Cabo Verde, buenas razones para convertirse en hincha del país debutante en Copa del Mundo
Selección de fútbol de Cabo Verde clasificó por primera vez a Copa FIFA para Mundial 2026. Cesaria Évora, una de las razones para hinchar por equipo africano.

Cabo Verde festeja clasificación al Mundial 2026 y los 50 años como país independiente. Quién es la voz cantante.
El presidente Lula de Brasil fue uno de los primeros que celebró la conquista del seleccionado de fútbol de Cabo Verde en una histórica clasificación para el Mundial 2026 a disputarse en México, Estados Unidos y Canadá, marcando el debut en la máxima competición FIFA del equipo africano.
Luego de ganarle al seleccionado de Esuatini por 3 a 0 se desató la locura de los hinchas llamados "tiburones azules": su team había logrado el primer acceso a una Copa del Mundo.
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Cabo Verde es un país raro, ya desde lo geográfico: está integrado por una decena de islas en el Atlántico, cercanas a las costas africanas. Islas que son fruto de erupciones volcánicas. Justamente con la celebración de su pase al Mundial 2026 se superpuso el 50 aniversario del país como república independiente.
“¡Cabo Verde hace historia! Los tiburones azules, por primera vez, están en la Copa del Mundo, llevando el nombre del país aún más lejos. Un orgullo para todos los caboverdianos, dentro y fuera del archipiélago”, publicó el Gobierno de Cabo Verde, en sus redes sociales, a tono con un clima desbordante.
Cuando estas islas fueron descubiertas por los portugueses en 1444 estaban deshabitadas. Crecieron gracias a una historia terrible: el comercio de esclavos, moneda común hasta fines del siglo XIX. El último censo indica que los caboverdianos, tal el gentilicio, hoy si apenas llegan a los 600 mil habitantes.
Cabo Verde
Una de las mayores figuras de Cabo Verde, sin embargo, no proviene del fútbol, ni muchos menos. Se trata de una cantante ya fallecida pero poseedora de una historia maravillosa. Y a su modo es un hito de la creciente nación del África.
Cesaria Évora ha sido muy bien comparada con algunas de las vocalistas más importantes del mundo, como Billie Holiday, la fadista Amalia Rodrigues y hasta el propio gorrión de París Edith Piaf. Si bien estas comparaciones evocan la estatura y la autoridad de la cantante caboverdiana, no preparan a nadie para la experiencia de escuchar su singular alto: más suave que Holiday, más dulce que Rodrigues, más triste que Piaf.
Durante casi tres décadas, a Evora no se la escuchó fuera de los bares de su natal Mindelo, en la isla de São Vicente, frente a la costa de Senegal. No fue hasta 1988, cuando firmó con el sello Lusafrica y grabó un álbum en Francia, que la fama de Évora se extendió más allá de las costas africanas a Europa, Estados Unidos y Latinoamérica.
Portugueses
Cabo Verde, un archipiélago de diez islas a lo largo de la ruta de la antigua trata de esclavos de Portugal, está repleto de influencias musicales. Antigua colonia portuguesa, las islas recibieron influencia directa de Brasil y Europa. Y formularon sus propios y diversos idiomas musicales a partir de elementos autóctonos e importados.
La cantante define a su tierra con gran exactitud: "Es un solo país, pero cada isla tiene sus propias tradiciones. Por ejemplo, los residentes de São Vicente escuchan más morna y coladera. También están la funana, el batuque; en una de las islas tocan vals, contradanza y diferentes tipos de música. ¡Tienes que ir allí para que te lo creas!".
Además de la música tradicional caboverdiana, Evora escuchó a diversos cantantes internacionales durante su infancia en los años 50 y 60: "Nat King Cole, la voz invencible de Frank Sinatra, Billie Holiday, Edith Piaf, Charles Aznevour, la cantante brasileña Angela Maria, Caetano Veloso, Rodrigues de Portugal y también el famoso músico cubano Compay Segundo. Era una gran admiradora suya y grabamos juntos".
