50 personas y 13 horas de quirófano: así fue el trasplante de corazón de Lautaro Gutiérrez
El joven mendocino fue al médico por una neumonía y quedó en lista de espera. La semana pasada le practicaron un trasplante de corazón.

Lautaro Gutiérrez se recupera del trasplante de corazón.
GentilezaHace un poco más de un mes la vida de Lautaro Gutiérrez cambió por completo: fue al médico por una gripe que se había complicado en una neumonía y terminó en la lista de espera para recibir un trasplante de corazón. Su historia conmovió a miles de mendocinos y ahora los médicos cuentan cómo fue la cirugía.
Los doctores Roberto Welti (Jefe del Servicio de Cirugía Cardiovascular, Tórax y Trasplante), Federico Welti (Cirujano Cardiovascular) y Nicolás Renna (Jefe de Unidad Coronaria) fueron los responsables del trasplante de corazón.
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Lautaro Gutiérrez era un paciente de urgencia
El proceso comienza con una serie de evaluaciones que el equipo denomina el pretrasplante, donde se determina si el paciente califica para ingresar a una lista de espera. Las categorías de espera incluyen la emergencia (urgencia) y los pacientes que pueden estar en una lista no electiva.
El doctor explicó que el paciente, Lautaro Gutirérrez, fue clasificado en la lista de urgencia. Esta urgencia se debía a que el chico requería drogas y monitoreo constante para mantenerse estable, lo que implicaba que no era candidato para estar en una lista de espera en su casa.
Se destacó la participación esencial de numerosos profesionales, desde técnicos, anestesistas y cardiólogos hasta enfermeros. Específicamente, el servicio de enfermería y cardiología de la unidad coronaria del Hospital del Carmen fue fundamental para mantener a Lautaro estable y en óptimas condiciones para recibir el trasplante. Al tratarse de un menor, el proceso también incluyó contención psicológica dirigida tanto al paciente como a sus padres.
13 horas en el quirófano
La activación del operativo se produjo en la madrugada del 30 de septiembre, alrededor de la 1 de la mañana, cuando el centro de procuración se puso en contacto con el equipo. Una vez que el órgano es aceptado—lo cual se decide en base a las medidas antropométricas y los antecedentes del donante—, se inicia la logística del operativo.
El Dr. Welti subrayó que los tiempos de isquemia (el tiempo que el órgano pasa sin irrigación) son muy acotados en los trasplantes de corazón. Lo óptimo es que el tiempo desde la ablación (extracción) hasta el implante no exceda las 4 horas. Esta limitación temporal es lo que hace que la coordinación sea tan delicada y a veces obligue a rechazar operativos si el tiempo necesario se excede. La ablación se llevó a cabo alrededor de las 4:30 o 5:00 de la mañana, y el procedimiento quirúrgico finalizó en horas de la tarde, cerca de las 18.
Un equipo de 50 personas
Una vez que se acepta el órgano, parte del equipo debe viajar al centro de procuración para realizar la ablación. Cinco personas intervienen solamente en el proceso de ablación (anestesista, cirujanos e instrumentista). Mientras, el resto del equipo se queda en la institución preparando el quirófano para el implante.
El número de profesionales involucrados en el procedimiento es masivo. Aunque el grupo quirúrgico directo (incluyendo cardiólogos, cirujanos, anestesistas e infectólogos) es de unas 20 a 25 personas, el total de participantes abocados al manejo del procedimiento asciende a unas 50 personas. Dentro del equipo central del hospital se encuentran la Dra. María José Torres, el Dr. Rena, el Dr. Roberto Welti y el jefe de cirugía cardíaca y trasplante (el padre del Dr. Welti).
En paralelo al operativo, la institución adapta su estructura: se prepara un sector completo de la unidad coronaria, se notifica a la guardia y se restringe el acceso para que el paciente tenga todo lo que necesite al salir del quirófano. El soporte de la infraestructura es vital, y se destacó que la infectología es fundamental para el monitoreo adecuado y el seguimiento de la inmunosupresión postrasplante.
Posible alta en 10 días
La evolución de Lautaro Gutiérrez ha sido favorable y muy buena, considerada una evolución esperable o adecuada para un trasplante cardíaco.
El proceso postoperatorio exige controles rigurosos y detallados. Estos incluyen la realización de la biopsia endomiocárdica para verificar que no haya rechazo, además del dosaje constante de las drogas inmunosupresoras. El seguimiento no puede relajarse, especialmente durante los primeros meses. La posibilidad de que el paciente sea dado de alta a corto plazo (posiblemente unos 10 días) dependerá de su evolución y de que pueda continuar los controles de forma ambulatoria.