"Colapinto va a empezar a jugar otra liga": el análisis de Adrián Puente sobre el futuro de la Fórmula 1
El periodista referente en Fórmula 1 analiza y describe tanto el futuro de la categoría como la misión que posee ahora Colapinto.
El futuro de la Fórmula 1 "está en tinieblas" analiza Adrián Puente en diálogo con MDZ. El cambio de regulaciones impuesto para 2026 obligó a patear el tablero, e incluso, agrega Puente, "tiende en principio a igualar un poquito las cosas". En este contexto, el periodista describe el lugar que ocupará el piloto argentino Franco Colapinto en la parrilla.
Adrián Puente es uno de los periodistas referentes de la máxima categoría del automovilismo, conductor del programa de análisis "Telemétrico" y actualmente es relator de la Fórmula 1 en Fox Sports.
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El futuro incierto marcado por el cambio
En diálogo con MDZ, Puente explicó que el recambio normativo previsto desde 2026 abre un escenario inédito ya que “empezamos de cero”, una situación que, al menos en teoría, da como resultado que “Verstappen empieza como Colapinto, más o menos con las mismas herramientas y los mismos datos”, señaló, al remarcar que esa igualdad inicial puede generar un reordenamiento inesperado en la parrilla.
Además, añadió que el punto crucial que todos los ingenieros buscan en el momento en el que cambian las regulaciones es "lo que no está escrito".
Colapinto, Alpine y una oportunidad que ilusiona
En ese contexto, el foco argentino vuelve a posarse sobre Franco Colapinto. Para Puente, la llegada del piloto bonaerense a Alpine, sumada al cambio de proveedor de motores de su escudería a Mercedes, invita al optimismo, aunque con cautela.
“Todo tiene que ser hacia arriba lo de Colapinto ahora, el tema es cuánto”, advirtió, y ubicó en febrero avanzado el momento clave para empezar a medir la realidad del nuevo proyecto.
Una Fórmula 1 más ecológica y tecnológica
La magnitud del cambio para 2026 reside en una Fórmula 1 que será presuntamente más sustentable, ecológica y tecnológicamente ambiciosa que hasta ahora, con un protagonismo eléctrico cercano al 50 por ciento, aerodinámica activa, combustibles 100 por ciento biológicos y autos más chicos y livianos.
En ese marco, explicó que muchas de estas ideas no son completamente nuevas, pero sí están perfeccionadas, adaptadas a una tecnología más eficiente y sofisticada que en el pasado.
El nuevo equilibrio entre el auto y el piloto
Esa evolución técnica también pone en discusión un viejo debate del automovilismo: cuánta importancia tiene el piloto y cuán relevante es el auto que maneja.
Según Puente, hasta ahora podía pensarse en una balanza claramente inclinada hacia la máquina, pero el nuevo reglamento podría modificar ese paradigma. La aerodinámica activa y la gestión energética, sostuvo, podrían devolverle al piloto un rol más decisivo, aunque todavía nadie sabe en qué proporción.
Allí reside una de las tantas incertidumbres de cara al año que viene que juega como un factor más que agrega sal y pímienta a la temporada.
Exigencias tempranas y margen de error mínimo
La exigencia sobre los jóvenes talentos es un eje al cual no le escapa la Fórmula 1. Puente considera que Colapinto no es una excepción dentro de un fenómeno global que atraviesa a todos los deportes: cada vez se les exige antes y más rápido, con márgenes de error cada vez más chicos. “Trajeron a Franco de bombero y le exigimos como a Verstappen”, recordó, al describir una presión que muchas veces no contempla los procesos de adaptación.
Sin embargo, remarcó que los rookies llegan mejor preparados que en otras épocas, con miles de horas de simulador que aceleran el aprendizaje y los entrena para todas las situaciones del circuito posibles con una precisión extraordinaria.
No obstante, aclaró que nada reemplaza a la experiencia real de carrera, con rivales, maniobras al límite y decisiones que se toman a más de 300 kilómetros por hora.
La puja de poder dentro de las escuderías
Puente definió la llegada de Adrian Newey a Aston Martin como un movimiento de alto impacto ya que sostuvo que el ingeniero es considerado el diseñador más grande de la historia de la Fórmula 1, y destacó que su desembarco responde más a un estímulo intelectual que a una necesidad económica. Aun así, dejó abierta la incógnita sobre cómo se adaptará a un rol de gestión, muy distinto a su perfil silencioso y técnico.
"Adrian Newey es lápiz y papel, silencio y observación todo el tiempo. No es alguien verborrágico, no es alguien que tenga un carácter como el de Toto Wolff, el director de Mercedes o los que están acostumbrados a esa exposición. Va a ser un interesante dilema ese ver cómo lo afronta".
En la vereda opuesta ubicó al método de Flavio Briatore, una escuela de presión extrema que, según Puente, pertenece a otra época pero que todavía sobrevive porque "Briatore entiende que en la vida le dio muy buenos resultados eso y no tiene por qué cambiar".
Por lo tanto, al referirse a Franco Colapinto y a la clave de cómo el piloto argentino logró sobrevivir a este método, destacó la relevancia de un entorno sólido que lo acompaña y a la capacidad de entender que ese péndulo permanente de elogio y crítica no puede tomarse de manera literal. “Si te lo tomás así, te destruye”, apuntó.
"El tema es que tenés que saber, que hoy te va a decir que vos sos el mejor y que mañana sos un desastre".
Dinero, oportunidades y una excepción argentina
El análisis se vuelve más crudo cuando se aborda el acceso a la Fórmula 1. Para Puente, el talento ya no alcanza si no viene acompañado de un respaldo económico y comercial muy fuerte. Con apenas 20 plazas, la mayoría de los pilotos llegan desde contextos privilegiados europeos que pueden permitirse los gatos que conlleva el automovilismo. En ese escenario, definió a Colapinto como una especie de Robin Hood, una excepción dentro de un sistema cada vez más cerrado y europeizado.
El recuerdo de Reutemann y su padre
En un tono más íntimo, Puente confesó que al momento de ver a Colapinto en pista los comentarios de la gente lo conectaron inevitablemente con su infancia y con la figura de Carlos Reutemann, a quien descubrió de la mano de su padre. Relatar hoy a un piloto argentino en Fórmula 1, explicó, es una forma de cerrar un círculo personal y profesional. Incluso reveló que, en los segundos previos a cada transmisión, dedica un ritual silencioso a su papá, fallecido recientemente.
Por lo tanto, en la próxima temporada de Fórmula 1 se esperan tantas incertidumbres como quizás sopresas, y en paralelo la presencia de un piloto argentino que intenta afirmarse, convertido en un fenómeno transgeneracional que vuelve a engancharse con el ruido de los motores cada domingo.

