El dato que muestra por qué el sistema de salud argentino está al borde de la quiebra
Mientras se generaliza el pago extra por parte de los pacientes para ser atendidos y crece el éxodo de médicos a otros países, un informe muestra que los ingresos de los prestadores son los más bajos, medidos en dólares, del resto de Latinoamérica, golpeando la financiación del sector.
La situación del sistema de salud argentino está en frente a su crisis más profunda. Una serie de factores llevaron a este sector al borde de su colapso. Desde la suba de costos por la devaluación, el atraso en la actualización de los ingresos y la salida de miles de profesionales del sistema de prepapagas para dedicarse a la atención particular o, directamente, emigrar.
Un ejemplo es lo que sucede con Chile que ha implementado una política para atraer a médicos argentinos tentados por los mejores ingresos. Toda esta problemática la sufren los afiliados al sistema ya que ven cada vez más dificultosa la atención con largas demoras para conseguir turnos.
Es por eso que ya se está generalizando el pago adicional para atención, más allá de lo que se abone por mes para estar asociado a una empresa de medicina privada. El arancel adicional que se está exigiendo, en algunos casos, ronda los $6.000.
Esto muestra que el sector no puede financiarse y la situación cambiaria es un motivo clave y afecta también al sistema público, una coyuntura que se confirma si se comparan los ingresos en dólares que tiene la salud respecto a otros países.
La Cámara de Instituciones de Diagnostico Medico (CADIME) advirtió que los aranceles que abonan las obras sociales, la medicina prepaga y demás financiadores a los prestadores de servicios ambulatorios de salud ya se ubican entre los más bajos de América latina.
Según un informe elaborado por la entidad, el arancel por una consulta médica es de 4,16 dólares al valor oficial y de 2,06 dólares al valor del contado con liquidación, de acuerdo con el nomenclador de prestaciones de salud del Hospital Público de Gestión Descentralizada (que se debería tomar como referencia para la determinación de aranceles mínimos obligatorios, según el Decreto 1993/2011 reglamentario de la Ley 26.682).
En Chile, por ejemplo, alcanza los 15,58 dólares (+656% en la brecha con el valor a dólar financiero), y en Paraguay, los 10 dólares (+385%).
“En los casos de análisis de glucosa en sangre o hemograma, el arancel de referencia es de 0,52 dólares oficiales y 0,26 dólares CCL. En tanto, en Chile se pagan 2,11 (+711% con relación al valor al dólar CCL) y 5,21 (+1.904%) dólares, respectivamente, y en Paraguay 1,38 (+430%) y 2,07 (+696%) dólares, también respectivamente”, remarca el trabajo.
Más moderadas, pero aún importantes, son las diferencias entre los aranceles que se abonan por una radiografía de tórax, de 10,95 dólares oficiales y 5,42 dólares CCL en Argentina, respecto de las que se pagan en Chile, de 18,21 dólares (+236% en comparación con el valor al dólar CCL), y en Paraguay, de 13,77 dólares (+154%).
Asimismo, los prestadores de servicios de tomografía reciben, en promedio, 61,59 dólares oficiales y 30,46 dólares CCL por cada práctica. Mientras, el mismo estudio en Chile vale 100 dólares (+228%, respecto del valor al dólar financiero) y en Paraguay, 130 dólares (+326%).
Guillermo Gómez Galizia, presidente de Cadime, aseguró que este fuerte atraso arancelario, que pone en situación límite las actividades de los prestadores ambulatorios, se complementa con un escenario de gravedad general por el que atraviesa el sistema de salud de nuestro país y cuyas causas son:
- Una marcada fragmentación del sistema y fuertes contradicciones al interior de los subsectores estatal, privado y de la seguridad social;
- Problemas jurídicos, por múltiples normativas, e impositivos, a raíz de la carga fiscal;
- Una puja intrasectorial, que compromete la capacidad de negociación;
- Un distanciamiento creciente entre los objetivos necesarios para mejorar la calidad y el acceso de los argentinos al sistema de salud, y los recursos para lograr esa meta, y
- Una crisis de desarrollo profesional, tecnológico y de sustentabilidad económica de las empresas, con profesionales especializados que salen de cartillas, pymes que cierran y aumento de la concentración.
Por este motivo, Cadime decidió enviar a los candidatos presidenciales propuestas para debatir con urgencia la necesaria reforma del sistema de salud, que contribuyan a paliar su crisis y promuevan permanentemente la consideración de la salud como política de Estado.