Se tomó una cerveza frente a los oficiales de un control de alcoholemia
El hombre conducía con 2,06 gramos de alcohol por litro de sangre, abrió una lata de cerveza y se la tomó mientras insultaba a los agentes de tránsito.
Un hombre fue demorado en un control de alcoholemia en la localidad de Pueblo Esther, en las cercanías de Rosario (provincia de Santa Fe), luego de dar positivo en el proceso, al registrarse que tenía 2,06 gramos de alcohol por litro de sangre. Al momento de irse del lugar, el hombre insultó a los agentes de tránsito y abrió una lata de cerveza mientras discutía con ellos.
Los agentes, como es normal en cualquier control, pidieron al hombre que se aparte de la calzada para realizar el control de alcoholemia y le pidieron la documentación del vehículo. En ese momento presumieron que el automovilista se encontraba alcoholizado, por lo que avanzaron directamente a hacer la medición con el alcoholímetro.
El aparato arrojó que el conductor tenía 2,06 gramos de alcohol, por lo que los agentes de tránsito le informaron que se le retendría la licencia de conducir y se le secuestraría el vehículo. En ese estado, el hombre estaba impedido por ley para conducir, ya que en la provincia de Santa Fe el máximo permitido para conducir es de 0,5 gramos de alcohol por litro de sangre.
El hombre, indignado con el control correctamente realizado, increpó a los oficiales y se retiró del lugar dejando tanto sus documentos como el vehículo, pero no fue lo único. En su estado de ira y embriaguez, abrió una lata de cerveza y se puso a tomar frente a los oficiales y se fue del lugar a pie mientras bebía.

Pareja cordobesa fue deportada de México y denunció maltrato en el aeropuerto

Incendio en Neuquén: un niño sufrió quemaduras en el 15% de su cuerpo

La verdadera razón por la que bajó el precio de la ropa en enero

Duras críticas al estado de la Ruta 40: docentes aseguran que está "destruida"

Celebrando el amor familiar en el día de los enamorados

Cuenta DNI: qué descuentos estarán activos durante el fin de semana

Unas 19 provincias definieron enfoques para enseñar a leer y escribir
