Síndrome Urémico Hemolítico: desde el Conicet confirmaron una noticia que trae esperanzas

Luego de que se confirmara la muerte de tres niños en Córdoba por la bacteria Escherichia coli, que produce el Síndrome Urémico Hemolítico (SUH), comenzaron a surgir nuevas dudas en torno a la enfermedad.

Fernando Goldbaum, Investigador superior del Conicet, habló en MDZ Radio 105.5 FM y admitió que están “muy atentos al impacto de esta enfermedad”, al tiempo que adelantó grandes noticias.

El especialista explicó que el SUH está relacionado con la ingesta de alimentos: “En Argentina es endémica, por suerte es poco frecuente pero tiene mucho impacto porque se da en niños de 1 a 12 años y en el 50% de estos niños produce secuelas a lo largo de la vida y entre un 2, 3% produce la muerte”.

“La enfermedad proviene de una contaminación”, detalló. “Hay una batería que produce una toxina que ataca sobre todo a los riñones y está presente en la flora normal de la vaca, y un país como Argentina que tiene tantas relaciones en su alimentación y producción con las vacas esta enfermedad es importante”.

Goldbaum confirmó que “la contaminación se produce por carne contaminada por esta bacteria, por la ingesta de agua o jugos no pasteurizados, por vegetales contaminados. Hay que tener medidas de precaución muy claras”.

También advirtió que “no se puede curar con vacunas ni con antibióticos, no están indicados en este caso porque podrían exacerbar la enfermedad”. Y resaltó que “en Mendoza tiene una frecuencia importante, hay muchos nefrólogos pediatras que saben cómo tratarla”.

“La infección con esta bacteria ronda los 4, 5 mil casos al año, pero solo un 10% de los niños terminan desarrollando la enfermedad. El promedio en Argentina en los últimos años está entre los 300 a 500 casos anuales, y el porcentaje de muertes ha bajado muchísimo, al 2, 3%”, añadió.

Respecto de los síntomas que pueden dar indicios de la enfermedad, explicó que “en general empieza con una diarrea, una alerta muy importante para madres y padres es la presencia de diarrea con sangre, hay que consultar sí o sí”, y agregó que “en los peores casos los chicos se empiezan a palidecer y a tener problemas para orinar”.

“En adultos mayores también puede ser una enfermedad importante. En Argentina en general los adultos tenemos anticuerpos y es menos frecuente que en niños”, aclaró.

Un dato muy importante es que “la principal medida a tener en cuenta es que esta bacteria está en el tracto digestivo de las vacas, entonces la principal fuente de contaminación es el consumo de carne picada”.

“La carne picada es una mezcla de diferentes cortes de la carne y ahí la bacteria puede estar presente; la principal medida es que a niños menores de 7, 8 años no deben consumir carne picada, y menos en lugares de comida rápida”, indicó.

“Después es muy importante durante la cocción de alimentos evitar la contaminación cruzada, el contacto de la carne cruda con los vegetales”, sostuvo.

“La otra es utilizar agua potable, tener en cuenta que esta bacteria está presente en animales de granja, cuando se visitan tener cuidado que los niños estén en contacto con la materia fecal de estos animales. Y también cuando uno cambia pañales hay que lavar mucho las manos de los niños y de los adultos”.

Un gran avance que trae esperanzas

Goldbaum  confirmó que, desde el Conicet, “venimos trabajando hace varios años en un medicamento, que es un concentrado de toxinas que neutralizan la enfermedad, y en ese sentido hemos desarrollado las fases pre clínicas, la seguridad en adultos voluntarios sanos, y el año pasado hemos probado la eficacia y la seguridad del medicamento en niños infectados con esta enfermedad. Ahora estamos por comenzar la fase 3”.

“Parte de esta fase 2 se hizo en el Hospital Notti de Mendoza”, detalló. “Tenemos resultados interesantes, el medicamento se ha mostrado seguro y ha dado indicios de tener eficacia para evitar los peores síntomas de la enfermedad”.

“Estamos entusiasmados porque la fase 2 fue aprobada. Estamos por lanzar un protocolo que, si tenemos éxito, calculamos que en dos o tres años podemos tener un medicamento que sirva para aminorar los efectos de esta enfermedad”, adelantó.

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