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Dos colegios de Mendoza se suman a la regulación del uso de celulares en la escuela

En marzo, el colegio San Luis Gonzaga implementó medidas específicas para que los alumnos no usen los celulares en la escuela.

En el colegio San Luis Gonzaga los estudiantes de la secundaria dejan sus teléfonos en un gabinete cuando entran a clases. 

En el colegio San Luis Gonzaga los estudiantes de la secundaria dejan sus teléfonos en un gabinete cuando entran a clases. 

ALF PONCE MERCADO / MDZ

Las advertencias de médicos y especialistas sobre el uso desmedido de pantallas por parte de niños y adolescentes obligó a dos importantes colegios privados de Mendoza a tomar medidas rotundas para regular el uso de los celulares en las aulas.

Celulares en las escuelas
El uso de los celulares en las aulas es una de las preocupaciones de la comunidad educativa.

El uso de los celulares en las aulas es una de las preocupaciones de la comunidad educativa.

En los últimos días los colegios San Andrés y San Nicolás informaron distintas medidas para regular el uso de los teléfonos en los establecimientos escolares. Con distintas iniciativas, ambas instituciones se suman al colegio San Luis Gonzaga que en marzo prohibió a los chicos de la escuela primaria ir con celulares a la institución y los estudiantes de la secundaria tienen que dejar los aparatos guardados en un gabinete hasta que salen de clases.

Uno de los colegios prohibió el uso de celulares

Desde el colegio San Nicolás informaron que desde el año que viene está prohibido el uso de celulares en la escuela. “El Colegio San Nicolás anunció hoy una importante medida que regirá a partir del próximo año: la prohibición total del uso de teléfonos celulares por parte de los estudiantes durante su permanencia en la institución”, dice el comunicado oficial.

“La decisión responde a la creciente preocupación por el impacto negativo del uso desmedido de dispositivos móviles en el rendimiento académico, la concentración y la salud emocional de los adolescentes”, agrega.

colegio san nicolas
Colegio San Nicolás.

Colegio San Nicolás.

Acuerdo de “Espera digital”

Por su parte, el colegio San Andrés firmó un acuerdo con los padres de los alumnos de 4º grado para retrasar el uso de los teléfonos. “Padres unidos por la infancia firmaron el primer acuerdo de espera digital, un compromiso compartido entre familias para no dar smartphones a sus hijos antes de terminar el nivel primario”, comentaron en las redes sociales.

“Los niños necesitan tiempo para desarrollar autocontrol, gestión de emociones, socialización offline y hábitos saludables. Cuando las familias acuerdan juntas los niños no sienten que solo ellos no tienen celular, el acuerdo genera coherencia y apoyo comunitario”, explicaron.

Además, los papás y mamás que firmaron el acuerdo pusieron a disposición el formulario para todos los grupos que quieran replicar la experiencia en sus escuelas. “La evidencia muestra que el exceso de tecnología temprana afecta el sueño, la concentración y la autoestima. El retraso del uso del teléfono es igual a más juego, creatividad y bienestar. Se pueden usar relojes, celulares simples o contacto escolar”, cerraron.

Colegio San Andrés
Colegio San Andrés

Colegio San Andrés

El caso de San Luis Gonzaga

En marzo, cuando se conoció que los alumnos de la secundaria del colegio San Luis Gonzaga dejaban los teléfonos en un gabinete y los retiraban después del timbre se abrió la polémica alrededor del uso de los celulares y las pantallas en la infancia y adolescencia.

Mientras algunos sostienen que los chicos no tienen que usar celulares, otros aseguran que el uso debe ser regulado y supervisado por los adultos. En el medio ocurren casos de grooming, adicción a los juegos en línea y apuestas.

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En el colegio San Luis Gonzaga los chicos volvieron a jugar en los recreos.

En el colegio San Luis Gonzaga los chicos volvieron a jugar en los recreos.

En junio, MDZ visitó el colegio y habló con alumnos, docentes y directivos. La medida se implementó después de meses de trabajo con la comunidad educativa y hasta ese momento los resultados eran positivos: los chicos prestaban más atención en clases, no usaban tanto el celular en sus casas, en los recreos había risas y mejoró el rendimiento académico en general.