Violencia de género

Femicidios imparables: 4 el fin de semana y 223 en lo que va del año

Si bien las estadísticas varían según la metodología de cada organización, lo cierto es que las políticas para revertir este fenómeno aún son insuficientes. "Los marcos legales que tenemos y las políticas públicas que hasta aquí se pudieron desarrollar han sido muy insuficientes y deficientes", analiza la especialista en género Romina Zapata. 

lunes, 16 de septiembre de 2019 · 22:34 hs

Este fin de semana se produjeron cuatro femicidios y las estadísticas nacionales son tan elocuentes como alarmantes: ya mataron a 223 mujeres en lo que va del año, siendo Buenos Aires la provincia con más casos, seguida por Santa Fe y Córdoba. Las últimas cuatro víctimas tenían entre 15 y 42 años.

Según el Observatorio de las Violencias de Género "Ahora Que Sí Nos Ven", hubo un femicidio cada 27 horas en la Argentina en agosto y en lo que va del año suman 223.

Mientras que para la Defensoría del Pueblo de la Nación se cometieron 155 femicidios durante la primera mitad del 2019.

Víctimas, no números

En Mendoza, la única estadística oficial es la que pertenece a la Dirección de Enlace del Ministerio Público Fiscal, a cargo de Rosana Dottori. Esta repartición registró en lo que va del año cinco femicidios en la provincia. En tanto que las otras estadísticas surgen de organizaciones como Mumala Mendoza, "Ahora Que Sí Nos Ven", CELS y de otros observatorios.

Las diferencias tienen que ver con cuestiones metodológicas porque algunos cuentan en una misma cifra femicidios y homicidios vinculados, otros desagregan esos dos, igual que casos de personas trans y los travesticios que a veces se suman y a veces no a esas estadísticas. 

También ocurre que algunos observatorios tienen alguna causa en proceso de investigación que, según el criterio, se cuentan o no.

"En Mumala, por ejemplo, al 31 de agosto hay registrados 178 casos más 25 causas en proceso de investigación, que indicarían que fueron femicidios, pero todavía la justicia no se expide o no está del todo claro. Son casos más confusos, más complejos, no están sumados en ese total. A nivel nacional, la única cifra oficial es la de la Suprema Corte, pero publican informes anuales, no estadísticas parciales. De ahí la necesidad de las organizaciones de llevar un registro aparte porque todavía no podemos acceder a esos datos oficiales", explica a MDZ Romina Zapata, integrante del programa de Mujeres Libres de la UNCuyo y del equipo de capacitación de la Dirección de Género y Diversidad.

Un incipiente paso social

Como comunicadora con perspectiva de género y especialista en género, Zapata considera que "las estadísticas de femicidios no sólo no bajan sino que tienden a mantenerse o aumentar, y cuando hay una baja anual no suele ser muy significativa. Es que los marcos legales que tenemos y las políticas públicas que hasta aquí se pudieron desarrollar han sido muy insuficientes y deficientes. Hay que pensar que nuestra legislación recién ahora cumple diez años, con lo cual es un paso muy insuficiente que la sociedad está dando en la lucha contra la violencia patriarcal desde el Estado, las instituciones, las organizaciones. Por lo tanto empezar a revertir las relaciones de poder que históricamente han oprimido a las mujeres es un fenómeno social que recién está comenzando. Con lo cual es difícil pensar que vamos a empezar a ver ya los resultados".

Revertir la masculinidad violenta

En cuanto a qué deberían hacer los gobiernos provinciales y la Nación, Zapata tiene claro que "deberían destinar muchísimos más recursos económicos y humanos a atacar esta problemática, especialmente lo que tiene que ver con la prevención. Yo trabajo en distintos ámbitos, educativos, de salud, en el Ejecutivo provincial, etcétera, y veo que las capacitaciones se llenan de gente. Pero diría que el 98% son mujeres. Eso refleja que los varones no se sienten comprometidos a luchar contra esta violencia. Al parecer sólo es un problema de mujeres y por el cual sólo deben accionar y comprometerse las mujeres. De esa manera las relaciones de poder no se revierten".

La solución, o al menos un camino para cambiar esa situación, sería según la especialista, "que los varones puedan poner en cuestionamiento sus prácticas machistas. Hasta que no se despierte en los varones otro tipo de consciencia que los aleje de la masculinidad violenta, será difícil que eso se traduzca en mejores condiciones de vida para las mujeres".