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Carlos Ercoli: "Para Mendoza mi arte es demasiado transgresor"

Con 80 años de edad, el artista que se formó en Córdoba, creció en Roma y se mostró en Buenos Aires, volvió a Mendoza a romper paradigmas: "Esta provincia tiene una fuerte inclinación hacía el arte figurativo", dijo. ¡Leé la entrevista completa en MDZ Arte!

lunes, 26 de agosto de 2019 · 21:37 hs

En una esquina de Godoy Cruz se encuentra la casa-taller del prestigioso artista Carlos Ercoli. Apenas ingresé a la misma aprecié dos obras de arte figurativas de Scalco y Retamosa, dos de sus plásticos mendocinos admirados, contrario al arte que pinta, respira y disfruta.

Porque desde que era niño, sobre la misma mesa del comedor, de esa vivienda de Godoy Cruz, Carlos dibujaba "garabatos raros" que alertaban a su familia que proyectaba en él un exitoso doctor. "Yo decía que iba a ser médico, porque tenía una idea de la medicina como un trabajo de laboratorio, pero cuando me encontré que había enfermos, seres humanos, dije: Esto no es para mí", reflexionó el artista que con 80 años de edad, es el rey de la vanguardia en una provincia netamente tradicional.                                                                         

Carlos Ercoli

¿Autodidacta o estudiado?

Mi formación fue un poco distinta, porque la hice en la Universidad de Córdoba. Cuando llegué a Mendoza era un sapo de otro pozo (por decirlo de alguna manera). Es que Mendoza tiene un arraigo muy grande hacía lo figurativo. Lo mio era demasiado transgresor. ¿Pero que opciones tenía? Dejar de pintar o hacer mi propio camino. Fue obligarme a un cierto aislamiento que fue acabando con el paso del tiempo. Yo, cabeza dura, seguí con mi orientación.

¿Qué es el arte para vos?

Es algo fundamental, extraordinario porque me resulta terapéutico lo hago con profundo interés, amor.

¿Qué expresás a través de arte?

Expreso contenidos interiores. A mi me interesa lograr armonía. Algo que sea grato para mí. Y bueno, el medio ha terminado por hacer todo, al menos en parte.

Carlos Ercoli

¿Cuándo te diste cuenta que querías vivir del arte?

Cuando me di cuenta que no quería ser médico. En principio lo abstracto no me atraía, pero vi que podía hacer lo que yo tuviera necesidad o interés. Me dediqué a eso. En mi época la vanguardia absoluta era la abstracción y por eso me metí. Ahí hice mi camino personal, con variaciones por supuesto, a lo largo del tiempo.

En una materia que se llamaba “Visión” tuvimos un docente muy interesante. Un arquitecto italiano, de la Universidad de Roma, que nos hacía hacer composiciones temáticas que debíamos resolver si la complicidad de la imagen. Por ejemplo: las estaciones del año, el tiempo, el campo y la ciudad de manera abstracta y eso me motivó muchísimo a la expresión de contenidos sin dibujar algo figurativo.

¿Qué sentís cuando pintás?

Me siento bien fundamentalmente. Siento que estoy haciendo algo que me gratifica profundamente, me complace ver el resultado. Yo me hago exposiciones para mí solo, pongo mis cuadros en el patio y me los muestro. Igual en el medio cambió la situación, Mendoza es muy tradicionalista y poco afectan los cambios.

¿Cómo te enfrentás a un lienzo blanco?

Antiguamente hacía bocetos pequeñitos y ahora ya no. Dibujo directamente, uso el automatismo, me baso en elementos de la realidad que me han motivado. La obra va surgiendo. Primero viene el dibujo y después el color, me paso así por todo el espectro cromático. Estoy produciendo continuamente.

Cuando mirás cuadros viejos tuyos, ¿te encontrás o ya no?

Me encuentro, de alguna manera. Tengo una mentalidad muy flexible para ver arte, puedo apreciar y me pueden gustar cosas muy antiguas, mientras que también me gustan cosas actuales. El arte efímero hace cosas interesantes, pero cuando no es estéticamente satisfactorio no me gusta tanto.

Carlos Ercoli

¿Cuándo te propusiste vivir del arte?

Nunca he podido vivir del arte. Tuve que dedicarme a la docencia. Ocasionalmente vendía algunas de mis obras. Pero en Mendoza la vanguardia no interesa. Pero bueno, es lo que hice, a eso le dedique mi vida porque me complacía a mí profundamente y si les complacía a los demás estaba bien y sino también.

¿Cuál es tu sueño?

Es poder pintar mientras pueda hacerlo, pero uno empieza a tener limitaciones, la edad va pesando.

¿Te gusta mostrar lo qué hacés? ¿Cómo te llevás con el marketing?

Sí, me gusta. Porque es una situación placentera para mí y es una especie de balance. Hago un análisis de lo que hice, de lo que podría mejorar o cambiar. Yo he vendido mucho mis serigrafías, debido a que son más económicas.

¿Qué te inspira?

El paso de una composición oscura a una clara, las ciudades, el día, la noche, la literatura... El hecho es que estoy siempre leyendo, escuchando música clásica... El arte es una actividad sumamente placentera, estoy exclusivamente dedicado -durante el tiempo que me quede- a pintar. También hice grabado, una materia que me había quedado pendiente. El grabado tiene mucho de artesano, un trabajo de taller, muy lindo y lo disfruté enormemente.

Carlos Ercoli

Yo creo que no haría pintura sino lo disfrutara enormemente.

¿Qué sentís cuando terminás un cuadro?

Siento la curiosidad. Me pregunto: “¿Qué va a pasar acá?”. Cuando lo termino siento una satisfacción enorme.

¿Cómo le ponés un valor a tu obra?

Más o menos de acuerdo a mis colegas, de todas formas nunca aspiré a valores muy altos. Para ganar dinero con el arte tiene que pasar el tiempo y tiene que haber coincidencia de opiniones con respecto a una obra. A veces ese trayecto es más largo que el de la vida misma.

¿Quién valora más tu arte el mendocino o el turista?

He tenido más aceptación en Buenos Aires desde el comienzo. En Mendoza mi primera exposición fue en el 66. La gente allá tiene la mentalidad más abierta. Es más, mis pinturas parecen más actuales.

El turista americano también valora mucho mi arte.

Carlos Ercoli

¿Dónde soñás con ver un cuadro tuyo?

En museo de Buenos Aires. Aunque acá tengo cuadros míos. En el 2001 me hicieron una muestra en el Museo Fader y eso me complació bastante. También estuve viviendo un tiempo en Roma y allá expuse, también tuve muy buena recepción.

¿Qué pieza o cuadro quisieras tener en tu casa que no sea tuyo?

“Tengo el amanecer que todos esperamos” de Scalco.