Presenta:

Amar sin condiciones: cómo es ser familia temporaria en Mendoza

Darío, Betiana y sus tres hijas son parte del programa Familias Temporarias desde hace dos años. Su experiencia y por qué aseguran que aprendieron a amar sin condiciones.

Darío y Betiana junto a la nueva integrante de la familia. 

Darío y Betiana junto a la nueva integrante de la familia. 

Alf Ponce Mercado / MDZ

Cada 27 de septiembre se conmemora en Mendoza el Día Provincial del Acogimiento Familiar, destinado a reconocer a aquellas familias que no presentan lazos de parentesco con el niño o la niña con derechos vulnerados, y que se abren a la posibilidad de brindar un ambiente familiar hasta que se resuelva la situación legal de los pequeños.

Específicamente, son familias que, de manera voluntaria y temporalmente, se ofrecen a acoger en su hogar a niños y niñas que no pueden seguir conviviendo con sus familias biológicas por diversas razones y tiempos que varían según cada caso. De esta manera, la finalidad de la familia temporaria es ser una alternativa que evite la institucionalización del niño o niña.

Darío y Betiana, junto a sus hijas de 9,10 y 15 años, son un claro ejemplo del amor sin condiciones. Hace aproximadamente dos años, la pareja mendocina se encontraba viendo un programa de streaming en el que habían invitado a una familia temporaria. Tras cruzar miradas, decidieron que ellos también querían ser parte de la cruzada solidaria y sumarse.

"Fue algo mutuo. A los dos nos gustan los chicos y pensamos en dar una manito a alguien que realmente lo necesita. Tratar de darles lo mejor a ellos y cambiarles un poco la vida. Pensamos en darle una familia a esos niños que realmente tanto lo necesitan", señaló Darío en diálogo con MDZ.

familia temporaria visita mdz radio (1)
Darío y Betina tiene tres hijas y son parte del programa Familia Temporaria hace dos años.

Darío y Betina tiene tres hijas y son parte del programa Familia Temporaria hace dos años.

Así llegó el primer bebé a sus vidas. Durante 8 meses Darío crío a su hijo varón. En este período de tiempo el pequeño no solo aprendió diferentes cuestiones como por ejemplo caminar, sino que también recibió un amor puro y desinteresado.

"Cuando nos entregaron al bebé tenía 8 meses. Tomaba solo mamadera y nos dijeron que nada más porque tenía reflujo. Llegó a mi casa y en una semana ya comía de todo", contó el hombre a modo de ejemplo de la importancia de la atención y el cuidado personalizado.

Finalmente, tras casi un año, se resolvió la situación legal del niño, que fue adoptado junto a sus hermanos biológicos por una familia de General Alvear. Esto generó una profunda tristeza en la familia temporaria, que a pesar de sentir que le "arrancaron un hijo", decidió seguir formando parte del programa.

"A mí me arrancaron un hijo. Lo tuvimos 8 meses. Es el hijo varón que nunca tuve. Compartimos muchas cosas, el día que se fue me acribilló. En un momento pensamos que no íbamos a hacerlo nuevamente porque era muy doloroso. Pero después viendo los resultados con su nueva familia, pudimos ver que hicimos algo bueno por él; nuestro dolor pasó", relató Darío.

Dos meses después, esta familia recibió con los brazos abiertos a una pequeña de pocos meses de vida. Pequeña que actualmente vive con ellos, y que comienza a recorrer un camino de cuidado, protección, contención y comprensión.

El sentido de ser familia temporaria

"Nos cambió la vida", repite Darío, quien reconoce que fueron sus hijas quienes insistieron en la llegada de la segunda bebé. Si bien se trata de una tarea compleja, el hombre alienta a la sociedad a sumarse a cambiar la vida de pequeños que tanto lo necesitan.

"No es un paso fácil, pero es darle un poco te atención a esta criatura que lo necesita. En el medio de encariñas y lo más difícil es dejarlo ir, pero aprendimos a amar sin condiciones. Te amo porque te amo. No te amo porque sos mío", reflexionó.

Pero el vínculo no termina una vez que el niño o la niña es adoptado. Con ciertas condiciones y respetando la construcción del vínculo con la familia que adoptó, se puede continuar con la comunicación y la visita a estos pequeños que, serán por siempre, parte de esa familia que los recibió por primera vez con los brazos abiertos. Bautismos, cumpleaños, festejos navideños y hasta padrinazgos, son algunas de las situaciones que comparten una vez finalizado el "plazo temporario".

Cómo funciona el programa Familia Temporaria

AVOME (Asociación Voluntarios de Mendoza) es la organización de la sociedad civil a cargo del programa Familia Temporaria. Tienen más de 50 años de trayectoria trabajando con la infancia, su familia, la formación y la educación, con una misión que nació luego de visitar la ex Casa Cuna, con chicos institucionalizados que estaban albergados allí porque su situación judicial no les permitía estar en familia.

Desde el 2016, AVOME tiene conviene con el Gobierno de Mendoza y está a cargo de la selección, formación y seguimiento de las familias temporarias en el Gran Mendoza, zona Este y Valle de Uco.

adopcion.jpg
Actualmente, hay 30 familias temporarias en todo Mendoza.

Actualmente, hay 30 familias temporarias en todo Mendoza.

Actualmente, 30 familias forman parte del programa que articula la acción de familias que acogen temporalmente en su hogar a niños y niñas, desde recién nacidos hasta los 10 años, mientras se resuelve su situación legal.

Para formar parte, en primer lugar se deben comunicar con AVOME y allí inicia el proceso de admisión en el que se evalúan ciertas características que son necesarias para llevar adelante el acogimiento, pensando en algo beneficioso tanto para el niño como para las familias. Algunas de estas condiciones son:

  • Flexibilidad para lograr adaptación a los diversos cambios que implican el cuidado del/la niño/a: modificaciones en la organización, rutina y horario familiar tanto diurno como nocturno y del sueño.
  • Creatividad para lograr la solución adecuada y oportuna de los problemas y dificultades que surjan durante el cuidado del niño.
  • Tener hijos o no, pero con experiencia en crianza que haya desarrollado capacidad para el cuidado, protección, contención y comprensión de las necesidades del niño.
  • Sentido solidario y de apertura a la comunidad.
  • No estar atravesando una situación conflictiva familiar (duelos, enfermedades crónicas o terminales, violencia, adicciones). A su vez, no presentar trastornos de personalidad significativos o patologías psiquiátricas.

Silvina Méndez, coordinadora el área de Psicología del programa Familias Temporarias, explicó que pueden ser familias monoparentales, homoparentales, matrimonios o incluso personas grandes solas. En esta línea, aseguró que lo importante es el deseo y las ganas de ejercer esta noble y hermosa tarea, mientras profesionales como psicólogos, trabajadores sociales y abogados, trabajan a la par.

"No es simple, pero es preciosa la tarea. Es brindarle a este niño una atención individualizada, personalizada. Armar el sostén afectivo para una vida futura de salud mental. Se siembra algo a futuro que quizás hoy no se ve, pero que es muy solidario y muy sano", agregó.

Las personas interesadas en ser familia temporaria pueden comunicarse con AVOME al número de teléfono 261-265-6544 o a su cuenta de Instagram, en dónde podrán despejarse las dudas correspondientes.