Teatro

Carlos Rottemberg: "Hay que seguir manteniendo el caudal de público y no cortar el hábito del teatro"

El productor teatral se mostró esperanzado por la concurrencia a las salas durante la temporada de verano y apostó a los "precios amigables" para atraer a los turistas, en una charla exclusiva con MDZ

Federico Bruno
Federico Bruno miércoles, 3 de enero de 2024 · 09:10 hs
Carlos Rottemberg: "Hay que seguir manteniendo el caudal de público y no cortar el hábito del teatro"
Carlos Rottemberg, desde su oficina en Mar del Plata Foto: Federico Bruno

Con casi medio siglo de experiencia como productor teatral, Carlos Rottemberg cree que el teatro podrá sobrellevar esta crisis económica como también lo hizo con otros cimbronazos de la política y la economía, tal como lo expresó en una charla con MDZ. Desde su oficina en el teatro Neptuno, ubicada en el corazón del centro marplatense, el referente del sector instó a "mirar la película completa y no la foto de una temporada", con la confianza que los turistas se volcarán a las salas pese a la crisis económica "como lo hicieron en el 2001".

En un acto de valentía, Rottemberg fijó en octubre pasado, cuando ya se había confirmado la segunda vuelta electoral, que los precios de las obras que se interpretan en su complejo de salas mantengan precios entre 8 mil y 12 mil pesos, y que no se modifiquen hasta marzo. "Hay que seguir manteniendo el caudal de público y no cortar el hábito del teatro", reflexionó, viendo de cerca sus pequeñas libretas donde mantiene datos sistematizados de las últimas cuatro décadas.

"En épocas de bonanza hubo muchos fracasos y en épocas de crisis hubo algún éxito. No es solamente la coordenada país, también es la coordenada del interés del público", consideró el productor, en el comienzo de una temporada marcada por los 40 años del regreso de la democracia —cuando las luces de los teatros volvieron a brillar— y el aniversario 150º de Mar del Plata. 

- ¿Cómo viste el comienzo de la temporada en Mar del Plata? 
Mar del Plata es una marca registrada del teatro y sigue congregando gente de distintas ciudades y provincias. Pero, obviamente, también lo vivo con la incertidumbre del momento, que es un tema recurrente en todos los ámbitos y también para una ciudad turística. Viendo las medidas que se van tomando y cómo pueden repercutir. Estamos terminando diciembre sin un dato demasiado cierto o certero sobre cómo se va a cerrar la temporada. Desde lo personal es mi temporada de 46, consecutiva, sin faltar a ninguna, dentro de mis 49 años como empresario teatral, y los deberes los hicimos como cualquier otra temporada. O sea, me parece que en ese sentido los teatros están al 100% programados, hablo del circuito que viene para el verano. Obviamente es una ciudad que tiene un movimiento fuerte de todo el año con respecto al teatro independiente local y también desde lo público, con su complejo Auditorium, que maneja la provincia de Buenos Aires, como el Teatro Municipal Colón, perteneciente justamente a la comuna.
Por lo tanto, cuando llamamos capital del espectáculo a Mar del Plata, quien le haya puesto ese mote hace tantos años, creo que tiene que ver justamente porque reúne en un período de tiempo determinado esta conjunción de playa, vida social, pero también epicentro del espectáculo, de la política, de la cultura general, del deporte. Bueno, me parece que que esa marca que se formó de la ciudad es la que nos hace decir que es el balneario más importante de la República Argentina desde hace décadas.

- ¿Y cómo podría sorprenderte esta temporada, ya sea para bien o para mal? 
- Te voy a contestar ubicándonos en tiempo y espacio. Comencé a ser empresario teatral a los 17 años, cuando el país lo gobernaba la viuda de Perón, antes de la dictadura, por lo tanto en 49 años de empresario teatral pasé la dictadura y democracia. Actores prohibidos, hiperinflación, corralito, Plan Bonex, Peso Moneda Nacional, australes, Peso Ley 18.188, dólar oficial, dólar negro que ahora se le llama blue... Temporadas donde no podíamos encender la marquesina por falta de energía, la temporada 2009 de la epidemia Gripe A, una de las últimas, en 2020, con el Covid-19, que lo que quiero decirte con este racconto rápido, en un segundo, es que uno se va curtiendo. Entonces mis expectativas son las mismas de siempre, sabiendo que hay que timonear cada uno de su empresa con las mejores artes posibles, mirando la película completa. A mí me gusta decir que hay que mirar la película completa y no la foto de una temporada. Para la foto de esta temporada, lo que sí resolví en octubre fue fijar los precios, sin saber cuál iba a ser el gobierno que gane las próximas elecciones, para que el público sepa por lo menos en nuestra actividad con qué se va a encontrar en la boletería. Así fijamos la entrada entre 8.000 y 12.000 pesos, para ese entonces, ahora y en marzo, para que el precio de la entrada sea lo más amigable posible. 

