Calendario de Adviento: su origen y cómo hacerlo en casa

El Calendario de Adviento es una tradición que tiene sus raíces en Alemania y nació como una forma de ayudar a los más chicos a llevar la cuenta regresiva hasta la Navidad. Este hábito surgió a principios del siglo XIX, cuando las familias marcaban los días en las paredes o encendían velas cada jornada.

Con el tiempo, esta práctica evolucionó y se convirtió en lo que hoy conocemos como el Calendario de Adviento: un objeto que incluye 24 ventanas o compartimentos, uno para cada día desde el 1 al 24 de diciembre. Detrás de cada ventana, las familias encontraban pequeños dulces, mensajes o regalos, que hacían de cada día una pequeña celebración.

En la actualidad, los calendarios de Adviento pueden encontrarse en una gran variedad de formatos y estilos. Desde los más tradicionales, hechos de cartón y llenos de chocolates, hasta versiones más sofisticadas que incluyen cosméticos, juguetes o experiencias. Sin embargo, el objetivo principal sigue siendo el mismo: disfrutar cada día mientras se espera la Navidad.

Para aquellos que prefieren algo más personalizado, crear un calendario de Adviento en casa puede ser una actividad entretenida y significativa. Solo necesitás materiales básicos como sobres, bolsas de papel, cajitas o incluso rollos de papel higiénico. Decorarlos con colores navideños y llenarlos con sorpresas es parte de la diversión.

Esta tradición no solo está pensada para los niños; también puede adaptarse a los adultos. Por ejemplo, podés incluir pequeños mensajes motivadores, recetas para cocinar juntos o incluso actividades para compartir en familia, como mirar una película navideña o preparar galletitas caseras.

El verdadero espíritu del Calendario de Adviento radica en disfrutar de cada momento, valorar la espera y compartir tiempo de calidad con las personas que más queremos. Es un recordatorio de que la Navidad no es solo un día, sino todo un recorrido lleno de pequeños instantes especiales.