"¿Quién te hizo la carita?": el fenómeno para parecerse al filtro de Tiktok
En el espejo del baño, una mujer busca los defectos en su rostro que el filtro de la aplicación TikTok embelleció en cuestión de segundos con inteligencia artificial y en base a estándares de belleza “hegemónicos”.
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En ese mismo instante, se dispara en su mirada una sensación de insatisfacción, incomodidad y recelo, que la lleva a preguntarse ¿y si puedo ser esa persona que me devuelve la pantalla? ¿Y si puedo deshacerme de estas inseguridades “corrigiéndolas”? ¿Y si lo hago acudiendo al supuesto profesional que me apareció en la sección “Para Ti”?
Este caso hipotético refleja un fenómeno que miles de mujeres, sobre todo jóvenes, atraviesan desde hace ya unos años, denominado la "dismorfia del selfie". De acuerdo a la definición brindada por un estudio de la Universitat Oberta de Catalunya, es cuando las personas intentan parecerse a las fotos que publican de sí mismas en redes sociales después de varios filtros.
Según una investigación del Proyecto de Autoestima de Dove, 1 de cada 2 niñas habría tenido baja autoestima por el contenido de belleza tóxico en las redes sociales. Además, sugiere que aproximadamente el 85% había tenido contacto con aplicaciones que realizan retoques de imágenes a la edad de 13 años.
El caso de la influencer Luciana Milessi
“Amate como sos”, es el mensaje final del video de Luciana Milessi, una influencer que sufrió una parálisis facial debido a la liposucción que se realizó en la zona del llamado “doble mentón”, además de las piernas, los brazos, la espalda y la panza, producto de los comentarios que recibía en sus videos sobre su cuerpo junto con sus propias inseguridades alimentadas por las redes sociales.
Este caso se suma a una tendencia respaldada por los datos más recientes de la Sociedad Americana de Cirujanos Plásticos, en el que se reportó un aumento del 5% en los procedimientos de cirugía estética en Estados Unidos entre 2022 y 2023, lo que contribuyó a un impresionante crecimiento del 19% desde 2019.
A nivel mundial, se realizaron aproximadamente 34,9 millones de procedimientos estéticos en 2023, lo que representa un aumento del 3,4% en comparación con el año anterior.
Entre los procedimientos más demandados se encuentran la liposucción, con 347.782 procedimientos realizados (un incremento del 7% respecto a 2022), y la abdominoplastia, que registró 170.110 intervenciones (un aumento del 5%)
En el informe del año anterior (2022) de la Sociedad Americana de Cirujanos Plásticos, se hace especial énfasis en que, desde antes de la pandemia, la cirugía plástica ha tenido un notable auge.
El papel de las redes y la desinformación
Entonces, existe la posibilidad de hacer la pregunta de si esta alza en los procedimientos estéticos son de alguna forma sugeridos o fomentados por las redes sociales, y cuáles son los efectos que generan.
Siguiendo la investigación llevada a cabo por el grupo de medios británico Routledge Taylor & Francis, en la que se les mostraba a niñas de entre 14 y 18 años “selfies” originales y retocadas, el efecto terminaba siendo que estaban menos satisfechas con ellas mismas y sus cuerpos. Con lo cual, estas comparaciones constantes no solo generaban inseguridades en ellas, sino que también reforzaba la necesidad (muchas veces creada por el exterior) de cambiar su aspecto.
Pero la gran cuestión, además de con quién eligen realizarse este tipo de intervenciones, es que “el problema no es que vos te hagas la cirugía, sino la desinformación que hay al momento de hacerte la cirugía”, afirma Agustina Lungarella, cosmetóloga egresada de la Universidad de Buenos Aires.
“Por ejemplo, hay muchas cosmetólogas que inyectan, y eso está prohibido. Como cosmetólogo podés trabajar en el nivel epidérmico de la piel, lo superficial, y si inyectas estas pasando ya al nivel dérmico” sostiene Lungarella.
