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Calendarios de Adviento: la tradición alemana que viene en auge en Argentina

De origen protestante, los calendarios de Adviento son una costumbre que viene creciendo en Argentina: mezclan regalos, marketing y creatividad casera.

Comenzó en Alemania como un rito íntimo para preparar el espíritu antes de Navidad, pero hoy los calendarios de adviento tienen cada vez más adeptos en Argentina.

Comenzó en Alemania como un rito íntimo para preparar el espíritu antes de Navidad, pero hoy los calendarios de adviento tienen cada vez más adeptos en Argentina.

Nacidos en comunidades evangélicas del siglo XIX, los calendarios de Adviento pasaron de simples marcas de tiza en la pared a ser uno de los productos navideños más codiciados del mercado mundial. L

El formato actual combina pequeñas cajas o sobres —entre 5, 10, 12 y 24 según la costumbre— que se abren día a día desde el 1° de diciembre hasta la víspera navideña. Cada ventana, regalo o mensaje busca recrear esa sensación de espera, ya sea con chocolates, juguetes, cosmética, bijouterie o regalos varios.

Del rito religioso a estrategia de mercado

En sus orígenes, el Adviento se asociaba a cuatro domingos previos a Navidad, representados por una corona y cuatro velas que simbolizaban valores espirituales. Con el correr del siglo XX, la tradición mutó: primero llegaron las láminas impresas (1902), luego las ventanitas ilustradas (1920) y, desde 1958, los primeros rellenos de dulces destinados a la infancia.

La industria detectó rápidamente su potencial. Hoy las grandes marcas de maquillaje, perfumería, jugueterías y gastronomía lanzan sus propias ediciones limitadas. Influencers de Europa y Estados Unidos muestran diariamente qué trae cada cajita, impulsando una fiebre que también llegó a la Argentina.

calendario de adviento con cosmeticos varios

Calendarios de Adviento: fenómeno en redes y en el mercado

TikTok fue clave en la expansión: parejas, familias y creadores arman calendarios personalizados. En plataformas de venta online ya se ofrecen modelos nacionales e importados, desde los más simples de cartulina hasta diseños de madera con forma de casitas.

Los precios varían enormemente. Los más baratos son los imprimibles en cartulina, que pueden conseguirse en $6.900. Son modelos básicos para descargar o armar con hojas rígidas. Se cuelgan con sogas y traen hasta 24 días para rellenar a gusto.

Otras opciones económicas rellenables son las de cajas vacías para armar con formas que simulan una aldea navideña y que cuestan alrededor de $34.000. Entran pequeños obsequios como golosinas. También hay modelos de mejor calidad ty durabilidad como los de fibrofacil con un costo desde $41.000. Suelen tener forma de casita con pequeñas puertas.

Los más caros del mercado son los que realizan marcas internacionales con productos cosméticos miniatura y algunos de tamaño real, o muestras de perfume, que pueden superar los $500.000.

Tres ideas creativas para armarlo en casa

Ya sea de cartón, fibrofácil o fieltro, los calendarios de adviento pueden ser de pocos días y no de 24 como los tradicionales del 1° de diciembre. Doce días es un clásico como también de siete previendo la última semana navideña.

Los regalos pueden ser variados. Algunas ideas son:

  • “Mini spa casero”: mascarillas, jabones artesanales, sobres de té, esencias y pequeños cuidados diarios.
  • “Sabores del mes”: café en saquitos, especias, chocolates, recetas cortas o snacks individuales.
  • "24 momentos juntos”: fotos, mini cartas, vales de actividades en pareja o recuerdos simbólicos.

Como pasó con los corazones de San Valentín o las calabazas de Halloween, los calendarios de Adviento parecen en camino a convertirse en la próxima tradición de origen extranjero adoptada por los argentinos. De la devoción religiosa al juego de la sorpresa diaria, esta tendencia global sigue expandiéndose y reinventándose cada diciembre.