Amigos, familia y playa: a dónde van de vacaciones los jóvenes mendocinos
Viajes con amigos, vacaciones familiares coordinadas y destinos como Reñaca o Brasil marcan las tendencias entre los jóvenes mendocinos para este verano.
Los testimonios muestran un verano diverso: algunos jóvenes cruzarán a Reñaca, otros partirán a Brasil y los más pequeños siguen eligiendo vacaciones en familia.
Marcos Garcia/MDZLa temporada de verano ya empezó a asomarse y muchos jóvenes mendocinos comenzaron a definir sus planes para los meses de vacaciones. Algunos viajan con amigos, otros siguen eligiendo ir con sus familias y varios buscan combinar ambas opciones. Para quienes pueden organizar un viaje, la tendencia vuelve a mostrar que Chile sigue siendo el destino más elegido.
Para responder a esta pregunta, MDZ dialogó con jóvenes de entre 16 y 25 años para conocer cómo imaginan sus vacaciones: a dónde van, con quiénes viajan y cuánto están dispuestos a gastar. Las experiencias son variadas, pero permiten ver qué buscan hoy los mendocinos a la hora de cortar con la rutina.
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Los viajes en etapa escolar
Entre los más chicos, el viaje de egresados sigue siendo el viaje principal al que prestan atención. Gonzalo, de 18 años, acaba de terminar quinto año y en unos días emprenderá rumbo a Camboriú, Brasil, junto a sus compañeros. Estará afuera del 18 al 31 de diciembre, festejando el cierre de una etapa y el arranque de otra.
Para muchos de su edad, estas vacaciones quedan prácticamente definidas por ese viaje. En el caso de Gonzalo, Brasil será su único plan. Por otro lado, jóvenes de la misma edad tienen su viaje de egresados en septiembre y esperan el verano para disfrutar de las vacaciones en familia y si es posible con algunos amigos.
Vacaciones con la familia… pero coordinadas con amigos
En el rango etario de los 16 y 17 años, la dinámica suele ser distinta. Todavía viajan con sus familias, aunque cada vez más buscan compartir destino con amigos. Manuel, de 16 años, contó que viajará con su familia a Reñaca, Chile pero coordinó para coincidir con otras familias amigas. “Siempre con la familia, pero allá nos encontramos con mis amigos. Yo solo sé la fecha y voy, nada más”, comentó entre risas.
Algo similar contó Valentino, de 17 años, que viajará con un amigo y la familia de este, y que además logró coordinar para que otro amigo llegue en las mismas fechas. “Vamos a parar cerca de la playa, meternos al mar, jugar al fútbol. A la noche salimos a donde se pueda”, describió.
Valentino también recordó que el año pasado se armó un grupo grande con sus compañeros de futsal. “Éramos como 15. Nuestros papás se organizaron para ir todos juntos a Reñaca, también, y parar en departamentos cerca. Jugábamos al fútbol de noche, íbamos a comer juntos y caminábamos por la playa. Estuvo zarpado”, recordó.
Reñaca, el imán mendocino de cada enero
Entre los mayores, de 20 a 25 años, la tendencia es clara: para quienes pueden costear el viaje, Reñaca sigue siendo el destino favorito. Facundo, de 20 años, viajará con un grupo de 14 amigos del 3 al 11 de enero. Calculan un gasto total de entre 400 y 500 dólares por persona. Van en autos (dos o tres), llevan solo bebidas y consumirán la mayor parte de la comida allá. “Este año vamos al mismo departamento del año pasado, que conseguimos por Airbnb. Es enorme y queda entre el sector 4 y 5”, contó.
Ignacio, de 24, también eligió Reñaca con su grupo de la secundaria. Viajarán siete amigos y lo harán en micro por seguridad y porque no tienen dónde dejar los autos en el hospedaje que han alquilado. El pasaje cuesta entre 60 mil y 72 mil pesos, según el servicio. “Nos vamos del 10 al 20 y vamos a cocinar allá. No nos llevamos nada desde Mendoza”, agregó.
Brasil, la alternativa para quienes buscan algo distinto
Aunque Chile domina, no es la única opción. Lucas, de 25 años, viajará con nueve amigos a Morro de São Paulo, en Brasil. El plan fue improvisado, ya que la idea surgió entre octubre y noviembre, después de descartar Río por costos altos y poca disponibilidad de alojamiento. “Averiguamos con el grupo y salió la opción del Morro. Parece que está buenísimo”, contó.
El recorrido incluye vuelo de Buenos Aires a Salvador de Bahía, traslado al puerto y ferry hasta la isla. “El pasaje salió 500 dólares, el alojamiento 350 por cabeza y calculamos unos 1.200 o 1.300 dólares en total. Más los viáticos del aeropuerto al Morro, que están en unos 100 dólares”, detalló.
Entre el mar y quedarse en Mendoza
Si bien muchos viajan, no todos tienen la posibilidad de hacerlo. Entre amigos, varios coinciden en que quienes se quedan en Mendoza planean juntarse, hacer asados, aprovechar de quienes tengan una pileta, salir a la montaña o visitar campings. Junto con disfrutar de la noche mendocina y salir a tomar algo o a bailar. Aunque estas experiencias no requieren grandes gastos, también forman parte del verano mendocino y conviven con los destinos más tradicionales.
En todos los casos, los jóvenes buscan lo mismo: pasar tiempo con amigos, desconectarse de la rutina y disfrutar algunos días lejos de las responsabilidades.




