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Figuras colosales, vestuarios y míticas escenografías: así es Colón Fábrica, donde se ve el detrás de escena de las obras del teatro

Cada detalle escenográfico de las óperas del Teatro Colón se puede apreciar en el depósito ubicado en el barrio porteño de La Boca.
La imponente figura de Rigoletto sorprende a cada visitante del depósito del Teatro Colón Foto: Analía Melnik/MDZ
La imponente figura de Rigoletto sorprende a cada visitante del depósito del Teatro Colón Foto: Analía Melnik/MDZ

En el arte existe la convención dramática, un contrato -tácito o explícito- entre el espectador y los intérpretes de una obra, por el que se le propone al público creer, mientras dure el espectáculo, que todo lo que se le está mostrando es real. Es así que, a pesar de saber que lo que sucede arriba del escenario es montado, durante un par de horas cada espectador accede a disfrutar del show como si se tratase de una historia verídica. Entonces, la magia sucede.

En el teatro, además del guion, la interpretación de los actores, el sonido, la iluminación, la escenografía, el vestuario y la utilería aportan a crear una atmósfera para que la obra sea lo más auténtica y veraz posible para los espectadores que se encuentran en los asientos. Para ello, se llevan a cabo trucos que solo los que intervienen en ese trabajo conocen, al menos, hasta ahora.

En Colón Fábrica, en cambio, el truco está a la vista. Todo aquel que tuvo la suerte de presenciar alguna de las magníficas obras del Teatro Colón y se preguntó cómo fue posible crear algún efecto, diseño o elemento colosal, puede encontrar las respuestas sin trampas en Colón Fábrica, el depósito, ubicado en el Barrio de La Boca, pensado para almacenar y exhibir al público todo lo que alguna vez fue utilizado sobre las tablas del teatro más importante del país.

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El 30 de octubre de 2021, Colón Fábrica abrió sus puertas al público, invitándolo a conocer el detrás de escena de cada obra, invitándolo a entrar al teatro por la puerta de atrás. Desde entonces, cada visitante puede apreciar y tocar los elementos de escenografías semimontadas de distintas producciones originales, con la premisa de descubrir los “secretos mejor guardados del Teatro Colón”, sin ningún as bajo la manga.

“Decimos que Colón Fábrica es el depósito visitable del Teatro Colón porque guarda escenografías, utilerías, vestuario de producciones originales del teatro, y una parte de esa producción se muestra”, aseguró Silvia Tissembaum, coordinadora general de Colón Fábrica, en diálogo con MDZ, y agregó que el espacio nació con el “objetivo de poder abrir una ventana más de acercamiento a este mundo de la producción de la ópera y del ballet”.

El depósito de 7.500 metros cuadrados se mantiene ventilado, aireado e iluminado para resguardar en condiciones cada elemento que hace a la obra, elaborados íntegramente dentro de los talleres de fabricación propios del teatro. “El Teatro Colón es un gran exponente de todo el mundo de la producción. Continúa sosteniendo esta tradición de los grandes maestros italianos que absolutamente todo lo que ponían en el escenario, lo hacían en sus propios talleres. No quedan muchos teatros en el mundo que fabriquen todo, y el Teatro Colón es uno de esos pocos”, contó Tissembaum.

Colón Fábrica está ubicado en  Av. Pedro de Mendoza 2163, en el popular barrio porteño de La Boca. Foto: Analía Melnik/MDZ

De acuerdo con la coordinadora de Colón Fábrica, los talleres de fabricación del teatro reciben la materia prima, “como las telas, los pelos para confeccionar las pelucas, los accesorios, las piedras, el telgopor, la madera, el hierro”, y luego producen cada parte de la escenografía. “Hay muchas áreas escenotécnicas que se encargan de fabricar, como lo es la de zapatería, peluquería, iluminación, efectos especiales, carpintería”, explicó Tissembaum.

Sin embargo, esos talleres no se encuentran en Colón Fábrica; están dispersos por la Ciudad. “No fabricamos acá (en Colón Fábrica) porque es muy difícil mantener una muestra con una fábrica que todo el tiempo está generando residuos volátiles. Aun así, nuestro objetivo es que sea una muestra en la que te des cuenta que se trata de un depósito de las obras, pero que sea, a la vez, un lugar agradable para visitar”, subrayó Silvia a este medio.