- Como una especie de "precios cuidados" para el teatro.
- Siempre va a ser oneroso para una gran porción de la sociedad, y también lo era para mí, para mi familia. Cuando yo nací vivíamos en el barrio de Mataderos, en la ciudad de Buenos Aires, y mi viejo no podía pagar una entrada al teatro. O sea, siempre va a ser un artículo suntuario, pero dentro de eso sí me parece que hay que seguir manteniendo el caudal de público que las artes escénicas tienen en Argentina, que es importante, y no cortar el hábito del teatro. Por eso digo que me gusta que cuando llegue un espectador en la boletería al menos se sienta con un precio amigable para que pueda y tenga ganas de concurrir.

Mirá la entrevista de Carlos Rottemberg con MDZ

- Esos precios que mencionaste son los que se manejan en una cena por persona en la Peatonal San Martín. ¿Siempre estuvo ese promedio o notás cierta alteración?
- Todas las actividades en el mundo tienen parámetros de precios relativos. Yo sé cuando una entrada es más cara o más barata en esa comparativa. Antes podías comprar con el precio de una platea de comedia tres kilos de helado y ahora un kilo y medio. Por la misma plata pagabas 15 cafés, en el caso de la ciudad de Buenos Aires, de locales de la avenida Corrientes, pero ahora representa solo 8 y hasta ahí. También costaba cinco entradas de cine y hoy ya no. Respecto a comer afuera, históricamente se repetía que ir al teatro era como comer en un restaurant cuatro tenedores e ir al cine como comer en una pizzería, más o menos esos equivalentes. Bueno, hoy está bastante más alto. 

- ¿Cambió la forma de hacer teatro o el público que lo prefiere?
- El teatro tiene la ventaja de ser artesanal y vivo, por ende desde los griegos para acá no compite con la tecnología. Es una interpretación en un mismo espacio y donde se respira el mismo aire, por eso en la pandemia tuvimos que cerrar, porque respiraban el mismo aire entre artistas y audiencia. Entonces me parece que en ese sentido mantiene intacto aquello del espectáculo en vivo. Yo no soy futbolero, pero se me ocurre más o menos preguntarme por qué el hincha de fútbol siente distinto ir a la cancha que ver el partido desde la casa... Tiene otra connotación y otra sensibilidad estar en vivo. Lo mismo creo que le pasa a la actividad teatral en el mundo. Y con respecto a los contenidos y cómo los recibe el público, me acuerdo que en pandemia me preguntaban si yo creía que en la que los contenidos iban a cambiar y siempre dije que no. Van a seguir siendo los mismos porque ya hubo otras tragedias en el mundo. Me acuerdo de la epidemia de la gripe española, hace años atrás, que cuando volvió el público a las salas volvió a ver lo mismo. Con esto quiero decir que en el caso de Mar del Plata, tiene una paleta de programación muy, muy amplia. Por algo a nuestra empresa la bautizamos "Multiteatro", porque trabajamos para la primera minoría y para la primera mayoría. Buscamos en esa programación heterogénea para que al que le guste un espectáculo más frívolo o más liviano lo encuentre, y también lo haga el que busca una obra con mayor contenido y mucha, mucha cuota de actuación actoral por parte de lo que pasa en el escenario, como podría ser en un drama. Bueno, a mí me parece que la riqueza de la programación y de lo que intento hacer cuando programo hace tantos años en los teatros es eso, es tener una paleta de colores. Creo que
hay que dirigirse a cada uno de los segmentos intentando llegar con las mejores armas para que el espectáculo salga bien.

