Reflexión y análisis

Día de la madre: los desafíos de maternar en una sociedad machista

Existe un sistema machista que le exige perfección a la mamá: debe ser alguien que trabaja, materna, se hace cargo del hogar, tiene un cuerpo hegemónico, está feliz, no se queja y es funcional.

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MDZ Sociedad miércoles, 16 de octubre de 2024 · 00:40 hs
Día de la madre: los desafíos de maternar en una sociedad machista
Las madres sufren las exigencias y mandatos de una sociedad machista. Foto: Pexels

Más allá de la felicidad que puede generar el tener un hijo, a la madre no sólo le recae el peso de su crianza, sino también una serie de exigencias y mandatos sociales. Desde MDZ recordamos la entrevista brindada por la periodista, socióloga y escritora especializada en maternidadEsther Vivas, acerca de los desafíos que implica ser mamá y cómo combatir este insistente pedido por alcanzar una utópica perfección. 

Si bien en la actualidad se han gestado varios movimientos que se animaron a hablar de la menstruación, sexualidad femenina y menopausia, algunos de estos temas siguen incomodando. Maternar es uno de ellos y, en base a lo que comentó la española, no darle lugar en los debates atenta contra la progenitora y las infancias. 

En este sentido, explicó qué es la maternidad hegemónica: "Hoy en día se supone que las madres tenemos que ser abnegadas y sacrificadas, y al mismo tiempo se espera que seamos una superwoman (súper mujer) que llega a todo con un cuerpo perfecto. Se trata de un ideal materno que tiene muy poco que ver con la experiencia real y genera malestar".

Las trabas que la sociedad le pone a las madres

En su libro "Mamá desobediente" (2019), Vivas denuncia que la sociedad convierte esta tarea en algo hostil. No es sencillo quedarse embarazada, tener un parto respetado, dar de amamantar en cualquier lugar y momento, ni compaginar la crianza y el empleo. El mundo entero cree tener licencia para opinar y criticar a la progenitora, infantilizándola y adjudicándole el rol de única cuidadora.

"Al dificultar nuestra experiencia materna, una siente culpa por no llegar a todo, no poder más, no tener el cuerpo hegemónico que se ve en las revistas, y te sientes mala madre", explicó la especialista. En realidad, al analizar este contexto, una puede darse cuenta de que esto es consecuencia de un sistema machista que establece un ideal de maternidad inasumible, indeseable e inalcanzable.

El mismo no sólo coloca a la progenitora en el lugar de única o principal cuidadora (la responsabilidad recae más en ella que en cualquier otro), sino que también le exige ser alguien abnegada, sacrificada, al servicio de la familia, silenciosa y sumisa. 

La escritora propone animarse a hablar de violencia obstétrica, depresión posparto, infertilidad, dificultades para poder amamantar. En este sentido, reconoció: "La maternidad significa también fracasar, equivocarse, no llegar a todo. En definitiva, ser madre es amar con devoción a tus criaturas, pero a veces no poder más con ellas".

Entonces, para combatir las constantes imposiciones y críticas, la especialista opinó que es fundamental, por un lado, aceptar que estas exigencias sociales son imposibles de alcanzar. Por el otro, propuso crear redes de apoyo entre progenitoras; es decir, espacios de confianza donde se puedan hablar con otras madres sobre aquellos silencios de la maternidad que habitualmente no pueden nombrar por miedo a ser juzgadas.  

Video: entrevista completa a Esther Vivas

Esta entrevista tuvo lugar a fines de noviembre del 2023, luego de que la diputada electa por La Libertad Avanza Lilia Lemoine generara gran repercusión al proponer una Ley que permita que los hombres puedan "renunciar a la paternidad". Anticipó que su primer proyecto legislativo le ofrecerá a los padres esta posibilidad de que no se hagan cargo de los gastos que conlleve la crianza de sus propios hijos.

Para Vivas, se trata de "un discurso del odio que legitima acciones violentas contra estos colectivos, contra las mujeres. Y esto tiene consecuencias sociales muy graves". La postura de la funcionaria es consecuencia de una mirada machista que considera a la maternidad una tarea exclusivamente femenina, donde se exime al progenitor a pesar de estar más que involucrado.

Ya de por sí, decir que el hombre "ayuda" a la mujer a criar a los más pequeños coopera con esta percepción. La sociedad posee una doble vara para medir la crianza, según explicó la escritora, y esta es sólo una forma más para ahogar a la mujer desde el momento en que un test de embarazo le da positivo y elige que será madre.

Maternidad y sistema laboral

 

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