Carlos Gómez Centurión y la cordillera en dimensión espiritual

Oriundo de San Juan el arquitecto que se define como artista visual, formado en París, se obsesiona con el paisaje que tiene a tiro de piedra desde siempre. Ahora con una propuesta absolutamente existencial donde la pequeñez de lo humano frente a la inmensidad del cosmos se contrapone a la avaricia por el oro, invita a experimentar en intimidad este sinsentido en la gran instalación "Intemperie" con cinco grandes telas, que expone en la Usina del Arte.

Anteriormente el artista encaró varios proyectos artísticos dentro de su ”Digo la Cordillera”.

En 2003/04 fue en una expedición al Valle Alto del Río Colorado en los que capta los grandes macizos andinos presentados en el Centro Cultural de la Recoleta. Años después una nueva expedición, esta vez a las yungas de Calilegua, allí en medio de la selva pinta inmensas telas (50 metros) bajo una luminosidad y un calor agobiantes para continuar en las Salinas Grandes donde desarrollando una variación de la técnica del frottage calca la superficie del terreno para incorporarlo en sus obras.

Termina su recorrido norteño en Tres Cruces y Cerro las Señoritas (el Espinazo del Diablo) en plena cordillera jujeña. En 2012 Gómez Centurión encara un nuevo recorrido, esta vez hacia el Sur, al Cerro Torre y al Cerro Fitz Roy en la provincia de Santa Cruz donde realiza acrílicos in situ.

Al año siguiente, acompañado como siempre por un equipo de asistencia y filmación aborda el Cerro Las Leñas y Malargüe. Surge allí la “Serie del Silencio” un conjunto de obras despojadas de color que plasman la inmensidad de la cordillera cubierta de
nieve.

Su recorrido, en 2015 es oficialmente reconocido con el Premio Trabucco de la Academia Nacional de Bellas Artes. Ahora , con la curaduría de Carlos Herrera, la propuesta de la Usina del Arte incluye cinco telas de 10 metros de altura que cuelgan desde un techo suspendido negro e iluminadas dese abajo. Cada una de ellas tiene un sentido que remite a la propuesta conceptual de la presentación. Hay una apelación a Wagner y la cordillera se hace presente con impregnada en las obras mediante el frottage.

Una pared perimetral de 3 metros encierra las telas que se miran a corta distancia obligando al espectador a elevar su mirada. La obra se completa con una carpa adjunta (la vivienda del artista en sus expediciones) dónde se presentan en forma convencional exquisitas visiones cordilleranas.

¡Mira el video de Carlos Gómez Centurión!

De visita imprescindible en la Usina del Arte (Caffarena 1, CABA) hasta el 9 de septiembre

* Carlos María Pinasco es consultor de arte.

Carlosmpinasco@gmail.com