La habitación de al lado: Pedro Almodóvar y la única certeza
El último film del director de célebres películas como Kika y Mujeres al borde de un ataque de nervios, cambia de tono y afronta, a través de la eutanasia, el tema más universal de todos: la muerte.
"Ser para la muerte", fue un concepto acuñado por el filósofo alemán Martin Heidegger y se refería a una suerte de ética que hay que implementar para vivir una vida auténtica. Vivir sabiendo que se va a morir, vuelve la existencia más autentica, porque se tiene consciencia de la finitud del tiempo y de emplearlo significativamente. Esto, como todo en la obra de Heidegger, nos lleva a la pregunta por el ser. ¿Qué sentido tiene la vida? ¿Qué es vivir la vida de manera auténtica? Vivir intentando responder esa pregunta es el primer paso.
Estas disquisiciones dejan de ser metafísicas, cuando la muerte propia o la de un ser querido se hace presente, se vuelve tangible. Desde la filosofía a la cotidianidad, la pregunta por la muerte y qué hacemos con el tiempo que nos queda. De eso trata "The Room Next Door" (La habitación de al lado) de Pedro Almodóvar.
El film es el primer largometraje en inglés del director de películas geniales como La piel que habito, La Ley del Deseo y Kika. Tiene actuaciones brillantes de Tilda Swinton y Julianne Moore y un tratamiento de imagen a la altura del tema. Almodóvar se aleja de lo bizarro, kitch y se acerca a la un tono más intimista, aunque nunca abandonando del todo los colores vivos. Es como si a lo largo de la película se recrease los colores de un día, o de las diferentes estaciones de un año, en fin de la vida y la muerte.
La película empezó con un galardón de peso: León de Oro a la mejor película en el Festival de Venecia. La historia está basada en la novela "Cuál es tu tormento" de la autora estadounidense Sigrid Nunez. Trata sobre el reencuentro de dos amigas. Martha, corresponsal de guerra, e Ingrid, escritora de autoficción. Martha está atravesando un cáncer terminal y se encuentra muy sola porque sus amigas huyen aterradas de su enfermedad y su hija le guarda rencor porque nunca pudo conocer a su padre. Ingrid, se encarga de acompañarla hasta que recibe un pedido tan sensato como comprometido: acompañar a Martha en unas vacaciones, hasta que ella decida practicarse una eutanasia.
La decisión de Martha y la decisión de Ingrid
Martha no le pide a Ingrid que le administre las pastillas, ni que la asista en nada del proceso de morir. Simplemente le pide acompañamiento "como si fueran unas vacaciones". Martha alquila una casa en una tranquila localidad a las afueras de Nueva York y le plantea a Ingrid que solo "esté en la habitación de al lado", durante algunos días hasta que ella decida morir.
Con esto ya podría haber para una película e incluso una serie. Pero a Almodóvar siempre le sobra mucho de todo. Mientras se habla de la muerta de Martha y se reflexiona acerca de la posibilidad de vivir la muerte o de morir en vida, hay otro arco narrativo en el que se habla del cambio climático, es decir de la muerte de la naturaleza y eventualmente de la humanidad. Damian, interpretado correctamente por John Turturro, quien fue amante de ambas, actualmente mantiene una amistad con Ingrid. Este hombre devenido en conferencista y activista climático, perdió toda fe en la humanidad y se dedica a impartir charlas en las que explica por que no hay salvación y ya vivimos un punto de no retorno.
¿Qué hacemos ya no con nuestro final, si no con el Final con mayúscula? ¿Qué hacemos mientras climáticamente vamos al matadero como una manada de vacas inertes? Almodóvar no nos deja con un solo conflicto, además le agrega capas a la historia, para volver una y otra vez al mismo punto de partida: de cualquier manera todos nos vamos a morir, lo importante es qué hacemos antes.
En La habitación de al lado, la muerte pone todo en perspectiva. Los viejos rencores del pasado, las cosas que parecían importantes se empequeñecen frente a la solemnidad de la muerte. El conflicto central es contado con paciencia y el director logra que seamos un huésped más en esa casa que espera el final de una de las protagonistas. Cada día es un día más y un día menos, más o menos como es para cualquiera, solo que el cáncer de Martha, lo hace más presente. Desde esa perspectiva, más que una película que trata sobre la eutanasia, es una película que utiliza la eutanasia para hablar de la muerte y la vida, desde un punto de vista universal.