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UPD: cada vez más alumnos se suman al descontrol antes del inicio de clases

Desde las instituciones educativas comenzaron a difundir una serie de recomendaciones en torno al "último primer día". Especialistas aseguran que las medidas deberían ser integrales y no reactivas.
Los estudiantes de escuelas secundarias del último año son los organizadores del UPD Foto: Santiago Tagua/MDZ
Los estudiantes de escuelas secundarias del último año son los organizadores del UPD Foto: Santiago Tagua/MDZ

A días del inicio de clases, hay preocupación por parte de los directivos de las instituciones educativas por una práctica conocida como "último primer día"  o UPD. Más allá del objetivo festivo de esta forma de celebración que consta de un encuentro entre los estudiantes en salones alquilados o casas particulares, el foco está puesto en el consumo de alcohol, los escasos controles por parte de los adultos y la falta de medidas preventivas por parte de las escuelas.

El "último primer día" o UPD se volvió un ritual de despedida en las escuelas secundarias de todo el país. Los jóvenes se reúnen en un espacio que puede ser un parque, casa, o en el mejor de los casos, un salón alquilado para pasar la noche previa al último primer día de clases y después acuden todos juntos al establecimiento educativo (en su mayoría alcoholizados o con cansancio extremo producto de una larga noche sin dormir).

La situación en torno a esta nueva costumbre de los estudiantes se torna compleja debido a la falta de controles por parte de los adultos pero también está en juego el compromiso de las instituciones que deberían involucrarse no sólo en la prevención sino generando espacios de contención para los jóvenes. "En general vemos que endosan la responsabilidad exclusivamente a las familias o a los chicos cuando el abordaje debe ser integral y con mucha anticipación. El compromiso de las instituciones educativas es clave a la hora de generar intervenciones que permitan contener o eliminar este tipo de prácticas", destacó Alejandro Castro Santander, investigador y director del Observatorio de la Convivencia Escolar de la Universidad Católica de Cuyo.

Desde las escuelas planifican dispositivos de contención y prevención con el objetivo de evitar riesgos y salvaguardar la integridad física de los estudiantes que acuden alcoholizados a los colegios secundarios pero no siempre resultan exitosos. "Los chicos a esa edad se manejan a nivel grupal y las familias tienen la responsabilidad de cuidar los valores pero el trabajo de prevención empieza mucho antes. La escuela debería preparar a los estudiantes en la construcción de la ciudadanía desde el inicio de la escolaridad y no, unos días antes del inicio de clases", expresó el especialista asegurando que una de las falencias a nivel escuela es que no se trabaja lo social y socioafectivo.

"Este tipo de festejos, al igual que el día de la primavera y el último día de clases, cada vez son más populares ya que las medidas relacionadas a la conducta y disciplina terminan siendo improvisadas, reactivas y poco preventivas porque no hay una dimensión real de los problemas. En uno de los estudios de investigación que realizamos sobre la precepción de la convivencia escolar en la secundaria, el 82% de los directivos consultados consideraron que los temas de convivencia eran problemas menores o no eran un problema. De esa forma, se niega la existencia y las soluciones no son posibles", agregó Castro Santander.

Tiempo atrás las escuelas eran un punto de encuentro para las comunidades educativas. Los directivos, docentes y estudiantes realizaban actividades extra escolares como bingos, bailes y diversas propuestas que fomentaban la pertenencia y apropiación de esos espacios. Sin embargo, eso cambió y muchas instituciones están supeditadas al cumplimiento de la jornada escolar por temor a las actividades que puedan resultar o derivar en algún riesgo que ponga en juego la responsabilidad civil de la institución.

"La institución debe pensar alternativas y encuentros informales. Siempre que pueda, el adulto debe tener un espacio para favorecer las iniciativas de los chicos, que cuando están solos sienten estas iniciativas como una transgresión o algo desafiante", expresó Castro Santander.

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