Bustos Norton.