Julio Cortázar en 5 cuentos

Elegir los "mejores" títulos de uno de mis autores favoritos para estructurar una lista recomendable, es una tarea imposible. Si bien tuve la posibilidad de leer a Julio Cortázar desde muy temprana edad, mis preferencias han ido variando a lo largo de las distintas etapas (y crisis) de la vida.

Dado que la lectura de este instruido escritor (no es posible transgredir creativamente las reglas literarias sin conocerlas previamente) tiene, además de la estética, la función "catártica"; me gustaría animar a cada uno de ustedes, queridos lectores, a buscar aquel escrito que les produzca esa sensación.

Sumamente prolífica ha sido su obra

Publicada y difundida en los diversos soportes que hoy están a nuestro alcance, fácilmente asequibles.

Caracterizada por una forma lúdica que nos lleva a revisar el diccionario para descubrir, a veces, que ¡las palabras eran inventadas! Y por "el fluir de la conciencia" de algunos personajes que nos permite identificarnos con nuestra propia voz interior y advertirnos sobre la peligrosidad de ignorarla y permitirle que condicione nuestras acciones.

Como sabemos, una de sus obras más conocida es la novela "Rayuela", extensamente analizada por expertos literarios y lectores apasionados. Pero también sorprenden algunas de sus poesías y escritos misceláneos.

Siempre resulta interesante analizar el contexto (biografía del autor, situación histórica) y buscar intertextualidad para relacionar los diversos relatos. Sin embargo, en una primera aproximación y por el mero placer del disfrute, me gustaría compartir algunos de los cuentos que más me han gustado.

Sugiero buscar luego los datos contextuales y contrastar con la propia idea que generó esa lectura.

Son solo cinco títulos

• La salud de los enfermos: podemos reflexionar acerca del rol que desempeñamos cuando nos enfermamos o cuando nos toca acompañar a alguien en ese trance.
• Ómnibus: luego de su lectura, sugiero recorrer el barrio de Agronomía; una placa señala el solar en el que habitó Cortázar. Y realizar el recorrido descripto en el cuento, intentando relacionar qué elementos lo inspiraron.
• Continuidad de los parques: sublime giro inesperado.
• Carta a una señorita en París: mal llamado por algunos "El vomitador de conejitos". Festival psicológico.
• Casa tomada: algunos lo han catalogado como una alegoría de la situación histórica de la Argentina al momento de su publicación, en 1946.

¡Ojalá sean los cinco primeros de una larga lista que luego complemente cada de ustedes!

*Marisa Musci es bibliotecaria, docente y comunicadora. Podes visitar su canal de YouTube haciendo click aquí.