Psicologia

Síndrome del impostor: ¿lo padeces y no sabes?

Desde la psicología se describe como un cuadro en el que la gente se siente incapaz de internalizar sus logros y sufre un miedo persistente a ser descubierto como un fraude.

Carlos Gustavo Motta
Carlos Gustavo Motta sábado, 18 de enero de 2025 · 09:30 hs
Síndrome del impostor: ¿lo padeces y no sabes?
El síndrome del impostor es un patrón psicológico en el que una persona duda de sus logros Foto: Archivo MDZ

El síndrome del impostor es un patrón psicológico en el que una persona duda de sus logros y teme ser descubierta como un “impostor”. A menudo, quienes padecen este síndrome creen que su éxito es debido a la suerte o al engaño en lugar de reconocer su propio mérito y esfuerzo. Puede afectar a cualquier persona independientemente de su nivel de educación experiencia o logros. Sin embargo, es más común en personas que han alcanzado un alto nivel de éxito o que se encuentran en entornos de alta presión.

Cómo dejar de creer que nuestros logros se deben a la mala suerte y no a nuestras habilidades es el principal argumento de la publicación de la Dra. Sandi Mann, Profesora de la Universidad de Lancashire Central, Inglaterra, donde enseña Psicología Clínica Aplicada. Doctora en Psicología, Mann está considerada una experta en esta temática y su libro “El síndrome del impostor” se ha publicado recientemente por Editorial Urano.

Quienes padecen este síndrome creen que su éxito es debido a la suerte o al engaño.

El término fue acuñado por dos psicólogas en el año 1978: Pauline Clance y Susanne Imes. Describieron a un grupo de 150 mujeres que sentían ser impostoras a pesar de los títulos obtenidos, los logros académicos, los elogios y el reconocimiento profesional de compañeros y autoridades.

El síndrome puede afectar por igual a hombres y mujeres

Las autoras de esta nominación prefieren llamarlo “experiencia impostora” porque afección o síndrome sugiere enfermedad. El 70% de la población experimenta este fenómeno al menos en un período de su vida aunque es más común entre las personas de alto rendimiento. Aseveran estos estudios que son muchos quienes sufren este síndrome en la sociedad actual exigente en resultados.

Tres son las características definitorias de este síndrome:

  1. La creencia que los demás tienen una visión exagerada de tus destrezas y/o habilidades.
  2. El miedo a que descubran que eres farsante y te expongan como tal.
  3. La atribución persistente del éxito a factores externos como la suerte o un nivel extraordinario de trabajo arduo.

Destaco que el síndrome del impostor no es un trastorno mental reconocido, pero puede ser un obstáculo significativo para el bienestar y el éxito personal.

El síndrome puede afectar por igual a hombres y mujeres.

Algunas de las estrategias para tratarlo exigen reconocimiento y aceptación de que muchas personas experimentan este síndrome pero no lo confiesan ya que resulta avergonzante y de este modo se desarrollan sentimientos de culpa. Se deben identificar estos pensamientos  distorsionados que lo llevan a sentirse como impostor y para ello se deben precisar los logros.

Focalizarlos en función de los resultados obtenidos

Aprender a recibir elogios y reconocimiento de modo positivo desplaza la incomodidad que presenta el síndrome. La persona en definitiva, se mortifica por la exigencia que se autoimpone.

Una lista de personajes famosos han sufrido este síndrome. Albert Einstein una vez argumentó que la auténtica señal de un hombre superior es la conciencia de sus propias limitaciones. Michelle Obama en su autobiografía ha hablado sobre cómo se sentía ella, como impostora durante sus años en la universidad, a pesar de ser una estudiante destacada, ella se sentía como si no fuera lo suficientemente buena. La creadora de Harry Potter, J.K. Rowling se sentía como una impostora después del éxito de sus libros y se decía asimismo que no era una buena escritora.

El miedo a que descubran que eres farsante y te expongan como tal.

El sentimiento de culpa y el síndrome del impostor están estrechamente relacionados puesto que el síndrome lo genera. Existen aspectos claves que conectan a ambos. Por ejemplo, la duda y el autocuestionamiento generan culpa o miedo al fracaso puesto que no cumplimos con las expectativas que los demás esperan supuestamente de nosotros.

Otro aspecto fundamental es la característica en relación al perfeccionismo. Lo perfectible es distinto a lo perfecto y la diferencia resulta vital precisar para llevar a cabo tareas en lo cotidiano. Las personas con el síndrome del impostor a menudo se atribuyen sus logros a la suerte o a factores externos en lugar de reconocer su propio mérito.

Extraer lo positivo de los fracasos

Demostrar los conocimientos; hacer un registro conciente de logros subrayando nuestros éxitos; renunciar a las comparaciones son algunos de los modos para superar este síndrome. Pero si muchas de estas ideas mortifican e insisten, buscar ayuda será el primer paso que prevalecerá sobre pensamientos que no nos permiten el saber-hacer.

Carlos Gustavo Motta.

* Carlos Gustavo Motta es psicoanalista y cineasta.

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