El enorme impacto de la contaminación para productores y habitantes del Pescara
La contaminación del canal Pescara afecta una zona donde se producen alimentos. Lavalle es el departamento más afectado. Restringen cultivos y esperan soluciones. La empresa estatal de agua arroja efluentes cloacales como medida de emergencia, pero la crisis se conoce desde hace 15 años. Las otras empresas que contaminan.

Eduardo Zanatta cree que es su última oportunidad, tras una vida ligado al campo. “Vendí el auto para sembrar y hacer la campaña. Si no funciona, ya está…me podré un Uber”, dice el hombre, que vive y recorre la zona como productor y tomero, es decir gestor del agua en Lavalle. Eduardo ahora apuesta al melón, luego de haber dejado en la tierra las zanahorias por falta de precio. Estuvo todo el fin de semana de campaña de lo que será la cosecha en tres meses. Aunque, claro, no todo depende de él. A los problemas habituales, este año le sumó otra amenaza: la contaminación del agua que se generó en el Gran Mendoza y que afecta a los habitantes y productores del norte de la provincia. Son las fincas y familias que están en el área de influencia del Canal Pescara, ese curso de agua que, como reveló MDZ, tiene un enorme impacto por los efluentes industriales y líquidos cloacales que se arrojan de manera clandestina y legal.
Oficialmente se dijo que el vuelco de líquidos cloacales había terminado sin consecuencias. Pero la realidad dice otra cosa. La contaminación generó una “cuarentena” en algunas partes del norte de Mendoza y unas 9 mil hectáreas tienen cultivos restringidos en la zona abastecida por los canales Tulumaya y Colonia, entre otras. "El agua utilizada para riego en las zonas afectadas presenta altos niveles bacteriológicos, especialmente en el Canal Colonia y el Auxiliar Tulumaya”, dice uno de los informes oficiales del Departamento General de Irrigación.
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Se trata de parte del cinturón verde que provee de alimentos a la provincia y también se vende a otras zonas del país. Todos quedaron supeditados a lo que establece la resolución número 400 del Departamento General de Irrigación, que prohíbe muchos de los cultivos que se hacían habitualmente. El alcance real del agua contaminada es menor, pero por precaución se hizo abarcó un área más amplia. "No estamos de acuerdo con esa generalización porque es muy negativo para el Departamento", se quejan los productores.
Mirá desde el aire y con vuelo rasante cómo se contamina el Pescara
Por culpa de la contaminación que se generó en la zona urbana de Mendoza, los productores de Lavalle no pueden cultivar acelga, achicoria, espinaca, beterava, lechuga, berro, rúcula, pimientos, tomate, zanahoria, coliflor, ni brócoli. Además, deben tener cuidados especiales con otros productos emblemáticos, como el melón: no pueden tener contacto con el agua desde un mes antes de la cosecha. “Ya lo vivimos en la época del cólera”, recuerda un vecino que, como todos, no quiere que Lavalle quede estigmatizado.
La economía de ese Departamento quedó fuertemente afectada. Los campos, por ejemplo, perdieron valor de mercado. “No se pueden ofrecer fincas en esa zona por ahora”, explicó un agente inmobiliario a MDZ. “Un terreno que el año pasado valía 15 mil dólares, hoy no pasa los 8 mil”, describió un productor de la zona de Las Violetas.
Ante esa situación, productores afectados y el municipio evalúan un reclamo para buscar resarcimientos por los perjuicios producidos por la contaminación. A Lavalle ya le había ocurrido antes con la sequía eterna en la que quedó sumido parte de su territorio por el uso del agua de la cuenca del Río Mendoza. Ahora le pasa con el impacto ambiental negativo.
Los responsables
Hay olores diversos, todos espantosos. También un aire ácido que produce irritación en los ojos. No hay pájaros, peces ni vida sana en ese curso de agua. En algunas partes del Pescara, como en el barrio Jardín El Sauce, hay quemas de productos químicos y cada pisada penetra en la alfombra de mugre y podredumbre. Más al norte, el canal zigzaguea entre fincas, campos incultos y asentamientos. Hay una sensación de desolación. "Tengo que dormir sentada por el asma. No se pueden abrir las ventanas", comenta una vecina.
