La seguridad en juego: anatomía de las "barrabravas" argentinas
En la previa del partido entre River y Argentinos, integrantes de una de las facciones de la barra, la disidente, fueron detenidos con palos y cuchillos en las cercanías del Monumental.
En la antesala del partido entre River Plate y Argentinos Juniors, dos facciones de la barrabrava del Millonario protagonizaron un violento incidente en las cercanías del estadio Monumental, que tuvo como resultado varios heridos y 30 detenidos. Este episodio refleja la cruda realidad de las barrabravas en el fútbol argentino, un problema endémico que, analizaremos detalladamente, destacando su estructura, su impacto en la seguridad y las disputas internas de poder que generan caos en estos grupos.
Estructura organizada: líderes y jerarquía
Las barrabravas en Argentina, que surgieron en las décadas de 1950 y 1960 como grupos de hinchas apasionados, han evolucionado hacia estructuras criminales altamente organizadas. Dirigidas por líderes carismáticos, conocidos como "jefes de la barra", estas organizaciones ejercen un control absoluto sobre sus seguidores, manteniendo una jerarquía que incluye capos de zona, jefes de facción y miembros de base.
Financiamiento ilegal y amplio alcance
El financiamiento de las barrabravas proviene en su amplia mayoría de actividades ilegales, como extorsiones a clubes, venta de drogas en estadios y reventa de entradas. Estos recursos no solo sostienen la estructura de las barras, sino que también les otorgan influencia sobre clubes y autoridades, extendiendo su control hacia áreas como estacionamientos, ventas de alimentos y merchandising.
Intimidación, violencia y disputas internas de poder
La intimidación y la violencia son herramientas de control evidentes en las barrabravas, pero también surgen disputas internas de poder. En la reciente confrontación entre facciones de River Plate, las diferencias en la conducción llevaron a un enfrentamiento. Estas luchas internas contribuyen al caos y la inestabilidad dentro de las propias barrabravas, que pugnan por obtener dividendos cada vez mas jugosos, dejando muy lejos los orígenes de las primeras barras que se movilizaban por el amor a los colores de su club.
Influencia política y corrupción persistente
Las barrabravas establecen conexiones con esferas de poder que les otorgan influencia e impunidad en el ámbito local, complicando los esfuerzos para desmantelar estas organizaciones. La corrupción ha sido un obstáculo significativo en la lucha contra estas estructuras criminales, aumentando su capacidad para operar sin restricciones.
Así fueron detenidos. ¡Mirá el video!
Control extendido y actividades ilegales
Además de su influencia en los estadios, las barrabravas han extendido su control a áreas como estacionamientos, generando ingresos adicionales y aumentando su presencia en el negocio del fútbol. Su participación en la exigencia de comisiones en la venta de jugadores refuerza aún más su impacto en el ámbito futbolístico.
En palabras de Rafael Di Zeo jefe de "La Doce" y uno de los barras más famosos del mundo, "El fútbol es un negocio de donde viven jugadores, dirigentes, representantes, los periodistas, todos. Y a nosotros, que aportamos al espectáculo, también nos corresponde una parte."
Cultura del secreto y lealtad arraigada
La cultura del secreto y la lealtad son características fundamentales de las barrabravas. Los miembros están vinculados por una lealtad inquebrantable a sus líderes y al grupo en sí, dificultando la obtención de información sobre sus actividades.
Impacto en la seguridad pública
La presencia masiva de barrabravas tiene un impacto significativo en la seguridad de la población. La rivalidad entre grupos puede desencadenar enfrentamientos violentos, incluso en eventos no relacionados con el fútbol, poniendo en peligro la vida de personas inocentes y causando daños materiales considerables.
Desafíos persistentes y futuras adaptaciones
A pesar de los esfuerzos para controlar las barrabravas en Argentina, los desafíos persisten debido al crecimiento desmedido y las disputas internas de poder. La lentitud en la aplicación de la ley, la corrupción y la arraigada cultura de secreto y lealtad hacen que el control de estas organizaciones sea un desafío constante.
Comprender la complejidad de las barrabravas es esencial para abordar eficazmente la violencia en el fútbol argentino. La cooperación entre clubes, autoridades gubernamentales y fuerzas de seguridad, junto con políticas efectivas y una cultura de seguridad, se vuelve más crucial que nunca para superar estos desafíos y devolver la seguridad a los estadios y comunidades
afectadas.
* Lic Eduardo Muñoz. Criminólogo y criminalista. Especialista en prevención del delito. Consultor de seguridad integral
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