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Día de la Adopción: celebrar el amor que construye familias más allá de los lazos de sangre

Un día para celebrar el amor y la unión de las familias formadas a través de la adopción, recordando que cada historia merece ser abrazada.

Pongan su deseo muchísimo más en discernir cuán preparados están para recibir a ese otro.

Pongan su deseo muchísimo más en discernir cuán preparados están para recibir a ese otro.

Archivo MDZ

Cada 15 de septiembre, en Argentina, se conmemora el Día Nacional de la Adopción. Esta fecha busca visibilizar la adopción como camino para garantizar el derecho de todo niño a crecer y desarrollarse en familia. El símbolo principal de la adopción es un corazón entrelazado con un triángulo.

El triángulo representa la "tríada de la adopción”; o sea, los padres biológicos, el niño adoptado y los padres adoptivos. El corazón, el amor eterno y el vínculo que une a estas tres partes. Porque para toda persona adoptada siempre estarán presente las tres partes del triángulo. Otro símbolo también usado es la carita feliz dibujada en la palma de la mano representando la felicidad de todo niño por tener el amor incondicional y el apego seguro de quien lo constituye como hijo. Uno podría filosofar largo y tendido sobre estos significados tan profundos, pero hoy quisiera detenerme en los adultos que hacen posible la adopción.

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El triángulo representa la

El triángulo representa la "tríada de la adopción”; o sea, los padres biológicos, el niño adoptado y los padres adoptivos.

Los padres biológicos, el niño adoptado y los padres adoptivos

A los padres y madres adoptivos que decidieron ahijar desde un enfoque en el que el deseo del hijo es más fuerte que el deseo de ser madre o padre sabiendo que la diferencia entre ambos deseos es dónde uno ancla la perspectiva. A esos padres, que eligieron comprometerse incondicionalmente en una relación asimétrica de amor y cuidado con un otro que perdió a su familia de origen, que viene con una historia de dolor y mal trato que desconocían, que eligieron animarse a empezar a construir un vínculo filial creyendo que la pertenencia puede crecer y ser más fuerte que los vínculos de sangre; a esos padres que sostienen contra viento y marea, sin soltar, confiando en que a fuerza de amar, insistir y contener las heridas irán sanando… a esos padres les digo, no están solos, confíen y crean que más allá de todas las dudas, desalientos y desesperanzas, cuando el amor es seguro y estable, la familia consolida y llegará el día en el que todos puedan decir “qué bien que estamos todos juntos”. Sabemos que ese día no llega sin dolor, el dolor que lleva curar, sanar y cicatrizar por un lado y el dolor de flexibilizarse, aceptar, respetar e integrar por otro. A esos padres hoy les digo "Feliz día", confíen, amen y busquen ayuda si la necesitan.

También pienso en esos futuros padres y madres que están en espera activa. Han sido evaluados positivamente para ser padres adoptivos, pero a veces pasan dos, tres, cuatro o más años esperando activamente, o sea, yendo a talleres, charlas, trabajando para ampliar su disponibilidad y deseo. Hombres y mujeres que esperan semana tras semana que suene el teléfono y del otro lado haya un juez que los haya tenido en cuenta para ahijar; hombres y mujeres que saben que a veces la espera es muy dolorosa, que saben que es difícil mantener la esperanza, que están constantemente haciendo el ejercicio de salir de ellos mismos para anclar la perspectiva en los niños que también esperan, sabiendo que el derecho a tener familia es del niño y no son ellos los que tienen el derecho a ser padres o madres adoptivas. A esos adultos que a fuerza de esperar van creciendo en paciencia, en capacidad de espera, en disponibilidad. No es nada fácil esperar. A esos padres también les digo Feliz día de la adopción, confíen, amen y busquen ayuda porque esperar con otros siempre es más fácil.

Pienso en todas las personas que están pensando en adoptar

Están en proceso de evaluación… hombres y mujeres, monoparentales y parejas, todos los que están dando los primeros pasos en el universo de la adopción. Sepan que es un camino tan feliz como difícil, que se tienen que capacitar para amar de verdad, que se van a tener que flexibilizar de maneras que nunca se imaginaron y que eso va a doler, que van a tener que aprender a responder desde la comprensión empática cuando todo parezca ir en contra de ustedes. No va a ser nada fácil pero les aseguro que conociendo lo mejor y los peor de ustedes mismos encontrarán una plenitud, un sentido, que los llenará de satisfacción y felicidad. Y sepan que después de cada tormenta siempre sale el sol. A ustedes también les digo Feliz día de la adopción, busquen y pongan su deseo muchísimo más en discernir cuán preparados están para recibir a ese otro, distinto de ustedes, con derechos propios, que en el anhelo personal de ser madre o padre, porque esta diferencia es medular en todo proceso adoptivo. Tienen que estar muy seguros de anclar la perspectiva en el niño y no en ustedes mismos porque sólo así se harán capaces de ahijar respetando la cultura, identidad, historia y familia de origen de otro que espera ser elegido desde el respeto más profundo.

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También pienso en esos futuros padres y madres que están en espera activa.

También pienso en esos futuros padres y madres que están en espera activa.

Por último, a los jueces, ojalá sientan que el día de la adopción es también un día para ustedes, un día que evoca ese llamado que todo juez de familia tiene porque es inherente al rol que ocupa en la sociedad. Ojalá sientan el apremio de esos niños que esperan, que esperan años calladamente ser elegidos por un otro que les devuelva la imagen de hijo. Esos niños con rostros y nombres concretos que tienen en las manos de ustedes la posibilidad de satisfacer su deseo más profundo, ese deseo que es la dignidad de todo niño, niña o adolescente, tener mamá, tener papá.

A todos Feliz día de la adopción

* Cristina Ma. Goldaracena. Madre Adoptiva. Consejera en adopción y Magister en acompañamiento familiar.