AstraZeneca: qué dice una especialista sobre los efectos adversos de la vacuna

La compañía biofarmacéutica AstraZeneca ha reconocido que su vacuna contra el covid-19 puede desencadenar el síndrome de trombosis con trombocitopenia (TTS) "en casos extremadamente raros". Según un informe que presentó, la tasa de este síndrome es de 0,05 cada 100 mil aplicaciones de la vacuna.
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La información se dio a conocer en el marco de una demanda judicial colectiva que llevan adelante 51 personas en la Justicia del Reino Unido, quienes afirman haber sufrido efectos adversos graves como resultado de recibir la vacuna, que fue desarrollada en colaboración con la Universidad de Oxford.
En consecuencia, a partir de este martes 7 de mayo se dejará de comercializar la vacuna en Europa. Se trata de una decisión de la Comisión Europea después de que la propia compañía farmacéutica solicitara su retirada del mercado el pasado 5 de marzo. Tras valorar la petición, finalmente el organismo europeo ha dado luz verde a esta medida. Según informan desde el Ministerio de Salud de la Nación y la filial local del laboratorio, la vacuna de AstraZeneca no se aplica actualmente en la Argentina.
Ante este complejo panorama, la especialista en vacunas Daniela Hozbor sostuvo que "esta vacuna es muy beneficiosa respecto a los riesgos de esa reacción adversa". Y destacó que "actualmente hay mucha paranoia y desconfianza. Lo único novedoso es la legalidad, el juicio de las personas afectadas en el Reino Unido por esa reacción adversa rara, en muy baja proporción que está asociada con la vacuna AstraZeneca. Esa reacción adversa grave es la trombosis con trombocitopenia, esto es coágulos en sangre con plaquetas bajas, esa sería la afección. Hubo una demanda de 51 afectados y, en ese juicio, la farmacéutica de AstraZeneca reconoció que la vacuna podría potencialmente generar esta reacción adversa", en diálogo con MDZ Radio 105.5 FM.
"La asociatividad de la vacuna con esta reacción adversa en muy baja proporción ya se había hablado, no es algo nuevo. Cuando estábamos en la pandemia, en la vacunación del 2021, varios países de Europa frenaron el uso de AstraZeneca. Esto se hace con todas las vacunas, cuando se observa algo en la población en general, se frena su uso y se hace una investigación para ver si hay una asociatividad entre la vacuna y esa reacción adversa que se detectó", aclaró.
Y señaló que "tenés que hacer una investigación porque te puede ocurrir algo después y puede ser nada más que coincidente. En aquel momento se investigó y los primeros datos dijeron que no había relación, pero no se quedaron conformes y profundizaron el estudio y ahí dijeron que sí hay una asociatividad. Pero, esta vacuna es muy beneficiosa respecto a los riesgos de esa reacción adversa rara y muy baja proporción".
Seguimiento de la vacuna contra el covid-19 de AstraZeneca
Hozbor explicó que "cuando se incorporan vacunas en programas de inmunización masiva, como tuvimos en la pandemia, siempre son seguidos. Las vacunas pasan por estudios preclínicos en humanos, en el caso del covid-19 fue con muchos voluntarios, sale con un dato robusto y después va a la población general donde hay millones de dosis y se continúa haciendo un seguimiento cuando se están aplicando para ver si está todo bien. En el caso de las vacunas contra el covid, hubo mucha sensibilidad respecto a los síntomas".
"En aquel entonces y ahora, la Organización Mundial de la Salud (OMS) afirma que el beneficio de esta vacuna hace que la sigamos usando. Pero claro, al que le tocó la reacción adversa no lo comprende. Esto nos lleva a un repaso y al cuestionamiento de si existe algún medicamento que haga que no haya nada en la población. La regla es que no, no hay seguridad absoluta. Siempre doy el ejemplo que si uno mira el prospecto del paracetamol, te vas a encontrar con que te pueden dar un montón de efectos adversos, en muy baja proporción, pero se aprueba su circulación porque los beneficios son mucho más altos", manifestó la especialista.
En esa misma línea, expresó que debemos advertir que "si hay alguna cosa que provoca daño, se saca. Por el contrario, si se llega a la conclusión que el beneficio es mayor que el riesgo, se sigue usando. Yo tengo todos los colores de las vacunas habidas y por haber, tengo la AstraZeneca, y puedo asegurar que no nos tenemos que estar preocupando".
Para concluir, Daniela Hozbor destacó que "estas vacunas han marcado un antes y un después. Perdimos un montón de vidas en la pandemia y las vacunas lo cambiaron todo. Hay datos del impacto de las vacunas contra el covid y, en el primer año, se estima que salvaron entre 14 y 20 millones de vidas".