El Pescara recorre gran parte de la zona productiva de Mendoza. Allí confluyen efluentes industriales que deberían ser tratados antes del vuelco. Mataderos, frigoríficos, curtiembres, papeleras, avícolas, bodegas, industrias químicas diversas. Según los datos a los que accedió MDZ en los que quedó registrado la contaminación con metales, bacterias y parásitos, el saneamiento al que están obligadas esas empresas no se cumple. La novedad de este año fue que ese canal fue usado para volcar líquidos cloacales producidos por más de la mitad de la población del Gran Mendoza.
El vuelco de las cloacas al canal se determinó como el “mal menor” porque la colectora había desbordado en una zona poblada de Los Corralitos y ponía en peligro a los habitantes de esa zona Guaymallén. Las cloacas están hechas para la mitad de la población y por eso se desbordan. Ocurre justo desde las 18; el horario del retorno a casa del trabajo, la escuela y la rutina. Cuando avanza la tarde y la noche, el infierno se acerca para quienes están aguas abajo. "A la noche es peor", repiten las víctimas.
La contingencia a la que aludieron para volcar aguas servidas en un canal de riego esconde una desidia de años y estuvo anticipada por alertas de todo tipo.
La responsable es la empresa estatal AYSAM, que tiene la concesión del servicio de agua y saneamiento. En 2010 Obras Sanitarias era el concesionario privado. Por los problemas de servicio, primero se intervino y luego se decretó la caducidad del contrato con la idea de "mejorar el servicio". En aquel momento para intervenir y sacarle la concesión a OSM se ejecutó una auditoría en la que ya se alertaba de la crisis sanitaria por el colapso de las cloacas. De los 2000 kilómetros de ductos, 1000 ya estaban en mal estado. De inmediato se creó AYSAM, la empresa estatal que hoy, 15 años después, vuelca las cloacas a un curso de agua que genera un impacto ambiental, económico y social enorme.
En secreto
El Departamento General de Irrigación autorizó el vuelco de hasta 300 litros por segundo de aguas negras como medida excepcional y ante la crisis aguda. Luego se cortó ese volumen, pero los vuelcos siguen y los efectos residuales también. Pero como pudo comprobar MDZ, AYSAM había hecho lo mismo antes. Al menos desde septiembre del año pasado la empresa estatal realizó vuelcos de cloacas sin autorización. Así consta en las actas. 47127, 47140, 47142, 47234, 1526 y 1564 donde se constataron “vuelcos reiterados y presencia de bombas conectadas al canal” con la consecuente persistencia de la contaminación.
La empresa fue intimada, pero nunca sancionada. Allí hay un dato político importante. AYSAM e Irrigación son conducidos por referentes del oficialismo. Aysam es liderada por Humberto Mingorance, quien fue durante 8 años secretario de Ambiente de la provincia y de quien dependía la Dirección de Protección Ambiental. Irrigación es conducida por Sergio Marinelli, que va también camino a cumplir una década en el cargo y conoce de las carencias del sistema: antes fue Secretario de Servicios Públicos de la Provincia. Todos responden a la misma conducción política. Entre correligionarios no hay reproches.
Aunque la contaminación era evidente antes de la autorización del vuelco de cloacas, no estaba registrado sistemáticamente el problema. “No es posible brindar un análisis minucioso de los aspectos ambientales afectados debido a que no existen líneas de base ambientales registradas previas a la instalación del colector, ni previas a los desbordes y/o a la instalación de las etapas de bombeo en la intersección del Canal Colector Pescara y calle Buena Nueva”, cita un dictamen de Fiscalía de Estado.
Los hallazgos de contaminación
La empresa estatal no es la única que contamina el Pescara y afecta a todos los productores y habitantes que están aguas abajo. Según la información a la que accedió MDZ, al menos 12 industrias volcaron este año residuos peligrosos en ese canal, con valores de sustancias contaminantes superiores a los permitidos. Metales, materia fecal, huevos de parásitos, bacterias y varias sustancias descriptas como peligrosas terminaron en el curso de agua contaminado.
Este año fueron detectados al menos 12 vuelcos fuera de norma.
- El 3 de junio de este año un análisis realizado en los efluentes del frigorífico San Javier se detectaron altos niveles de manganeso y coliformes fecales. Ambos Por eso el matadero y frigorífico fue sancionado con una multa de $2.975.000
- El 26 de junio otro frigorífico fue descubierto con vuelcos irregulares. En los efluentes de Vildoza SA se hallaron altas concentracines de manganeso, coliformes fecales y huevos de helmintos (parásitos). La multa en ese caso fue de $ 4.025.000, la más alta registrada entre los infractores.
