Las visitas de Bergoglio a Mendoza y el cura al que quería convertir en santo

Por esa tendencia a nacionalizar cualquier hecho, en Argentina las interpretaciones sobre el papado de Jorge Bergoglio estuvieron siempre teñidas por la coyuntura política local. Peronista, kirchnerista, amigo de uno y enemigo de otro; todas categorías reduccionistas y ajenas al rol real que tiene un líder de la poderosa iglesia católica en el mundo. Desde la fase espiritual  sobre todo política.

El papa Francisco tuvo un tránsito reformista profundo en la Iglesia. Desde lo gestual, despojándose de lujos y formalidades, y también en aspectos más profundos. Pero como todo reformista, fue cuestionado duramente por los sectores que resistían cambios y también por quienes reclamaban movimientos duros. Antes de ser nombrado "obispo de Roma", tuvo una relevante vida política dentro de la iglesia. 

El jesuita

Bergoglio era jesuita y nunca perdió esa impronta. Por eso, por ejemplo, con su liderazgo dentro de la iglesia cobró fuerza la propuesta para que un sacerdote argentino que ejerció gran parte de su misión en Mendoza sea canonizado.

Se trata del cura José “Macuca” Llorens, quien llevó adelante la transformación del barrio San Martín y lideró a esa comunidad para que sean reconocidos sus derechos y una mejor calidad de vida. La zona era un basural y fue transformada. Llorens vino a Mendoza en 1964 y decidió instalarse en en “basural” donde hoy está el barrio San Martín. Hizo foco en la organización de la comunidad y en la educación.

Llorens desarrolló su obra cuando Jorge Bergoglio lideraba a los jesuitas, entre 1973 y principio de los 80. Por eso el fallecido Papa estuvo en Mendoza varias veces; cerca de 10. Sus actividades siempre estuvieron relacionadas con la actividad pastoral, justo en una época compleja para Argentina y Mendoza. “Para trabajar con los pobres, hay que vivir con los pobres”, decía el cura Llorens y también el papa Francisco. 

Los jesuitas, o la orden del Corazón de Jesús, tiene una fuerte presencia en Mendoza. El templo principal está en calle San Martín y Colón. Pero además se sigue el legado de Llorens en la parroquia Virgen de los Pobres, ubicada en el barrio San Martín. Allí funciona una escuela que en su momento fue elegida como la mejor del país. El otro colegio tradicional es el San Luis Gonzaga.