Además, destaca algunos efectos benéficos que trajeron las redes sociales como la toma de conciencia sobre el uso del protector solar sobre todo en adolescentes, teniendo en cuenta que 1 de cada 3 es cáncer de piel.
Sin embargo, enfatiza en la desinformación que existe a la hora de realizarse una intervención y en los efectos negativos de las redes como la dismorfia y los trastornos corporales, estéticos y en el abuso de ciertos productos, que en la actualidad están de moda, como la toxina botulínica o el ácido hialurónico.
“Hay mucha desinformación, es como todos lo tienen yo me lo tengo que hacer y a veces es de forma abusiva el uso, uno no toma conciencia y va poniéndose cada vez mas y mas y no se mide la gravedad del asunto, es como un bucle. Sabés que va a volver, en el caso del ácido hialurónico se absorbe y vas a tener que seguirte poniendo”, reflexiona.
El caso de Nadia: "Casi pierdo mi nariz"
El caso de Nadia Ortiz (@nadiaortizv), creadora de contenido, ilustra los efectos que puede llegar a ocasionar el no informarse antes de llevar adelante un cambio de imagen.
En febrero de 2023 se realizó un proceso de rinomodelación con ácido hialurónico, una tendencia en crecimiento actualmente en las redes: “Esto se hizo muy sonado, de hecho ahorita está como el auge de ya no te operes y solo ponte ácido hialurónico, por lo menos aquí en México está siendo muy, muy famoso. El detalle es que yo la verdad no investigué nunca quiénes si pueden hacerlo y quiénes no deberían de hacer esos procedimientos”, cuenta Ortiz.
Nadia confió en una amiga que le aseguró ser cosmetóloga, venía siguiendo su trabajo hacía ya un año, y la inyectó. Para cuando comenzó a investigar, ya era demasiado tarde. La mala praxis ya estaba hecha, y lo curioso es que la content creator mexicana no encontró información en su momento que le permitiera entender lo que ocurría, el por qué su nariz cambiaba de color progresivamente y sin señales de mejora.
La historia terminó con ella recurriendo a una doctora especialista de urgencia porque el tejido de su nariz estaba muriendo. La persona que le realizó la rinomodelación le causó una obstrucción de un vaso sanguíneo que conecta con el cerebro. Con lo cual, las consecuencias podrían haber sido fatales.
“Pude haber quedado ciega por ejemplo, pude perder la nariz o pude perder la vida, son cosas muy delicadas que por la ignorancia se nos hace fácil y dices sí, inyectame, y en esta publicidad falsa de "en 45 minutos tienes nariz nueva", y no sabes en manos de quién estás”, relata a MDZ.
La joven insiste en el hecho de acudir a un profesional certificado ya que "sabrán cómo reaccionar y qué protocolo seguir en caso de que ocurra lo impensado".
Es por esta razón que Nadia decidió subir un video a TikTok, contando su experiencia con lujo de detalles para que nunca más alguien tenga que pasar por lo que ella vivió, y sobre todo dejar en claro que lo crucial al momento de poner el cuerpo en un procedimiento estético es buscar información.
“Infórmense, ten la conciencia, investiga, no te dejes llevar por personas o por publicidad”, reflexiona Ortiz.
El video se viralizó, y llegó hasta Rusia, donde una chica que iba a viajar a Colombia a realizarse el mismo procedimiento (en su país no es posible llevarlo adelante), desistió gracias a que su hermana escuchó el testimonio de Nadia.
Las lecciones que aprendemos de las malas experiencias nos acompañan toda la vida, y Nadia lo entiende a la perfección. Nunca se cuestionó el por qué le ocurrió esa tragedia a ella, sino que en esos 6 meses que tardó su recuperación se preguntó para qué estaba viviendo todo eso.
Paradójicamente, encontró que su propósito estaba en las redes: “Yo sé que tuve esa experiencia para compartirle a las personas y que les quede mi testimonio de una manera positiva, el decir: o lo hago con una persona que yo sé que no me va a pasar nada, o simplemente no lo hago”.