Por qué el papa Francisco fue único como líder espiritual de la Iglesia Católica

El mundo amaneció conmovido este lunes con la noticia del fallecimiento del papa Francisco. A los 88 años, Jorge Mario Bergoglio murió en la residencia de Santa Marta, en el Vaticano, tras varios meses de complicaciones de salud. Su última aparición pública fue el Domingo de Resurrección, cuando impartió la bendición Urbi et Orbi desde una silla de ruedas, visiblemente debilitado.

Con él se despide no solo el primer pontífice latinoamericano y jesuita de la historia, sino también una figura que marcó profundamente la vida política y espiritual del siglo XXI. Francisco fue un papa atípico desde el inicio, y muchos interpretaron su decisión de no visitar Argentina como una señal de desapego o incluso de reproche hacia la grieta política del país. El analista político y escritor Luis Rosales, autor del libro "Francisco, el argentino que puede cambiar el mundo", hizo un retrato del personaje en MDZ Radio FM 105.5 FM, en el programa Uno nunca sabe, conducido por Marcelo Arce.

Escuchá la entrevista completa:

Rosales conoció al papa personalmente. Según contó, este era una persona "más que interesante". Esto se nota mucho en los vaivenes que tuvo Francisco en la política argentina. "Algunos pensaban que como estaba contra Cristina iba a estar con Macri... pero no fue así. Y después hubo discusiones sobre su relación con Milei", comentó Rosales.

En este sentido, destacó un hecho fundamental para entender la figura del primer papa argentino de la historia (y probablemente el último): "El papa Francisco era un símbolo de la argentinidad... y era un jesuita, el primero de la historia. Los jesuitas en general están bastante enfrentados al poder". Teniendo esto en cuenta, Rosales está seguro de que el papa falleció "tranquilo" porque, después de todo, "sí que cumplió su cometido". ¿Y cuál era este?

"Su cometido no era darle a la Argentina centralidad mundial como muchos creíamos. Pero aún así, el objetivo y el legado del papa Francisco fue cumplido. Fue el primer jesuita en ser papa de la historia. Y los jesuitas se propusieron hace 500 años dos objetivos centrales: El primero fue proteger al papa y después evangelizar los confines de la civilización cristiana de aquel momento. ¿Y cuál eran los confines? Sudamérica y Oriente, donde estaba creciendo la religión", explicó.

En Sudamérica fueron "muy exitosos", a tal punto que los españoles los terminaron expulsando del territorio porque temían que consiguieran "demasiado poder". Por otro lado, el objetivo de convertir Oriente al cristianismo fue "casi exitoso". Pero la tarea continúa incluso hasta hoy en día.

Es por esto que Rosales destaca el que fue uno de los mayores logros en pos de alcanzar la evangelización que quedó pendiente: "El papa firmó en el 2018 un concordato el Partido Comunista chino por el cual los comunistas hinos autorizan a la Iglesia Católica de Roma a ser una de las pocas, sino la única religión, de operar formalmente y oficialmente dentro de de la inmensidad de China".

"Como jesuita, el papa Francisco cumplió su cometido. Logró lo que se había propuesto: Negociar con los asiáticos y entrar en China", concluyó.