Lo llamativo de Colón Fábrica, además de ver de cerca los detalles de escenografías de tal magnitud, es que se puede tocar cada objeto, sentarse en las sillas dispuestas sobre las tablas al lado de los maniquíes que lucen el vestuario de los protagonistas y sacarse fotografías como si fueses otro de los actores en escena. De esta forma, cada visitante puede interactuar y descubrir cuáles son los materiales reales que se utilizaron para aparentar ser otros, como es el caso del Telgopor revestido y pintado que, al verse sobre el escenario, lejos del público, parece tan duro como el metal. Así, se devela el truco, la ilusión.

También se puede apreciar parte de la escenografía de Rigoletto, la ópera con música de Giuseppe Verdi. Foto: Analía Melnik/MDZ

“Vení a tocar el material para notar que la piedra no es piedra; es, en realidad, Telgopor pintado, patinado con algún tipo de textura y revestimiento”, fue la invitación de la mismísima coordinadora, quien, también, habló de la posibilidad de tomarse fotos en el lugar: “Podés acercarte a la escenografía. En el teatro tenés muchos metros de distancia entre un palco y el escenario; acá, en cambio, te podés sacar fotos. Este es el mundo selfie”.

¿Qué escenografías se pueden ver actualmente en Colón Fábrica?

Los impactantes guerreros samurai de "Turandot", la ópera de tres actos con música de Giacomo Puccini, sorprenden a los visitantes que miran a su izquierda cuando ingresan a Colón Fábrica. Por la derecha, inicia el recorrido que cuenta con varias estaciones en las que se exhiben las escenografías y vestuario de óperas como "La Bohème" (obra maestra de Giacomo Puccini), “Un tranvía llamado deseo” (del director de orquesta alemán André Previn) y Rigoletto (ópera con música de Giuseppe Verdi).

Silvia Tissembaum, por su parte, destacó la escenografía de “Nabucco”, la tragedia lírica de Giuseppe Verdi. “Abrió la temporada 2023 del teatro y fue, realmente, una producción maravillosa. Es una gran producción del italiano Stefano Poda, que hace cosas enormes y, además, diseña la escenografía, la iluminación y el vestuario de sus espectáculos”, resaltó la productora, contando que en la entrada de Colón Fábrica “nos recibe en la entrada la gran ala que forma parte de esa producción”.

Los guerreros samurai de Turandot. Foto: Analía Melnik/MDZ

Otra de las escenografías distinguidas en el espacio es la de Madama Butterfly, del argentino Nicolás Boni. “Es una gran historia de amor, desamor y abandono. Así que también recomendamos venir a ver esta escenografía que nos da el color del Japón antiguo”, recomendó Silvia.

El trabajo de Enrique “Quique” Bordolini, que fue el director escenotécnico del teatro hasta su fallecimiento el 30 de diciembre de 2024, también se puede apreciar en Colón Fábrica. “Es una presencia todo el tiempo en este lugar para honrarlo”, confesó Silvia.

“También recomiendo que le presten atención a la escenografía de ‘Los Cuentos de Hoffmann’, del argentino Eugenio Zanetti (ganador del premio Óscar a mejor diseño de producción/ diseño de arte por el film Restauración) que es absolutamente opulenta, con muchos tonos dorados y un vestuario de arlequines preciosos, que es uno de los vestuarios favoritos de la gente que nos viene a visitar”, subrayó la mujer.

 La escenografía de Los Cuentos de Hoffmann, del argentino Eugenio Zanetti. Foto: Analía Melnik/MDZ

En la mitad del recorrido, además, se aprecia el Fondo de los Telones, un telón pintado que reproduce el Jardín de las delicias del “Bosco” (pintor neerlandés Jheronimus Bosch), una obra de arte universal. “Lo recomendamos porque pocas veces uno puede tener acceso a una reproducción del Jardín de las delicias tan grande como el que nosotros tenemos acá”, agregó Tissembaum.

¿Adónde iba a parar la escenografía antes de abrir las puertas de Colón Fábrica al público?

Cuando el telón del Teatro Colón se baja y el público procede a dejar sus palcos, toda la escenografía, utilería y vestuario que se utilizó para la obra se guarda en Colón Fábrica para conservarla en condiciones y, así, más tarde, volverla a usar. Sin embargo, antes de la apertura de este espacio, el “Teatro Colón ha tenido como un derrotero de depósitos en distintas zonas de la Ciudad de Buenos Aires, en todos sus años de historia”, tal como expresó Silvia.