- En marzo de este año también se hallaron rastros contaminantes en los desechos “a cauce público en condiciones no ajustadas a la normativa vigente fuera de los valores permitidos en Coliformes fecales” al Pescara por bodega Antigal. La multa fue de 1 millón de pesos.
- El 24 de junio de este año se hizo una inspección en la industria Zucamor – Cartocar, una firma dedicada a la producción de papel y packaging (ex papelera Andina). En los efluentes se hallaron registros de varios contaminantes como aluminio, boro, manganeso y coliformes fecales. Esa firma ya tenía infracciones ocurridas en los años 2022 y 2023, pero la sanción fue de $ 1.575.000.
- Bodega Nieto Senetiner, del grupo Molinos Río de la Plata, también arrojó contaminación al pescara. Según el acta N°1609 del 3 de abril de este año, se detectaron efluentes fuera de los valores permitidos en pH, Boro, Cobre y Coliformes fecales. Esa empresa había sido advertida en los últimos dos años. La resolución 92 del DGI le aplica una multa de $ 1.000.000, es decir menos de 1000 dólares por contaminar el agua.
- Bodega Baudrón también fue advertida a través del acta de control n° 1777, del 13 de mayo de 2025, por contaminar con “coliformes fecales”. También tenía antecedentes de los años 2023 y 2024.
- El Frigorífico Díaz Marcelo Edgardo (ED SRL) también arrojó líquidos con “coliformes fecales”, según consta en el acta N°1949 y tenía antecedentes similares.
- Bodegas López, otra de las empresas de gran envergadura apostada en el área de influencia del Pescara, fue advertida por arrojar coliformes fecales, según consta en el acta N°1519, que derivó en una multa de $ 1.000.000
- Grupo Peñaflor también virtió efluentes con contaminantes. Es ese caso, se hallaron concentraciones fuera de norma de Boro, Cobre, y coliformes fecales. La multa que le cupo también fue de $ 1.000.000.
- Establecimiento COPOMAI también descubierto arrojando efluentes “no ajustadas a la normativa vigente dentro de los valores permitidos de sólidos solubles en éter etílico y coliformes fecales”. Y la sanción fue idéntica: $ 1.000.000.
- El establecimiento Abdon Abraham también contaminó el Pescara con Boro, Manganeso y coliformes fecales. La inspección se hizo en mayo de este año, pero ya había advertencias previas.
- Entre las industrias contaminantes también hay una avícola. En la empresa Olmo se hallaron detergentes y coliformes fecales por fuera de la norma, por lo que se sancionó con una multa de $1.575.000.
Los desechos del Gran Mendoza impactan en el modelo productivo y la vida cotidiana de Lavalle, parte de la ruralidad Maipú y Guaymallén. Los distritos Las Violetas, La Pega, El Vergel, La Holanda, El Paramillo, La Palmera y San Francisco son algunos de los afectados. El impacto negativo se puede medir. A la caída del valor de las tierras, se le suma las restricciones en la producción y el empeoramiento en la calidad de vida. Por eso se analizan medidas para reclamar un resarcimiento. "Queremos priorizar que el agua no siga llegando a los canales de riego. Ha llegado la hora de poner en valor el impacto negativo que tiene para el departamento. Estamos trabajando en poder armar el proyecto de resarcimiento. Lo que busca es que tengamos las obras necesarias para atenuar el pasivo ambiental que nos genera", dijo Juan Jaime, director de Desarrollo Productivo de Lavalle.
En la zona de Los Corralitos ocurrió algo similar, pues suspendieron los turnos de riego, se frenó la comercialización de la producción de un área de 500 hectáreas y siguen las dudas.
Aún no está mensurado el nivel de daños. "Primero queremos enfrentar la situación urgente, que el agua contaminada no llegue a la producción", explican los norteños mendocinos. Además, temen al estigma: que se asocie a los alimentos producidos en la zona con la contaminación. Cuando pase la crisis aguda, será momento de sacar cuentas. Las aguas en Mendoza recaen hacia el noreste por ley de gravedad. Los desechos el Gran Mendoza van hacia el mismo lado por desidia y abandono. "Lo que tienen que saber es que acá abajo hay gente, trabajo y producción", recuerdan los vecinos y productores luchan contra esa corriente de agua contaminada.