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Gladys Cabezas: "Mi hijo encontró al asesino de mi hermano vendiendo choripanes"

El 25 de enero de 1997 asesinaron a José Luis Cabezas. Gladys, su hermana, visitó nuestra redacción para honrar la memoria del reportero gráfico.

Víctor Balseiro
Víctor Balseiro viernes, 24 de enero de 2025 · 07:00 hs
Gladys Cabezas: "Mi hijo encontró al asesino de mi hermano vendiendo choripanes"
Gladys Cabezas, hermana de José Luis, asesinado el 25 de enero de 1997 Foto: Analía Melnik/MDZ

Ya pasaron casi 28 años del asesinato de José Luis Cabezas. Fue exactamente el 25 de enero de 1997, cuando un reportero gráfico desconocido se convirtió en un referente de la libertad de expresión. Gladys Cabezas, su hermana, nos visita en la redacción de MDZ, para honrar su memoria y, quizá, recordarlo con una sonrisa.

"No se olviden de Cabezas", dice la consigna que se convirtió en refrán popular que invitará a muchos a ver el documental El fotógrafo y el cartero, pero aquel hecho fue más que un documental, fue una mirada a carme viva de lo que puede hacer el poder inescrupuloso. Una mirada en carne viva que no gustó al protagonista de la historia. Una mirada en carne viva que incomodó al poder, como una mosca, como un periodista.

- Gladys, gracias por visitarnos. Es un gran gusto que estés aquí y por la posibilidad de recordar a José Luis con con una sonrisa.

- Siempre lo recuerdo con sonrisa, me acuerdo de José Luis, su alegría, las travesuras que hacíamos cuando éramos chicos, muy familieros, mi viejo nos enseñó la unión entre hermanos. Siempre estábamos juntos, teníamos un año de diferencia, nuestros amigos eran los mismos, íbamos al mismo colegio. José Luis dejó el jardín muy pronto porque no le gustaba, lloraba siempre. Él era muy mamero y entró directamente a primer grado, por eso siempre íbamos juntos al colegio. Tomamos la Comunión juntos y tengo las fotos de los dos con nuestro traje de comunión, con el moño en el brazo. José Luis era muy de mamá, yo era papá y si pasaba algo mi mamá, me culpaba a mi. Yo era de papá. Era de muy buen comer desde chico, era muy inocente también, nos reíamos de nuestro papá, que roncaba a la noche. Nosotros dos tuvimos el mismo cuarto, típica familia: el viejo muy trabajador y mamá cuidándonos mucho siempre.

- ¿José Luis era buen alumno, le gustaba ir al colegio?

- Iba al colegio porque no quedaba otra. En la primaria y en la secundaria también, la verdad nos costó mucho a los dos, nos  llevarnos materias. Íbamos juntos también, vivíamos en Wilde primero y después en Sarandí, siempre por la zona de Avellaneda, vivimos en una casa que estaba llena de amiguitos, porque mi mamá le gustaba que vengan los chicos del barrio a casa, era otro tiempo, se podía salir a la calle a andar en bicicleta. Recuerdo que mi papá José hizo un gran sacrificio para comprarle una bicicleta a mi hermano,  porque todos sus amigos andaban bicicleta y él corría al lado y a mi papá se le partía el arma. José un andaluz que vino de España muerto de hambre y acá, pudo salir adelante, él decía "yo soy más argentino que español, le debo la vida a mi Argentina, aunque me haya sacado un hijo". Mi viejo amaba este país porque acá fue donde empezó a trabajar, donde pudo comer todos los días. Uno de los sueños de mi padre fue poder festejar mis 15 años y lo pido lograr, gracias a él tuvimos tocadiscos.

- Gladys, ¿cuándo José Luis mismo empezó a dar indicios que sacar fotos iba a ser su pasión?

- Cuando éramos chicos vivíamos en una casa que eran de dos pisos, nosotros en el piso de arriba y prima con su esposo Mario,  en la planta baja, él era fotógrafo, José Luis tenía 15 años, Mario le decía, "¿Venís a ayudarme?", yo creo que ahí le empezó a interesar mucho la fotografía. con el tiempo empezó a trabajar, estuvo de novio, después se casó, y dejó un trabajo que ganaba muy bien y lo dejó por la fotografía y se fue a sacar fotos a una plaza a los niños y que yo me ocupaba de llevar esas fotos a cada casa de esos niños.

La pasión de Cabezas por la fotografía

A José Luis le encantaba la fotografía, le apasionaba y era muy obsesivo, recuerdo que fuimos al campo, yo fui con el papá de mis hijos y a las cinco de la mañana lo hizo levantar porque había que ir al río antes que amanezca a sacar fotos, también era muy técnico, un gran perfeccionista. Estaba embarazada de mi primer hijo y mi hermano estaba estudiando fotografía y tenía que sacar fotos a una embarazada, a un hombre de la edad de mi papá, que también lo volvió loco porque tenía que sacar las arrugas. Y a mí embarazada me tuvo no sé cuánto tiempo frente a un ventanal para sacar la foto perfecta.

