Opinión

Descifrando el enigma: ¿cómo los delincuentes seleccionan a sus víctimas?

En el intrigante mundo de la criminología y la seguridad, comprender cómo los delincuentes eligen a sus víctimas es crucial para desarrollar estrategias efectivas de prevención.

Eduardo Muñoz martes, 5 de marzo de 2024 · 07:16 hs
Descifrando el enigma: ¿cómo los delincuentes seleccionan a sus víctimas?
Los delincuentes eligen objetivos basándose en la facilidad de la oportunidad y la percepción racional de riesgos. Foto: MDZ

A través del análisis de teorías criminológicas, arrojaremos luz sobre los procesos detrás de estas elecciones.

Teoría de la oportunidad y la racionalidad

Una teoría fundamental es la de "oportunidad y racionalidad", propuesta por Marcus Felson. Sugiere que los delincuentes eligen objetivos basándose en la facilidad de la oportunidad y la percepción racional de riesgos. Buscan situaciones donde puedan
actuar con menor probabilidad de ser capturados, siendo lugares mal iluminados y calles desiertas imanes para ellos. Las víctimas, al presentar vulnerabilidades, como estar solas o distraídas, se vuelven blancos más atractivos debido a una elección
racional por parte de los delincuentes.

Observación y evaluación del entorno

Ronald Clarke y Derek Cornish, en su teoría del enfoque racional, destacan la importancia de la observación y evaluación del entorno por parte de los delincuentes. Desde la distancia, estudian a posibles víctimas, analizando su comportamiento y
detectando signos de vulnerabilidad. La visibilidad juega un papel crucial: ser consciente de los alrededores puede disuadir a los criminales al demostrar que la víctima está alerta y lista para defenderse.

Desde la distancia, estudian a posibles víctimas, analizando su comportamiento y
detectando signos de vulnerabilidad.

Teoría del estilo de vida y rutina

La teoría del estilo de vida y rutina, propuesta por Lawrence Cohen y Marcus Felson, sugiere que los delincuentes eligen a sus víctimas basándose en las rutinas diarias. Individuos con horarios predecibles, como salir de casa a la misma hora todos los
días, pueden ser objetivos más fáciles. Cambiar rutinas y ser impredecible dificulta la planificación de un ataque, según esta perspectiva.

Atractivo de los objetos de valor

La teoría del atractivo de los objetos de valor, desarrollada por Richard Wright y Scott Decker, se centra en cómo los delincuentes seleccionan a víctimas percibidas como más acomodadas, guiándose por la presencia de posesiones valiosas. Ocultar estos
objetos o mantener un perfil bajo puede reducir la probabilidad de convertirse en blanco.

Preferencia por la soledad y el aislamiento

Michael Gottfredson y Travis Hirschi, en su teoría del autocontrol, resaltan la preferencia por la soledad y el aislamiento como un factor clave. Los delincuentes buscan escenarios con pocos testigos, atacando en lugares desiertos o esperando hasta que la víctima esté sola, aumentando las posibilidades de éxito. Evitar lugares aislados, especialmente durante la noche, se convierte en una estrategia crucial para mejorar la seguridad personal.

Los delincuentes buscan escenarios con pocos testigos, atacando en lugares desiertos o esperando hasta que la víctima esté sola. Foto. MDZ.

Intuición y conciencia del entorno: vigilancia personal

La perspectiva de la intuición y conciencia del entorno destaca la importancia de estar alerta a situaciones sospechosas. Se trata de un proceso de vigilancia personal donde confiar en los instintos puede evitar convertirse en víctima. Si algo no parece correcto, tomar medidas preventivas, como cambiar de dirección o buscar ayuda, se convierte en una herramienta vital. Esta teoría, respaldada por expertos como Gary Kleck, subraya que la capacidad de percibir y entender el entorno es esencial para la
seguridad.

Comunicación y actitud: perspectiva ampliada

La teoría de la comunicación y actitud, respaldada por el trabajo de David Luckenbill, va más allá de la observación del comportamiento. Los delincuentes evalúan cómo las personas se comunican y su actitud general. Aquellos que parecen más fáciles de manipular, con una comunicación débil o una actitud sumisa, pueden ser considerados objetivos ideales. Mostrar confianza, firmeza y establecer límites no solo disuade a los delincuentes, sino que crea una barrera protectora, elevando la resistencia de la potencial víctima.

Un enfoque holístico para la prevención

Comprender cómo los delincuentes eligen a sus víctimas es la clave para una seguridad efectiva. Desde la oportunidad y la racionalidad hasta el estilo de vida y la rutina, cada perspectiva ofrece una visión única. Adoptar un enfoque preventivo
integral, que incluya la vigilancia personal a través de la intuición y conciencia del entorno, no solo protege, sino que empodera a las personas para resistir y disuadir a quienes buscan explotar las debilidades. La seguridad reside en la comprensión profunda de los motivadores detrás de las elecciones delictivas y en la capacidad de estar alerta ante las sutilezas del entorno.

Eduardo Muñoz.

* Lic Eduardo Muñoz. Criminólogo y criminalista. Especialista en prevención del delito. Consultor de seguridad integral

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