"Escribí tu carta a Papá Noel": el primer café postal que conecta a la Argentina con "el Polo Norte"
En el primer café postal del país, chicos y grandes escriben y envían sus deseos a Papá Noel, recuperando la magia de las cartas y el papel.
En el barrio de Retiro, sobre la calle Manuel Quintana al 48, se encuentra el primer café postal de la Argentina. Afuera, hay un buzón del Correo Argentino donde las personas que quieran sentarse a tomar un café y escribir una carta pueden enviarla, pero en el interior está el buzón más importante de todos: el que llega hasta el Polo Norte, directo a la casilla de Papá Noel.
El buzón de Papá Noel para Navidad en Posdata Café
Tanto los niños de la city porteña como los adultos que en realidad sólo entraron por un "take away" pueden enviar sus cartas a Papá Noel con el objetivo, además de tener sus regalos bajo el árbol a las 12 en punto en la noche del 24, de frenar un momento para "conectar primero con nosotros mismos y después con otros", cuenta Carolina Barone, la dueña del emprendimiento.
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Barone habla de “En un mundo donde todo es digital, inmediato y descartable" su visión radica en "volver a la palabra”. Por lo tanto, cada persona que cruza la puerta de Posdata Café debe sentirse interpelada por lo analógico, incluso (y sobre todo) los niños y niñas en época navideña.
La costumbre de escribir una carta a Papá Noel puede resultar extraña en tiempos donde la inmediatez y lo digital reinan indiscutidamente, sin embargo la magia de conectar a través del papel continúa intacta.
"El otro día vino una nena con su mamá que pidió un café para llevar. Le digo a la nena: ‘¿Querés escribir una carta a Papá Noel?’ Y me dice que sí", narra Carolina, y agrega: "La mamá tuvo que esperar a que la nena termine de escribir la carta a Papá Noel. Ella estaba feliz, le escribió su cartita y la mandó, porque tenemos un buzón para Papá Noel".
En Posdata Café tienen un dicho, y es que el Correo Argentino llega a todo el mundo, por ende también llega al Polo Norte. No obstante, "nosotros somos solo intermediarios entre los niños y el Polo Norte", afirma Barone con una sonrisa.
No obstante, no son solamente los niños los que reciben la Navidad enviando cartas. Los abuelos y abuelas que desean enviarles postales navideñas a sus nietos aparecen en el café de Retiro que a su vez es una unidad postal del Correo.
"Entonces empieza a aparecer este intergeneracional de recuperar los abuelos con sus nietos la forma en la que ellos se comunicaban", relata la dueña de Posdata, refiriéndose al fenómeno que constituye "esta conversación intergeneracional de los niños jugando con sus abuelos a conectar a través del papel".
La experiencia de Posdata Café
Abiertos al público aproximadamente desde hace un mes, el negocio cuenta con cafetería de especialidad, papel, postales, sobres de papel madera y sellos de lacre con símbolos como el Sol de Mayo, la bandera argentina o el escudo nacional.
Existe la posibilidad de solamente tomarse un café, tomar una hoja de papel y escribir una carta que luego puede ser enviada por el valor de $2400, que consta de la impresión de la etiqueta para el Correo Argentino. Sin embargo, para vivir la experiencia completa, la utilización de un sobre y el sello de lacre de preferencia para el cierre tiene un valor de $5700.
"Todo acá lleva su tiempo", dice Carolina entre risas mientras prende la vela debajo del sello de lacre y este se derrite lentamente.
En PostData, la propuesta va más allá del café. “Acá la invitación es a detener un poquito el tiempo”, explica Carolina Barone, al describir una experiencia pensada como un paréntesis frente a la lógica de la inmediatez. Quienes cruzan la puerta del local, dice, “entran y pasan a otra dimensión del tiempo”, donde la urgencia de la ciudad queda afuera y la escritura a mano vuelve a ocupar un lugar central.
La escena se repite a diario: personas que aseguran no tener tiempo para sentarse, pero que al ser interpeladas reconocen haber pasado “seis o siete horas conectadas al teléfono”, una contradicción que el espacio busca poner en pausa y resignificar desde lo simple.
El momento de enviar la carta
En tiempos dominados por pantallas y respuestas inmediatas, el café postal propone algo simple pero poderoso: detenerse, escribir y volver a creer en los rituales. Entre buzones, papel madera y la promesa de que Papá Noel recibe cada carta, Posdata invita a reconectar con lo analógico y, sobre todo, con los demás.