“Ahora, la mitad del predio de Colón Fábrica está dedicada a exhibir esta muestra y, la otra mitad, efectivamente es depósito. Nosotros guardamos cosas atrás. Y, si vos venís a visitarnos, te vas a dar cuenta de que, atrás de las escenografías, se va a ver el depósito. No queremos ocultarlo; al contrario, queremos mostrarlo y que se puede ver el detrás de escena de ciertas cosas. Sobre todo, en el fondo del recorrido, vas a darte cuenta que tenemos un playón de maniobras que es para carga y descarga de materiales”, contó Tissembaum.

Cada persona que visite Colón Fábrica podrá sentarse y apreciar de cerca la escenografía de "La Bohème". Foto: Analía Melnik/MDZ

“Si bien hay escenografías montadas o semimontadas, también hay otras que están acomodadas y acopiadas, porque están guardadas. A pesar de estar guardadas, todas las cosas que están acá adentro se pueden volver a usar. Lo que está expuesto puede irse, si la obra se vuelve a programar, o si se alquila toda una producción a un teatro del exterior. En ese caso, la escenografía se desarma en camiones y viaja -como ya ha viajado-, la extrañamos un tiempo y después vuelve”, reveló la coordinadora del espacio sobre el trabajo que se realiza en conjunto con otros teatros del país, como el Teatro del Bicentenario en San Juan, y otros de Uruguay y Brasil, para que las escenografías circulen según la agenda de cada lugar.

Colón Fábrica, el espacio ideal para incentivar la imaginación de los más chicos

No solo los jóvenes y adultos están invitados a descubrir la magia del teatro desde adentro. Los más chicos, también. “Es cierto que es todo un desafío ir a ver una obra de ópera puesto que, en general, las obras de ópera duran dos horas y media o tres horas. Sin embargo, esta es una buena herramienta para venir a ver de qué se trata el mundo de la ópera y sumar a la educación que uno les da a los chicos un punto más de fantasía, un consumo más natural que ellos podrían llegar a tomar, a entusiasmarse”, manifestó Tissembaum.

“De hecho, los chicos vienen acá y nos hacen devoluciones que ni siquiera nosotros pensábamos. El mundo de la fantasía de los chicos siempre va mucho más allá. Les encanta saber de territorios recónditos y lejanos, historias de gladiadores, caballeros, villanos y grandes fábulas de amor. Por eso, venir a Colón Fábrica es, un poco, contribuir a generar esa fantasía en los chicos que, luego de visitar Colón Fábrica, en su gran mayoría, quieren ir a ver una obra”, finalizó Tissembaum, recordando que hay obras y actividades para toda la familia en el teatro.

¿Qué días se puede ir a Colón Fábrica?

Los interesados en recorrer las estaciones de Colón Fábrica (Av. Pedro de Mendoza 2163, La Boca, CABA) se pueden acercar los siguientes días:

  • Jueves: de 11 a 17 hs
  • Viernes, sábados, domingos y feriados: de 12 a 18 hs

Se pueden conseguir las entradas en el sitio oficial o buscarlas en la boletería del espacio.

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"La Bohème", la obra maestra de Giacomo Puccini, recibe a cada visitante al ser la escenografía de la primera estación. Foto: Analía Melnik/MDZ
Los Cuentos de Hoffmann, del argentino Eugenio Zanetti. Foto: Analía Melnik/MDZ
El vestuario de cada obra se expone en algunas de las estaciones del espacio. Foto: Analía Melnik/MDZ
La escenografía de "Un tranvía llamado deseo" del director de orquesta alemán André Previn. Foto: Analía Melnik/MDZ

 

Las diferentes escenografías conviven dentro del espacio de 7500 metros cuadrados. Foto: Analía Melnik/MDZ
El vestuario de Turandot, la última obra con música de Giacomo Puccini. Foto: Analía Melnik/MDZ
El vestuario de la princesa de Turandot. Foto: Analía Melnik/MDZ

 

Los guerreros samurai de Turandot. Foto: Analía Melnik/MDZ
Los guerreros samurai de Turandot. Foto: Analía Melnik/MDZ
Las esculturas en la entrada del Colón Fábrica. Foto: Analía Melnik/MDZ
Las esculturas en la entrada del Colón Fábrica. Foto: Analía Melnik/MDZ
Las esculturas en la entrada del Colón Fábrica. Foto: Analía Melnik/MDZ
Así es la entrada de Colón Fábrica, donde se ve la magia detrás del telón del teatro más importante del país. Foto: Analía Melnik/MDZ