- Pasó el tiempo, pasaron los años, ¿cómo están tus sobrinos?

- Mis sobrinos están hermosos,  María Agustina y Juan Ignacio frutos de su primer matrimonio viven en España, también su hija menor Cande, que vive en las Islas Canarias, junto a su mamá Cristina, la viuda de mi hermano. José Luis tiene un nieto, que es muy parecido a su abuelo, hijo de María Agustina.

- ¿Tus hijos disfrutaron a su tío, como lo recuerdan?

- Yo tengo tres hijos. Disfrutaron a mi hermano, no hubo necesidad de contarles que tuvieron un tío, lo conocieron y lo disfrutaron. También sufrieron y padecieron el asesinato de mi hermano porque en mi casa,  no había libros de lectura, había expedientes. Nosotros nos enteramos por la radio, ese 25 de enero en el campo con mis viejos, Sebastián salió corriendo, no sabíamos lo que había pasado, pero salió corriendo y gritando "mataron a mi tío", en principio no lo habían nombrado, dijeron un fotógrafo de Noticias. Mi mamá dijo enseguida "es mi hijo".

Cómo se enteraron de la muerte de Cabezas

- Fue un momento de desesperación, no pensar nada, lo único que pensaba era que mi viejo no le pase nada, mi mamá ya se estaba descomponiendo, no teníamos auto, tuve que ir a alquilar una combi, no había celulares, estábamos en un campo que era de mi tío, que era el único lugar donde podíamos vacacionar, y no me quedó  otra que hacerme cargo de la situación

- ¿Cómo lo recordás a José Luis, cada día?

Siempre hay algo para recordar, siempre hay algo lindo que decir, lo recuerdo mucho con mis hijos, sobre todo el más grande que es ahijado de José Luis, lo sufrió mucho, era el más grande y ya era adolescente, mi nieta de 15 años, se viste con la remera de mi hermano  de esas que tienen la leyenda "No se olviden de Cabezas"

- A tus papás los relaciono mucho con Graciela, y Silvino, papás de Fernando Báez Sosa,  la cara de tristeza de ellos me recuerdan a Norma y a José que partieron al cielo, muy tristes los dos.

- Mi viejos, murieron de tristeza, no murieron de enfermedad, se echaron al abandono. No quisieron vivir más, mi vieja se quiso matar tres veces y, en el último intento, la internaron en un psiquiátrico. Ella me decía: "Vos me metiste en este lugar". Yo le decía: "Esta decisión la tomaste vos por hacer esta locura". Yo siempre pienso, y hablo de los asesinos, estos tipos no mataron a mi hermano, mataron a una familia.

El asesino de mi hermano vende choripanes

- Mi hijo, Sebastián, se fue a Baradero, a principios de diciembre a un recital y llegando al lugar, se compró un choripán, y se puso a hablar  con el parrillero, mi hijo Sebastián tiene mucha empatía, "Yo manejo todos los puestos de choripanes en los recitales, es mi medio de vida, lo que pasa es que estive preso por asesinato, yo fui uno de los que mató a José Luis Cabezas, era Horacio Braga, uno de los asesinos de mi hermano, y está vendiendo choripanes. Mi hijo dice "¿Me estás jodiendo? yo soy el sobrino de José Luis Cabezas". MI hijo se quedó paralizado, se fue al recital y ahí empezó le empezó a caer toda la ficha. Hijo de puta que cagó a mi familia y está acá vendiendo choripanes. Termina recital, se vuelve y lo empezó a firmar con su teléfono y Braga le dice "No me firme si yo te lo conté".

- ¿Todos los asesinos de José están libres como si nada?

- Todos libres, incluso a Gustavo Prellezo, que se recibió de abogado. El Colegio de Abogado de CABA le dió la matrícula para que trabaje. Una locura si tenemos en cuenta que era policía y asesinó a una persona y hoy es abogado y tiene una condena que no cumplió todavía porque fue el único que no cumplió la condena.

- Me gustó que, además de tu visita, que lo recordaste con una sonrisa, como dijiste al principio y lo cumpliste. 

- Nos reíamos mucho, cada fin de semana era muy intenso con los asados de mi papá, con las pizzas que amasaba mi mamá, y no hablábamos de trabajo éramos muy felices. Por eso digo que nos mataron a todos, no solamente a mi hermano.

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- Ya 28 años sin José Luis, la tristeza de los viejos, hoy viendo a tus hijos, a tus sobrinos, saber que los asesinos estan libres, ¿qué sentís, bronca o tristeza?

Más tristeza que bronca, pero con mucha fuerza para seguir. Yo te aseguro que los asesinos de mi hermano, no vivo pendiente de ellos, pero estén donde estén los voy a descubrir. Son los asesinos, sean lo que sean, sean abogados, vendan, chorizos, sean sacerdotes. Ellos mataron a mi hermano, ellos nos cagaron la vida.

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