El desafío de ahorrar: ¿sirve realmente comprar en un supermercado mayorista?
Comprar en supermercados mayoristas es una de las estrategias que se utilizan para hacer frente a la inflación, pero puede ser perjudicial si no se compra correctamente.
Con la inflación latente en las góndolas y los bolsillos fuertemente golpeados, buscar precios es una tarea cotidiana para todos los argentinos, donde buscar el mayor rendimiento del dinero es el principal objetivo. Tanto en comercios de cercanía como en los supermercados, las ofertas son lo más anhelado, pero siempre con la idea de que los mayoristas son más económicos, aunque muchos no hagan sus compras allí.
Lógicamente, en los supermercados mayoristas, no se consigue cualquier producto que se desee comprar, siendo además más conveniente en algunos productos que en otros. Al mismo tiempo, cuando se trata de grandes cantidades, es allí donde pueden obtenerse mejores precios por kilogramo o por litro, siendo buena opción dividirse las compras entre familiares o amigos.
¿Cuánto cuesta comprar en un mayorista?
Según el relevamiento realizado por MDZ, basado en productos de almacén de la canasta básica, la compra en un supermercado mayorista es conveniente. No quiere decir que la diferencia sea superlativa, pero sí sirve en la cuenta final, cuando el consumidor pone en contraste todo lo gastado entre servicios, bienes durables y otros bienes de consumo.
En algunos casos, como en el queso cremoso o el café, la variación del precio por kilogramo supera los $1.000, mientras que otros tienen una variación de unos cuantos cientos de pesos. También, puede encontrarse un precio más caro en algunos productos o también pueden no encontrarse las mismas ofertas de los supermercados que necesitas deshacerse de mercadería.

Basados en el relevamiento que realiza periódicamente MDZ, una compra que incluya queso fresco, aceite de girasol, agua mineral, leche larga vida, fideos secos tipo tirabuzón, arroz, harina de trigo, café, yerba y azúcar, el costo en un supermercado mayorista será de $28.330. Mientras tanto, la misma compra de productos de almacén en un supermercado minorista costará $31.122.
Estrategias para ahorrar y dividir los costos del mayorista
Lo negativo de los supermercados mayoristas, en muchos casos, es que las cantidades no son redituables frente al precio dada la cantidad de consumo y los precios donde empieza a ser beneficiosa la compra. Los alimentos perecederos son el mejor ejemplo de ello, ya que si es una gran cantidad que no puede consumirse antes de que venza, poco importa que se haya pagado una ganga por él.
Tomando de referencia un producto, con el fin de ejemplificarlo, el queso cremoso puede comprarse en grandes cantidades en un mayorista, pero cantidades difíciles de consumir en un hogar. Para tener en cuenta, 250 gramos de este queso son suficientes para una tarta, por lo que comprar una horma de varios kilogramos parece un desperdicio.

El kilogramo en un supermercado cuesta $5.990, mientras que el mismo queso se vende por $4.210 por kilo. Esta diferencia no es en la fracción, sino en la horma, por lo que deberá comprarse unos cuatro kilos para obtener este precio, por lo que ya deja de parecer tan conveniente. Por esto, muchas familias o amigos eligen este método para ahorrar y luego lo fraccionan para repartir, evitando así los grandes costos y los desperdicios que podrían tener.

El trasfondo del Cosquín Rock y por qué es una experiencia política

ARCA aumento el piso mínimo de un impuesto y ahora más deberán pagarlo

Una camioneta que iba a combatir los incendios, volcó y hay un pasajero grave

Cómo aprovechar los beneficios de PAMI para estudiar en 2025 sin costo alguno

Qué es la neumonía bilateral y por qué es tan peligrosa en adultos mayores

Las cuotas de colegios privados en Mendoza podrán aumentar hasta un 20% extra

Video viral: el fenómeno en el piso de una casa que impactó a millones