- Se difundieron en redes sociales recientemente fotos de la terminal de la ciudad y de playas vacías, algunas distorsionadas, otras simplemente fake news. ¿Creés que hay una campaña en contra de la ciudad o ves el clima enrarecido? 
- No, no lo creo. En algún momento me acuerdo que dije públicamente "cuidado, parecería que Mar del Plata es la usina de la inflación", porque decían que aumentaron las carpas el 25% en un momento donde había una inflación de 40% y yo me decía "no, el título tendría ser bueno y no malo". Hoy estamos inmersos en una coyuntura país que obviamente excede a cualquier ciudad. Y en el caso de Mar del Plata en particular no quiero dejar pasar que el próximo sábado 10 de febrero del 2024 se van a cumplir 150 años exactos del 10 de febrero de 1874, cuando Patricio Peralta Ramos fundó la ciudad. Entonces yo creo que en ese sentido, a los que son marplatenses y a los que nos sentimos marplatenses por adopción, nos tiene que importar este aniversario. 
Particularmente vivo a la ciudad más allá del teatro. O sea, paso mucha parte del año acá porque me gusta vivir Mar del Plata, o sea, en mi lugar, por fuera del teatro. Si no tuviese teatro, igualmente viviría acá. Pero por la elección que cada uno hace y en relación a esto, entonces me parece que el turismo va a acompañar la situación económica general. Recién hice un racconto de todo lo que pasé. Imaginate lo que era esto en diciembre del 2001, yo me remonto a lo que estaba pasando en esa época y acá estábamos haciendo teatro y estábamos hablando de lo mismo, de cómo iba a repercutir. Y tengo pleno recuerdo de un enero de 2002, con muy poquita gente, que empezó a llegar de a poquito en febrero, y sin embargo seguimos de pie. No son las épocas que yo conocí, hace 50 años, cuando también era una locura, y se vivía de la temporada para todo el año. Eso es imposible. Pero sí me parece que una buena temporada predispone con mejor reserva al habitante de esta ciudad para todo el año siguiente. Por eso me parece muy importante el resultado de cada temporada. Una buena temporada no tengo dudas que es un mejor invierno para la gente local.

- ¿Y cómo vas a festejar este aniversario tan especial de de Mar de Plata? ¿Habrá otras promociones especiales, entradas todavía más baratas? 
- Estamos justamente evaluando diferentes alternativas, porque también uno se suma a algunas cosas que desde el propio municipio van a hacer y donde vamos a participar, acompañando. Cuando yo hablé recién de congelar los precios de la entrada de octubre, me parece que más valioso que hablar de descuentos un día particular y cuando digo perforar para abajo me refiero a ir contra la inflación o contra otros valores relativos de otros insumos o artículos, también lo sumo a este tema de hacer más amigable el precio en una temporada aniversario. O sea, me parece que con una inflación fuerte, como tenemos ahora, que la gente también el 10 de febrero se encuentre con esos mismos valores, es nuestro aporte a celebrar esta ciudad.

- Tenés datos de las últimas cuatro décadas de teatro anotados a mano en pequeñas libretas, ¿qué números vas a ver con más detenimiento estas próximas semanas?
No traje todas ahora, pero tengo encima dos y las voy a mostrar a la cámara para que vean que es verdad (muestra las libretas de la temporada 2023 y 2024). Son 46 las libretitas y aunque parezcan una pavada las guardo como un tesoro. Esto (señala las libretas) arrojas que para el 10 o 12 de enero ya vamos a tener el dato fehaciente de cómo es la temporada. El porcentaje más o menos que las libretitas arrojan después de computar la última semana de diciembre y los primeros diez días de enero son un boca de urna que no falló nunca. Es simplemente abrir un montón de datos y saber cómo está la proyección.

- ¿Y que pasa si la gente no acompaña y se empiezan a ver salas vacías?
- Eso pasa siempre y en todo el mundo, todas las disciplinas que tienen que ver con las audiencias tienen más posibilidad de tener cosas que no funcionan que las que funcionan. En teatro, música, cine, televisión, radio, revistas, libros. Tiene que ver con lo aleatorio del gusto del público, en todas las épocas y en todo el mundo. En épocas de bonanza hubo muchos fracasos y en épocas de crisis hubo algún éxito. No es solamente la coordenada país, también es la coordenada del interés del público por lo que se puede dar como qué pasa con el contenido. Vos podés tener un contenido que creés que es lo que el público quiere ver, y aunque el público tenga el dinero en el bolsillo, no quiere verlo. No es tan lineal. Por eso es una actividad artesanal, muy poco científica. Podés armar un espectáculo con una receta y que te salga bien, y con la misma receta armar otro y que salga mal. Siempre hay algo que les digo a nuestros colaboradores que es que definitivamente el teatro no tiene palabra de honor, porque si tuviese palabra de honor con la misma receta tendría que dar el mismo resultado. Esta es la maravilla de esta profesión. Yo hace 49 años soy empresario y teatral y me sigo equivocando y tengo plena conciencia que de los fracasos no terminé de aprender porque sino, no volvería a hacerlos y cada dos por tres hago alguno. Por lo tanto, creo que los artistas están acostumbrados en algunos de los casos a tener el teatro lleno, pero también describen una calesita, digo yo, donde la sortija hoy la tiene un chico, sería un espectáculo, un artista, y mañana la tiene otro. Nadie tiene la sortija comprada, tampoco el mundo del teatro y sus artistas.

Archivado en