Las claves para gestionar las emociones y lograr ser un buen líder
El manejo emocional de un líder es fundamental ya que impregna a toda la organización y su equipo de trabajo por lo que tiene un impacto significativo en la cultura y el clima laboral.
En toda organización resulta crucial tener buenos equipos de trabajo, bien definidos, organizados y que, a su vez, puedan colaborar entre sí en caso de que se lo requiera. Para que todo ello ocurra es importante que cada equipo tenga como cabeza de grupo a un líder con actitud positiva, que se conozca a sí mismo y pueda tener autocontrol. La inteligencia emocional resulta una competencia clave para cualquier líder. Esto incluye primero el autoconocimiento, saber gestionar los propios valores, conocimientos y emociones para luego gestionar los de los demás.
El autoconocimiento permite a los líderes identificar sus fortalezas y debilidades emocionales, lo que les ayuda a gestionar mejor sus reacciones y comportamientos. Un líder que se conoce a sí mismo puede anticipar cómo sus emociones afectan su toma de decisiones y su interacción con el equipo, mejorando así su rendimiento y efectividad e influyendo de manera positiva en los demás para así mantener un ambiente de trabajo positivo. Un líder que gestiona bien sus emociones puede inspirar confianza, motivar a su equipo y manejar conflictos de manera constructiva.

Desde la organización se debe trabajar de la mano con los líderes para poder identificar cuáles son los principales estresores y las reacciones automáticas para encontrar las formas de mitigarlas y poder dar respuestas adaptadas aún bajo presión.
El rendimiento de un líder va de la mano con poder manejar diferentes situaciones
En esos casos puede ser crucial el estrés, que puede llevarlo a tomar decisiones impulsivas y afectar los resultados del negocio. El miedo y la frustración pueden afectar en la toma de decisiones y generar un ambiente de trabajo tenso, por lo cual resulta importante que puedan contar también con el apoyo de una red profesional.
El autocontrol puede lograrse, por ejemplo, a través de sesiones de coaching, en donde se realiza un fuerte trabajo sobre sí mismo. Otras técnicas pueden ser: mindfulness y meditación, que ayudan a mantener la calma y la claridad mental. Sentimientos como la ira pueden dañar las relaciones interpersonales dentro del equipo de trabajo.

Un líder con alta inteligencia emocional puede evaluar situaciones con mayor claridad
Considerar diferentes perspectivas y tomar decisiones que beneficien al equipo y a la organización. Un punto clave es el de la autenticidad, que es un factor muy positivo a la hora de vincularse. Permite construir vínculos genuinos y genera confianza en el entorno. Sería un error pensar que expresar emociones amistosas va en desmedro de la imagen profesional, sino que, por el contrario, ello suele humanizar el vínculo y generar compromiso y confianza.
Un líder que gestiona bien sus emociones puede crear un ambiente de trabajo positivo
Fomentar la colaboración y aumentar la motivación del equipo. Por el contrario, un líder que no maneja bien sus emociones puede generar un ambiente de estrés y desmotivación.
* Florencia Arias. Business Manager & Transiciones de carrera en BMyA Intoo en Gi Group Holding Argentina

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