Cesaria Évora falleció en 2011. Nació en 1941 en la pequeña ciudad portuaria de Mindelo, en la isla de São Vicente. Fue una intérprete y cantante nata durante muchos años antes de grabar sus álbumes revelación a sus cincuenta y tantos.
Una película basada en ella se mueve en este lapso de tiempo, situando su creciente fama internacional en el contexto de sus humildes comienzos cantando en bares de Mindelo. Uno de los grandes momentos de la película sobre la historia de Cabo Verde mediante su vida es cuando se intercalan reportajes a la cantante fechados en los primeros días de la independencia del país.
En el audiovisual también se conoce de lo difícil que fue encontrar material de archivo antiguo de Évora y localizar a personas que pudieran arrojar luz sobre sus años de actuación en Mindelo y su década de aislamiento autoimpuesto.
Cesaria Évora
Évora fue una cantante intuitiva y talentosa, y al igual que ella, la película también sigue un estilo libre que da en el clavo. Desde las típicas escenas de autobús de gira (miembros de la banda durmiendo despatarrados en cualquier superficie disponible) hasta viajes en limusina por Nueva York, la película la sigue en una agotadora agenda de giras internacionales, desde Portland, Oregón, hasta Siberia y la mayoría de los lugares intermedios, incluyendo la obligada aparición televisiva en el late show de David Letterman.
La afinidad con el son y el danzón cubanos se percibe en su preferencia por los arreglos acústicos con guitarra, clarinete, violín y un tipo de guitarra más pequeña conocida como cavaquinho. La música cubana y caboverdiana comparten una sensibilidad, más que un ritmo en particular.
Evora afirmó que las analogías entre la morna y el fado, el blues, la música afrocubana y la afrobrasileña están justificadas; como los nervios que reaccionan a los mismos estímulos en diferentes partes del cuerpo, todas son reacciones culturales a una historia similar o compartida de colonialismo, esclavitud y supervivencia.
Parte de la leyenda de Évora es que siempre actuó descalza, símbolo de su solidaridad con los caboverdianos comunes. Si esta es la música de los que se quedaron atrás, también está en profunda paz con sus raíces, al igual que la propia Évora, quien regresaba a casa entre giras.
Siguió viviendo en Cabo Verde, pese a las oportunidades que se le abrieron en todo el planeta. Ahí estaba su hogar, sus raíces, la familia y todo. "Hay muchos lugares hermosos en otros países, se puede ganar mucho dinero, pero sigo viviendo aquí”, explicó, en su mejor momento artístico.
En su ciudad natal, Mindelo, Évora sigue siendo una especie de madrina para jóvenes cantantes y músicos. Productor musical Bouna N´Diaye, originario de Dakar y presentador de "Bonjour Africa" en WNCU 90.7 FM, recordó su visita a Cabo Verde a principios de los 90.
Contó sobre el antiguo lugar de reunión de Évora, una discoteca propiedad de Chico Serra conocida como el Piano Bar, a poca distancia de la casa de Évora, donde las fiestas solían extenderse hasta entrada la noche.
"Es un lugar de barrio al que acudían todos estos jóvenes cantantes y músicos que querían tener la oportunidad de tocar con Cesaria", agrega Ndiaye. "Era el puerto legendario para las andanzas nocturnas de Cesaria".
Aproximadamente dos tercios del millón de caboverdianos viven en el extranjero, y Evora afirmó que su experiencia turística lo confirmaba:
"Hay caboverdianos por todas partes. El único lugar donde no he visto caboverdianos es Japón. Pero seguro que hay algunos allí también, simplemente no los vi".
Mundial 2026
Cabo Verde es mundialista. La primera parte de la hazaña ha sido cumplida. Poco importará el fútbol que pueda desplegar en el máximo torneo de la FIFA, ahora el Mundial 2026.
Sin embargo, el representante africano tiene una misión aún más heroica: hacer conocer su tradición, su historia y hasta parte de su cultura e identidad. Cesaria Évora será con seguridad la voz cantante.
A veces el mundo es redondo y soleado.